"Eres la mejor persona que he conocido, y quería decirte que hay alguien ocupando mi corazón en este momento". Dijo él, mirando el piso torpemente, jugando con sus dedos. Tenía una pequeña sonrisa nerviosa, oculta en su usual mueca de seriedad.
Prometiste que siempre estarías conmigo, que seríamos amigos en las buenas y en las malas.
"¿Podría saber quién es esa persona?" El albino emocionado apoyaba Soraru, siempre lo hacía, y siempre lo haría. Al menos eso pensaba. Con una sonrisa y los puños a los costados, en una gran mueca de alegría. Era la primera vez que el azabache abría su corazón a Mafu de manera autónoma.
Hace mucho dijiste que no te irías, cualquiera que fueran mis sentimientos.
"Esa persona es alguien de mi mismo género, es amable conmigo y es muy frágil. Hace algún tiempo he comenzado a sentir algo por ella, ¿eso está mal?" Soraru decía lo que sentía accidentalmente, tratando de sonar convincente en una confesión poco elaborada. Demasiado sincero. No tenía claros sus sentimientos aún, no sabía si eran reales o algo pasajero, pero sabía que sentía algo por el albino, nada más.
Dime dónde estás ahora, dónde están tus abrazos y sonrisas. Dónde quedaron después de mi fallida confesión.
"¿Tú amas mucho a esa persona?" Mafu sonrió tiernamente. No dejaría solo a su amigo en algo como eso. Le había confiado sus sentimientos, quizás, no completamente, pero lo apreciaba.
Me arrepiento de haberlo intentado, sabiendo que esto terminaría así.
"Quizás no puedo decir que la amo, pero si la quiero mucho". Los nervios de Soraru cada vez se hacían más presentes, y la sonrisa de Mafu se estaba opacando.
Lo siento, lo siento tanto.
"¿Podría saber quién es esa persona?" El albino había agarrado las manos temblorosas de Soraru, obligándole a levantar la mirada hasta sus ojos rubíes. Hasta sus ojos rubíes.
Si pudiera cambiar lo que siento, lo haría.
"Esa persona es un ángel, y siempre he temido que escape. Esa persona es lo que más importancia tiene en mi vida en este momento, es muy insegura, pero aun así mantiene una sonrisa las veces que puede" Soraru sólo apretó los nudillos dentro de los del albino, tratando de darse valor para decir su confesión.
Si me voy de aquí, podría olvidar más fácil. No recordar nada, no pensar en lo que alguna vez sentí y siento por ti.
Mafu no evitaba la sonrisa por esas bellas palabras. Soraru era completamente poético cuando se enamoraba. Era la primera vez que lo escuchaba decir algo así, en todos esos años de conocerse.
Si pudiera volver a ese momento, no lo repetiría.
"Y esa persona eres tú".
Mafu se limitó a reír nervioso.Si pudiera cambiar lo que siento, lo haría. Aun así, no me arrepiento de haberte conocido.
"Lo siento, pero no puedo aceptar tus sentimientos". Soraru soltó las manos de Mafumafu, con una sonrisa pasajera. Ahora su amistad había terminado completamente. Lo sabía, siempre lo supo. Jamás esperó que pasara algo más que ese inminente final.
Si pudiera cambiar ese día, si no hubiera dicho nada...
¿Seguiríamos siendo amigos?
//¿por qué algo que escribí hace tres años calza tan bien con mi "ahora"? los papeles se han invertido, vaya mierda.