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Ya había pasado 3 horas, desde que fui del hotel, ahora me encontraba en una plaza pensando en una buena excusa para decirle a la Sra. Sonia que me iba a mudar de su casa ¿Que le digo? ¿Que me siento incómodo entre ellas? ¿O que? Siento que alguien me habla.

- ¡Hola!.- dijo una chica castaña mas o menos alta.

- Mmm hola.- le sonrió, ella se sienta junta a mí.

- ¿Oye te podría hacer compañía hasta que mi amiga y su novio vienen?.- me pregunta ella con una sonrisa encantadora.

- Si, esta bien.- dije, mirándola a los ojos, esto eran color miel acompañado de unas lindas y largas pestañas.

- Hay se me había olvidado ¿Cómo te llamas?.- pregunta esta linda chica.

- Mario ¿y tú?.- dije.

- Gabriela, ¿Esperas a alguien?.- dice ella.

- No.- dije.

- Mmm si quieres puedes venir conmigo y mi amiga y su novio al parque de diversiones.- dijo ella con una sonrisa.

- ¿Será confiable? ¿No me secuestrar?.- dije divierto a lo que ella ríe.

- No se, a lo mejor si, a lo mejor no quien sabe jajaja.- dijo ella con diversión.

- Ok iré con ustedes, no tengo nada más que hacer asi qué ¿Por qué no?.- dije regalando le una sonrisa.

- ¡Que bien!.- dijo ella aplaudiendo.

30 minutos después ya habían llegado los amigos de Gabriela.

- Hola Danna y Mario, miren les presentó a Mario.- dijo ella señalando me con su mano.- Mario ella es mi amiga Danna y el es su novio Mario.

- Hola, mucho gusto conocerlos.- dije regalando le una sonrisa genuina.

- Hola Mario, igual un gusto.- dijo Danna, ella un poco más pequeña que ello, tenía una cabellera rubia y unos ojos color verdes.

- Un gusto en conocerte Mario.- dijo el algo incómodo.

Después de presentarnos, nos fuimos al parque de diversiones, a decir, verdad no estaba tan lejos de donde estábamos.

[...]

- Mario mi número es *****.- dijo Gabriela.

- Ok, después te mando un mensaje para que guardes el mío.- dije, guardando mi celular en el bolsillo.

- Bye Mario.- dijo Danna.

- Hasta luego Ruiz.- dijo Mario, estrechando nuestras manos.

- Bye.- dijo Gabriela, dándome un beso en la mejilla en forma de despedida.

- Adiós chicos.- dije, marchando me de allí.

Caminé hacia la parada de bus, para ir para la casa de la Sra. Sonia, minutos más tardes ya había subido al bus, busque un puesto para sentarme, cuando ya lo había conseguidos saqué mi celular junto a los audífonos.

Ya había llegado, en el living se encontraba la Sra. Sonia viendo televisión, en el momento que la iba a saludar mi celular comienza sonar lo sacó de mi bolsillo era mi madre la que me estaba llamando, contestó.

- Hola mamá.- me voy al patio para que la Sra. Sonia no escuchara nada.

- Mario, ya te deposite en tú cuenta el dinero.

- Gracias mamá, ¿pero no depositaria el dinero era mañana?

- Preferí hacerlo hoy, adiós Mario buenas noches, dios te bendiga.

- Adiós mamá gracias igual.

Colgué me dirige otra vez living para hablar sobre ida de su casa, en toda la tarde no se ocurrió nada para decirle seguro se me ocurrirá.

- Sra. Sonia tengo que decirle algo.- dije directo a lo que venía.

- ¿Si? A ver dime Mario.- dijo ella con tranquilidad.

- Me voy a ir de su casa.- dije mirándola a los ojos.

- ¿Por qué?.- pregunta confundida.

- Me siento incómodo estando acá, por eso me iré.- dije haciendo una mueca.

- Oh, esta bien, pero ten en claro que siempre puedes contar con nosotras.- dijo ella.

- Si, eso lo se gracias.- dije regalandole una sonrisa.

Damn Obsession | Mario Ruiz |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora