Capítulo 4

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Desperté y mi cabeza punzaba, estaba acostumbrada a eso a causa de las drogas y el alcohol, pero de alguna manera esta vez era más intenso el dolor.

Tengo el vago recuerdo de que volví a soñar con Franccesco, estábamos en la playa, yo tomando el sol y el sentado en la arena a mi lado bebiendo una cerveza, era como antes, antes de que todo se fuera a la mierda. Me percato que una lagrima moja mi mejilla, suelto un suspiro y me levanto de la cama observando el deprimente entorno de mi trailer, todo está desordenado.
Tendí la cama y guardé mi ropa del día anterior, intenté acomodar un poco pero se me hacía tarde, tome una ducha fría y busqué algo que ponerme, encontré unos jeans y me puse una playera blanca, recogí mi cabello y me puse mis tenis.

Busqué algo para desayunar en el pequeño refrigerador, sólo encontré 3 jitomates, media manzana, un paquete de jamón putrefacto y una cerveza así que tome la cerveza y la bebí de un trago, sentía la necesidad de beber más pero no era buena idea.

Me dirijo a la oxidada puerta y salí en busca de algo que comer, eran las 2 de la tarde, era un día soleado asi que no tuve la necesidad de abrigarme, son las señales de que el verano empieza. El verano me pone feliz. Eran tiempos felices.
Caminé dos calles para llegar a la pequeña tienda de el idiota que la atiende, un gordo veterano que aprovecha cada ocasión para molestarme.
- Buenas tardes preciosa, ¿en que puedo ayudarte? -dijo él esbozando una sonrisa en su rostro.
- Buenas tardes -contesté de mala gana - necesito un paquete de pan integral, jamon, queso y una botella de jugo de naranja.... Y tres cervezas.
- ¿Tan temprano bebiendo? No creo que sea una buena idea - dijo entre risas.
- Eso a usted no le importa - dije empezando a molestarme.
- Está bien cariño, está bien - alzo las palmas de sus manos - pero ¿tendrás como pagarme? Recuerda que no solo con dinero podemos arreglar esto muñeca - dijo con su estupida sonrisa en el rostro.
Recuerdo que recién llegué aquí, moria de hambre, no tenía ni una sola moneda y el me obligó a besarlo a cambio de una bolsa de pan. Gracias a Dios días después encontré trabajo.
- Sí- metí la mano en mi bolsillo y saqué los billetes, automáticamente vino a mi mente el apuesto Damon, aún podía recordar su hermoso rostro, no podía creer que él hubiese pagado 15000 euros solo por mi, pero gracias a el tenía suficiente dinero para comprarme comida para 1 semana, no quise gastarlo todo así que guardé el resto en lo que se podría decir mi hogar para la posterioridad. Pagué y tomé mis compras, comencé a caminar de regreso a mi trailer.
- Vuelve pronto preciosa - dijo el vendedor riéndose.

Volví al trailer y me preparé un Sandwich, mientras lo comía no pude evitar pensar en Damon y en sus palabras de ayer... De verdad eres la chica más bonita que he visto, cuando trabajas como bailarina en un lugar como The blue bird te acostumbras a que todos te digan lo hermosa que eres pero sólo lo dicen porque estás semidesnuda delante de ellos y de alguna manera las palabras de Damon parecían sinceras. Terminé mi sándwich y lavé mi plato.

Salí del trailer dirigiéndome a la estación del metro para poder llegar a la farmacia de Sebastián.
Sebastián es la persona más buena que he conocido desde que llegué aquí, es dueño de una farmacia en Union Road. Nos conocimos cuando llegué a su farmacia alcoholizada en busca de unos cigarros, me dio asilo por esa noche ahí y nos empezamos a conocer, es la única persona que sabe de mi pasado, y todo lo de Franccesco, sabe también que trabajo como bailarina por las noches y me ofreció trabajo por las tardes ayudándole a limpiar la farmacia o haciendo cualquier cosa que el necesite, es la única persona que tiene fe en mí.

Después de mi recorrido llegué y ahí estaba el, sentado detrás del mostrador revisando que todo en el inventario estuviera en orden.
- Buenas tardes Sebastián - volteó su mirada detras de sus lentes, tengo que admitir que Sebastián es un hombre atractivo, piel bronceada, cabello castaño, ojos color ocre, rasgos finos y es muy educado, jamás me ha faltado al respeto desde que lo conozco.
- Oh! Buenas tardes Lana, te estaba esperando - dijo con una sonrisa en su rostro.
- Gracias, disculpa que se me haya hecho un poco tarde, ayer tuve un noche pesada.
- No tienes porque preocuparte y por favor no hablemos de tu otro trabajo, sabes lo que opino al respecto pero bueno, crees que me podrías ayudar a acomodar los productos que trajo el proveedor en la mañana.
- Sí , claro.

Love you just a little too much  [Damon & Lana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora