Love you just a little too much [Damon & Lana]

Capítulo 15

Tomamos una de las avenidas principales de Londres para dirigirnos hacia el sur, hay veces en que el tráfico de la ciudad es hermoso, tantas luces y sonidos que se tornan en espectros amorfos por la velocidad a la que vamos, es fantástico. Un baño de melancolía con olor a Francceso me empapa, su motocicleta y yo aferrada a su cintura.

- ¿A dónde vamos?- pregunto de pronto.

Damon me regresa a ver como si no supiera de lo que estoy hablando.

- ¿Cómo que a donde? Pues iremos al banco a hacer el deposito, y después de eso quisiera llevarte a cenar, ya sabes como una pequeña celebración.- dice con una sonrisa iluminando todo su rostro.

Oh, cierto, debo explicarle a Damon lo que me dijo Mark. Me pongo nerviosa al instante, espero que no haya ningún problema y que Damon aún quiera ayudarme.

- Emm... Damon sobre eso, hay algo que debo decirte.
- Claro ¿qué pasa?- su mirada se desvía un segundo de la transitada avenida para verme.
- Anoche yo hablé con Mark, y el.. bueno no creyó que yo fuera a saldar mi deuda, de hecho hasta se río cuando se lo dije- puedo ver como las facciones de Damon se tensan.- pero ese no es el problema. El problema es que sólo puede ser pagada en efectivo.

Damon no dice nada y sigue mirando hacia el frente; su silencio sólo me provoca más nerviosismo y ansiedad.

- Bueno - dice finalmente - ese no debe ser ningún problema.- sonríe mientras estira su mano sobre la palanca de velocidades para tomar mi mano en la suya. Nuestros dedos se entrelazan al instante, como dos enredaderas.

No puedo evitar preguntarme como vamos a obtener los 75 mil euros en efectivo esta noche, Damon afortunadamente parece leer mis pensamientos. Me da un ligero apretón en la mano.

- Tengo un agente Lana, sólo hago una llamada y sacarán el dinero de mi cuenta. Iremos a mi departamento a esperar ¿de acuerdo?
- Está bien.
- Descuida cariño, no va a ser tardado. - dicho esto Damon toma la calle a la derecha para salir de la avenida y dirigirse al norte, a su departamento.

Mi humor está pasivo, me siento sedada, creo que por primera vez desde que estoy en Londres me siento tranquila. Durante un alto, Damon saca su celular y hace la llamada. Me sorprende el tono serio y demandante con el que le habla a la persona del otro lado de la línea, sin duda tiene madera de líder.

- Listo - dice finalizando la llamada.- Me llevarán el efectivo en 20 minutos, 30 cuando mucho. 
- De acuerdo.- es lo único que consigo decir.

•••

Después de 10 minutos finalmente estamos en su departamento. Está tan pulcro como lo recuerdo, no puedo evitar sentir un escalofrío al recordar la razón por la que estuve aquí la última vez.

- ¿Quieres algo de tomar? - me pregunta dirigiéndose a la cocina, yo lo sigo. 

En otras circunstancias, pediría algo fuerte como vodka o whisky, pero al estar con Damon no me dan ganas de aturdirme con ninguna sustancia. Así que opto por algo ligero y que sé que a el le gusta.

- Una copa de vino estaría bien.
- Con mucho gusto señorita. - de nuevo tiene esa sonrisa que me encanta y no puedo evitar reír como una tonta.

Me siento en una de las sillas de la barra de cocina y observo embelesada los movimientos de Damon al buscar la botella de vino de su reserva. No puedo evitar compararlo con Franccesco, y es que la forma de moverse de Damon es más elegante y sutil, mientras que los movimientos de Franccesco eran bruscos y a veces torpes. Son dos polos completamente opuestos; para empezar Franccesco jamás se ofrecería a ayudarme ni a darme una buena parte de su dinero sólo para que yo esté mejor, y ese es sólo un ejemplo. Hay mil cosas más que Franccesco nunca hubiera hecho y que a Damon no le cuesta trabajo hacer, es como si ser amable, caballero y atento estuviera en su naturaleza. Y me tiene completamente fascinada.