CAPITULO 2

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- ¡QUE MIERDA DIJISTE FIORELLA! – casi me deja sorda y muerta por el susto que me dio – Se supone Fio que él ya no tenía nada en común contigo, se cambió de carrera y de sede para evitarte– Me mira con preocupación.

- Que quieres que te diga Ale, él está de vuelta, yo actué lo más normal y seguiré así él es tema cerrado, pasado pisado brujis – Ni yo me creía esas palabras. Me había llegado el rumor que estaba en esta universidad pero habían pasado 2 meses desde que iniciamos y no me había cruzado con él, daba por hecho que solo eran rumores, pero me equivoque.

- Bueno si tú lo dices, esperemos que se mantenga alejado y si él se digna a acercarse le haremos la vida imposible - Sonrió con malicia y me la contagio, en estos momentos parecíamos locas con esas caras.-

- Cambiando de tema, mañana está la fiesta de Max en la casa del lago, nos arreglamos en mi casa o en la tuya - me mira pensativa y sonríe – Obvio amiga que en la tuya, así te saco ese vestido rojo que me encanta – la mire y asentí.

Luego de un rato charlando cosas tribales con mi rubia, regresamos a clases. El día se pasó rápido y eso lo agradezco. Estuve todo el camino a casa pensando porque habrá regresado si prometió irse y no volver... Creo que jamás tendré esa respuesta si no la consigo directamente de él, así que manos a la obra.

Misión: Escupe todo energúmeno.

Casi son las 11 pm y ya me dio sueño, después de tomar un vaso de leche me digno ir a mi cuarto. Todas las paredes son blancas y todos los adornos son verdes en todas sus tonalidades, me gusta ese color me da paz; me tiro a mi hermosa y cómoda cama y sigo analizando todo lo ocurrido. De tantas vueltas que le doy al tema de Fede me dolió la cabeza – Mejor ir a dormir – Me coloco mi pijama, una polera que llega hasta mis muslos blanca con pequeños dibujos de ardillas – ¿Qué? No me juzguen todavía no supero eso, es que son tan adorables - me acuesto y Morfeo me llama automáticamente.

(...)

He decidido llegar temprano a clases y me levante al primer ruido que hizo mi alarma, merezco un puto premio por eso. Manejo a toda velocidad para llegar a la universidad y ver si me topo con Federico para cumplir mi linda misión.

Al llegar no logro encontrarlo y me doy por vencida, hasta que veo a un hombre con amplia espalda y cuerpo muy trabajado bajando de una gran camioneta – mierda sí que sigue bueno este energúmeno – Decidida camino hasta él y voy directo al grano.

- Hey, idiota, ¿porque rayos volviste? – voy directo al grano y el solo me mira con su estúpida y sensual sonrisa en el rostro Puto.-

- Bueno querida ardillita, he vuelto para terminar mi carrera ya que tuve problemas en el otro lugar – Me mira con superioridad y yo solo coloco los ojos en blanco – y obvio para recuperarte.

QUE MIERDA DIJO ESTE IMBECIL, me quedo en blanco yo creo que estoy blanca como papel al escuchar eso y para colmo las estúpidas avispas asesinas se encienden en mi estómago – O no alerta Fiorella Danger! Danger! Corre estúpida, sálvate Creo que haré caso a mi conciencia y saldré de acá.

- Eeeeeh, ok creo que me voy... - lo miro y salgo disparada a otro sitio y siento su mirada en mi nuca, mierda esto no resulto como esperaba, me dijo todo directo y yo la tonta no supe que hacer. Creí escapar sana y salva, hasta que siento que alguien toma mi brazo y me voltea de manera brusca.-

- Tu y Yo pequeña ardilla estamos destinados a ser el mayor desastre que pueda existir y tú tienes claro eso – me guiña un ojo y se da la vuelta dejándome plantada como retardada en el pasillo.

HEMMER TRAS LAS REJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora