Han pasado 3 años desde que estoy en la cárcel y solo quiero una cosa: Probar mi inocencia... Alguna vez se han puesto a pensar porque suceden las cosas, bueno yo sí.
Mi nombre es Fiorella Hemmer, tengo 25 años y queda poco para escaparme de este i...
Han pasado aproximadamente 3 horas desde que sacaron a Rita de este asqueroso lugar. Pobre mujer, quedar entre rejas por defender a su hija... maldita justicia, siempre protegiendo a las personas incorrectas y fallándoles a los que de verdad necesitan ayuda.
Me quedo perdida en mis pensamientos, analizando todo lo sucedido y no logro entender nada ni llegar a una conclusión del porque estoy acá. Sigo dando vueltas al asunto hasta que llega el oficial gordito y odioso – ya lo detesto – con un compañero. Este último es el primero en hablar.
- Señorita Hemmer, acompáñenos acaba de llegar su abogado y el juez le informara de que la acusan y que sucederá de ahora en adelante .- Solo muevo mi cabeza dando a entender que capto la información y me levanto de la incómoda litera.
- Las manos en la espalda – me ordena el gordito – Sigue caminando sin decir palabra alguna niña, estas en un lio que es mejor guardar silencio – se hace un nudo en mi garganta pero prefiero hacer caso.
Me sacan de la celda y me dirigen a una especie de habitación donde está el abogado Martins. Cuando me ve me hace una seña para que tome asiento frente de él. Me siento y espero que hable y me explique qué sucede acá.
- Fiorella, Estas en un lio de los grandes – hace una mueca con su boca – te acusan de matar a la joven Roman. Encontraron pruebas en tu contra, el cuchillo tiene tus huellas, la ropa y cuello de la víctima también.
Lo interrumpo con una risa nerviosa, suena como un quejido en realidad.
- Deténgase señor, como me culpan a mi yo la encontré así! Jamás la mataría es estúpido en todos los sentidos. EL vestido es mío tal vez por eso las huellas, y en su cuello es lógico la encontré así y coloque mis manos por inercia en su herida – recordar eso me da escalofríos, mi mente no supera la imagen de mi rubia... -
- Fiorella, entiendo todo lo que dices pero las pruebas están ahí. Encontraron el celular de la joven Roman y había un mensaje, el último en realidad en su buzón y era tuyo... - se queda en silencio un momento mirándome con pena y prosigue – decía que la matarías por ser haber hecho eso y que cuando llegara la noche arreglarían las cosas –
Recuerdo ese mensaje. Le dije eso porque se encontró con Fede y lo insulto a medio pasillo de la universidad. Fue antes de la fiesta y luego hablamos en mi casa....
- Esta en un grave error. El mensaje fue sacado de contexto, era en broma. Le dije eso porque se encontró con mi nov... perdón amigo y lo insulto en la universidad. Por eso el mensaje – Dije rápidamente intentando aclarar todo.
- Ya no puedo hacer nada señorita, todo apunta a usted y por lo que estuve investigando tienen fotografías donde sales atacándola – Mi boca debe llegar hasta el suelo. No puede ser verdad. Ese imbécil planeo todo. Es imposible...
Tocan la puerta sacándome de mi asombro por lo que dijo el abogado y entra el oficial alto de recién. Le hace un gesto al abogado para que se retire.
- Te espero afuera Fiorella, estoy con tu madre. Intentaremos hacer todo lo que esté a nuestro alcance – Me sonríe con tristeza y sale de la habitación.
Me quedo mirando cómo sale y en eso se acerca el oficial.
- Señorita Hemmer, no me presente correctamente hace unos momentos, soy el oficial Rojas – Me sonríe y me hace una seña para que me levante de la silla. Me levanto de mala gana y sigo escuchando lo que dirá.- Ahora la llevare a al juzgado, se encuentra en estas mismas instalaciones. Yo la trasladare hasta dicho lugar y ahí el juez decidirá qué hacer.
- Gracias oficial... - Lo digo en un tono muy bajo, ni siquiera sé si ha escuchado.-
- Cometeré una indiscreción – Lo miro sin entender – No creo que seas culpable, leí tu caso no le encuentro fundamento a la acusación y tu forma de ser – pestañeo rápidamente, sin dar crédito a lo que él dice – Pero admito que la persona que te quiere ver acá es hábil porque esta difícil salir de esta.-
- Gracias, al menos alguien cree en mí. Jamás la lastimaría... – Bajo la cabeza y un par de lágrimas caen por mis mejillas.-
- Hey, no llores. Disculpa por la indiscreción, mejor salgamos así veremos que sucede contigo - Me sonríe y me saca esposada de la habitación.
Avanzamos por un pasillo de aproximadamente de 7 metros de largo con paredes grises, muy deprimente el lugar. Solo hay 5 cuadros a lo largo del pasillo y son muy feos – Te llevan ante un juez y tu pensando eso Fiorella – Hay unas cuantas sillas de espera pegadas a las paredes. Me detengo cuando él oficial Rojas me dice que guarde silencio para que no salga perjudicada o utilicen algo en mi contra. Le digo que si en un tono de voz muy bajo para que solo él me escuche.
- Adelante señorita Hemmer, tome asiento y espere a que la llamen al estrado. Recuerda lo que te dije – Me sonríe y se sienta atrás de mi esperando que me llamen.-
Espero ansiosa y analizo todo a mi alrededor. No me había percatado que él oficial Rojas es atractivo... Dios que oficial! Es como un dios griego. Espalda amplia, brazos tonificados y un rostro con rasgos muy fuertes, y ojos color café o miel no lo noto del todo. Yo creo que debe tener unos 26 aproximadamente Que mierda estoy pensando, no es el momento ni el lugar para pensar en lo atractivo que es este bom-bom de oficial. Por estar pensando en lo atractivo que es, no me percato que se pone de pie y me dice que me levante. Agacho la cabeza porque siento mi cara de todos los colores – eres un perfecto arcoíris tonta.-
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No escuche cuando me llamaron, así que solo camino hasta llegar al estrado. Veo a lo lejos a mi madre, a mis queridos abuelos y al abogado. A los padres de Alessia que me miran con tristeza. No encuentro a Federico, pero lo que si encontré fue a muchos periodistas todos sentados esperando que inicie todo.
Me sientan delante de un juez, algo viejito y este golpea con un martillo - o como se llame - la mesa, llamando la atención de todos en el lugar. Lo miro expectante y nerviosa. Comienza diciendo mi nombre y todos mis datos personales, prosigue con los datos de Alessia y la causa de su muerte. Presenta todas las pruebas en mi contra y quedo cada vez más pasmada. El cuchillo, mis huellas, las fotos, el celular...
- Dicho todo lo anterior Prosigo con la sentencia. Señorita Fiorella Hemmer, queda acusada del asesinato de la señorita Alessia Roman. En conclusión se declara culpable y con una pena de cárcel de 3 años y un día, corresponden 7 años pero por la falta de antecedentes se rebaja la pena.- Mi mundo se congela y todo se vuelve lento. Escucho a mi madre y abuelos gritar que se equivocan que Él Lo hizo pero no les toman atención. Él oficial Rojas me mira con tristeza y se acerca para sacarme de la sala. Yo solo lloro y pienso en todo lo que viví con mi hermosa rubia....
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Mucho tiempo desde que actualice! bueno espero que les guste :D
