HEMMER TRAS LAS REJAS

CAPITULO 9

PRIMER AÑO DE ENCIERRO...

Llevo un año acá, un mísero año de infierno. Aproximadamente a los 5 meses me adapte, las reclusas ya no se aprovechan de mí, ya no me golpean; posiblemente la carne nueva les aburrió... Recordar lo que viví desde que ingrese me ha hecho más fuerte, Rita me enseñó a defenderme y si, ella está en la misma prisión que yo. Al comienzo estaba sola no conté con su apoyo, nos encontramos al segundo mes porque la trasladaron de sección específicamente a la C-3, la mía.

Hanna me ayuda en lo que puede , se podría decir que es algo así como una amiga. Ella y Rita han sido un gran apoyo en este infierno y espero en algún momento devolverles la mano.

Todo se basa en seguir la corriente, si alguien dice que la pared es blanca (aunque sea negra) inmediatamente debes afirmar que es blanco, aprendiendo esta lección todo es más llevadero; a los 3 meses la aprendí y me evite muchos castigos...

- Mama, estoy bien. Deja de llorar que ya va un año y sigues con lo mismo deberías estar acostumbrada.

- Jamás Fiorella! Verte con esos trajes, tus ojos tristes. No puedo verte sin llorar.

- Madre – la miro con tristeza, pero cuando me mira coloco la mejor cara que puedo – Quiero que seas fuerte. Sabes que siguen averiguando para encontrar al culpable y liberarme. Por eso debes ayudar a Lorenzo y mi abuelo y debes ser fuerte.

Lorenzo se convirtió en un gran amigo, al momento de conocer a mi madre le digo que la ayudaría en lo que pudiera y junto a mi abuelo han hecho lo posible para llegar a ese maldito...

- lo tengo claro hija, son solo momentos. Pero sabes que soy fuerte por ti – su sonrisa es lo más sincero que he visto en meses.-

- ya es hora de despedirnos Giordanna. Te amo mamá, nos vemos el próximo fin de semana y espero traigas buenas noticias. – la abrazo y le beso su frente. Ojalas se quedara más tiempo, una hora no es suficiente.-

- Te amo preciosa...

Ver como se aleja me rompe el corazón pero no debo ser débil, lo repito mil veces.