Capítulo VII A casa de la abuela

23 5 4
                                    

Me encaminaba hacia la puerta de la estancia para ir a casa de abuela donde recibiría mi tercer y último regalo de cumpleaños, mi abuela siempre me regalaba cosas que quizás al momento no las utilizaba, pero luego inevitablemente por alguna razón tenía que usarlo, porque literalmente era útil en esa tarea.

Hope me esperaba fuera en la acera bajo la sombra de un Búcaro, le hice señas a través de la ventana para decirle que me esperara un poco más, subí las escaleras corriendo hacia a mi habitación y por cualquier pensamiento resolví que era buena idea buscar el arco y el carcaj para llevarlo conmigo.

Por primera vez lo observé con detenimiento, el arco estaba echo a partir de un listón de Fresno, La anchura de la empuñadura media treinta y siete milímetros y tras de sí, se mantenía esta anchura una pulgada para empezar a estrecharse hasta quince milímetros, El dorso estaba reforzado con fibras de cáñamo y pegamento, La empuñadura estaba hecha con una tira de piel sobre una envoltura de hilo de lino, y no me creerán, pero la verdad no tengo ni la más remota idea de donde saqué toda esa información. Después me di de cuenta que las flechas no eran comunes.

Es decir su cuerpo era de madera, su astil media unos treinta centímetros estaba hechas de la misma madera que utilizaron para el arco en un extremo estaban rematadas con plumas de un intenso color rojo de un tipo de ave que no se nada con exactitud, en el otro extremo sus puntas parecían estar hechas de hierro u otro metal de color bronce, al tocarlas pude sentir que estaban afiladas como las agujas que guarda mi abuela en una caja de galletas, parecían en realidad de verdadero bronce, aunque también pueden ser de hierro con el color del bronce... en fin terminé de detallar bien el arco y las flechas me dispuse salir hacia la casa de mi abuela, bajé las escaleras de nuevo a la estancia.

Vi que mamá hablaba con un hombre alto, mediría un metro ochenta y cinco quizás, tenía el cabello castaño entre liso y rizado, un tono de piel como bronceado a la perfección, le hacía parecer como mi color de piel, y unos ojos celeste como el cielo, vestía una camiseta de color blanco con mangas cortas color gris, traía bordada con hilo azul una flecha apuntando hacia arriba dentro de la flecha, estampado un triángulo gris que por dentro poseía la marca Guess y un signo de interrogación encima, tenía unos tejanos negros con el detalle de los hilos dorados como si fueran de oro; El hombre tenía un aire familiar.

No entendí mucho de lo que hablaban porque utilizaban el idioma francés, mi madre viajó por muchos lugares en su juventud siendo modelo y cantante, eso le sirvió para aprender muchas cosas incluyendo el idioma francés y otros como; el inglés, el latín, el portugués, y etcétera, de los cuales el único que logré aprender fue el inglés y el latín que a decir verdad se me facilitaban más que el francés.

Sabía que ya lo había visto antes, pero con exactitud no recordaba haberlo visto en ninguna reunión familiar, o en ningún lado, desvió la mirada de mi madre y me observó con una mirada de... ¿orgullo? No lo sé, acto seguido volvió la mirada hacia mi madre de nuevo, no le preste mucha atención que digamos, desvié la mirada hacia afuera donde Hope me esperaba, estaba sentada mirando el cielo melancólicamente, me sentí mal por eso, salí de casa y me reuní con ella.

— ¿Sucede algo? — pregunté.

— Nada... solo... olvídalo — dijo ella entre suspiros.

— Cuéntame lo que querías contarme, claro... si quieres — le dije.

— Mejor vamos a casa de tu abuela — me dijo.

Sentí como si agua fría me recorría desde la cabeza, supuse inmediatamente que ya no tenía confianza en mí.

— Cuando volvamos te contaré todo — concluyó.

En Busca Del Hijo De La Guerra (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora