Tocaron el timbre para entrar. Yo no quería, pero mi siempre puntual amigo me obligó a entrar a clases, sabía que insistiría hasta hacerme entrar así que me di por vencida casi al instante. No tenía fuerzas para luchar en una causa perdida.
-Buenas días jóvenes – entró nuestra profesora de artes. La conocía muy bien, nos había hecho clases desde hacía bastante tiempo. – no hay tiempo para presentaciones.- ella ya nos conocía a todos - Este año tendremos muchos proyectos, así que les daré las instrucciones de la clase. – la profesora anoto algunos apuntes en la pizarra y luego los repasó en voz alta – Saquen un cuaderno y lápices, siéntense en un lugar que les produzca comodidad, pueden estar solos o acompañados, no importa. Deben dibujar algún sentimiento que estén experimentando, un sentimiento que los esté llenando. Es algo básico así que no tendrán problemas.
Todos salimos al patio. Yo me escabullí de mis amigos y comencé a vagar por el colegio para encontrar un lugar solitario. La verdad es que no había lugar alguno que estuviera vacío así que me devolví hacia la sala de clases, que, para mi buena suerte, estaba vacía. Me senté al final de la sala en un rincón, escondida y comencé a visualizar algún sentimiento que me invadiera. Lo único que veía era rabia, tristeza, melancolía, más rabia y más tristeza. No había nada positivo, no tenía nada bueno. ¿Y como podría traspasar estas emociones a un dibujo?
Comencé a imaginarme los sentimientos uno por uno hasta que, finalmente dibujé un cuerpo de mujer que estaba recostado sobre el suelo en posición fetal, y estaba enredada en una tela de araña enorme. Las paredes eran oscuras y el único lugar iluminado era donde ella se encontraba, sostenía un corazón que tenía atravesado un cuchillo y parecía presionarlo fuertemente contra su pecho.
Ese dibujo no se lo podía enseñar a mi profesora, no, no. A menos que quisiera una visita gratis con la sicóloga, pero no. Así estoy bien.
Comencé a dibujar cualquier cosa que tuviera colores brillantes. Finalmente, y no sé como, terminé dibujando unos hermosos ojos verdes. Sólo eso, unos hermosos ojos verdes. Este dibujo no se veía tan depresivo como el otro, es más tenía una buena idea de que decir en caso de que preguntaran.
Me puse de pie y escondí rápidamente mi otro dibujo en mi mochila, justo antes de que llegaran mis compañeros de clases con la maestra.
-Sophie, ¿Dónde andabas?
-Estuve aquí, Mikey, aquí.
-¡Te buscamos por todas partes! – pude ver que Ray no estaba de acuerdo con eso.
-Creo que lo hiciste sólo tú, Mikey. – Mikey volteó a ver a Ray y este sólo miró hacia otro lado.
-Bien chicos, creo que es buena idea que expongamos nuestros trabajos para ver como se están sintiendo.
¿Qué les ocurría el día de hoy a los profesores? ¿Por qué todos tenían ganas de saber lo que estaba pasando con la vida de los demás? ¡Arg!.
Comenzó a llamar por puestos, menos mal que estaba de las últimas casi.
Todos decían lo mismo los chicos sólo tenían un sentimiento el amor al deporte y las chicas todas hablaban de corazones, amor, ilusiones y toda esa mierda que acostumbramos a hablar las chicas. Y, mi amiga, Angel, no se salvó tampoco.
Ella dibujó un hermoso corazón con alas que además estaba flechado. No era difícil adivinar de quién era esa flecha.
Me tocó el turno a mí. Expuse mi dibujo y pude ver la cara de asombro de algunos.
-dibujé esto porque em… me ¿confunde? Es el recuerdo de alguien que he visto una vez en mi vida y me confunde no saber quien es – fue lo único que dije. En cierta parte era verdad y en cierta parte no. Porque la verdad es que había olvidado completamente al chico de los ojos verdes hasta recién cuando necesité una excusa y si era verdad que me confundía, un poco.
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Dulce y Amargo
Fanfiction1- Los cuentos de hadas no son para mi 2- Dulce y amargo 3- Cenizas parte 1 4- Cenizas parte 2 5-Escala de grises PD: Quiero dejar muy en claro que esta novela NO ME PERTENECE, está sacada de una pagina de Facebook en la cual pueden acceder fácilmen...