VII

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Baekhyun se encogía cada vez más en el asiento del copiloto, mirando a la ventana. Chanyeol iba en silencio, pero su expresión lo decía todo.

-¿Qué?-. Había preguntado y Baekhyun se quedó callado, mirándolo al borde del llanto.

-Dije que fue mi culpa, yo lo provoqué...- Chanyeol lo miró enojado y lo tomó por la muñeca para llevarlo hasta el auto. Otra vez iban callados.

-Chan...- llamó Baekhyun mirando a su novio.

-¿Uhm?-. Dijo sin quitar su vista del frente.

-Lo siento...

-¿Porqué?-. Preguntó el pelinegro aún serio.

-Por lo que sea que sigas enfadado conmigo...

Chanyeol suspiró. Orilló el auto, se estacionó y se giró a ver a Baekhyun.

-Estoy molesto porque lo dijiste para detenerme... Me molesté porque lo defendiste...

-Eres un bobo-. Dijo Baekhyun y extendió su mano derecha hasta el rostro del chef, pasó un dedo por su labio inferior y se lo mostró a él: había sangre. Sehun le había roto el labio en ese único golpe. Los ojos de Chanyeol se abrieron grandes. -No fue por él. No quiero que nadie te haga un solo rasguño...

Chanyeol entonces, bajó la mirada, escondió el labio inferior con ayuda de sus dientes, sintiendo ese sabor a hierro en la boca, luego se inclinó hasta el menor y recargó la cabeza en su hombro.

-Yo lo siento, Baek... Perdóname por siempre ser tan impulsivo-. Baekhyun sonrió. Lo apegó a su pecho y le besó la coronilla.

-Ya está, Yeol... No peleemos más-. Chanyeol asintió. -Te amo...

-Y yo a ti...

****

Baekhyun dio un trago a su botella de agua mientras su amigo le contaba lleno de emoción sobre su nuevo compañero de cuarto, Yifan. Era un chico recién llegado de China y que también venía a estudiar. Se habían entendido de maravilla y Yixing tenía la impresión de que él le resultaba atractivo.

Baekhyun reía y recargaba luego los codos sobre la mesa de la cafetería, mirando atento al pelinegro. Estaba tan absorto en su plática que no notaba al peliplata a un par de mesas de distancia mirándolo con los ojos casi brillantes, como si lo estuviera acechando.

La fascinación de Sehun por ese niño de manos bonitas estaba volviéndose casi una obsesión. Lo seguía por todos lados en la escuela, conocía sus horarios, había investigado a sus amigos... Quería saberlo todo de él y había comenzado a investigar, ahora sabía que Baekhyun era dos años mayor que él, que odiaba estudiar gastronomía, que le gustaba cantar y que había sido su padre quien contrató a Park Chanyeol como su tutor.

Se sentía tan emocionado el día en que le habían otorgado permiso en la escuela para adelantar clases gracias a sus calificaciones... Él sabía perfecto qué clases adelantar, porque sabía cuáles eran las que Baekhyun tomaba.

Al pequeño heredero se le vino el mundo abajo el día en que su mejor amigo lo codeó para que viera quien entraba y trató inútilmente de esconderse detrás de él.

-Vaya... Qué concidencia-. Fingió sorpresa el peliplata mientras se acercaba a ellos.

-No creo que sea ninguna coincidencia, señor Oh-. Recriminó Baekhyun y resultó ser que Sehun era buen actor porque alzó las cejas como si esas palabras lo tomaran por sorpresa y rió.

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