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Chanyeol se pasó la noche del sábado dando vueltas en la cama. La mañana del domingo llegó a él sin un sólo minuto de sueño. 

Llevaba una semana entera sin poder comunicarse con Baekhyun, sin verlo porque (según el padre del heredero) estaban en exámenes en la Universidad y no podría ir a sus clases con él... Pero ya era demasiado. Tenía que verlo, verlo y hablar con él. Se levantó y se duchó, se arregló, se puso gafas oscuras para ocultar sus ojeras y salió de su casa en camino a la de Byun Baekhyun.

Empezaba a hacer frío. Guardó las manos en los bolsillos del abrigo y se encogió un poco dentro de él, el frío se colaba aún así dentro de su ropa y tuvo que acelerar el paso para entrar un poco en calor; sin embargo, se detuvo de golpe antes de atravesar una de las calles... Ahí estaba Baekhyun, iba sonriendo del brazo de Oh Sehun.

Trató de desviar la mirada y dar la vuelta, pero simplemente no podía, se quedó mirando como iban riendo y bromeando... Entonces fue descubierto. Oh Sehun giró la cabeza sobre su hombro y pudo ver al chef con su mirada casi perdida y una sonrisa casi burlona cruzó por sus delgados y rosados labios, pasando luego, casi con malicia, el brazo por encima del hombro de Baekhyun, quien no se daba cuenta de nada.

Chanyeol quiso ir a golpearlo. Y estuvo a punto de hacerlo de no ser porque se dio cuenta de que no tenía caso... Los músculos se le relajaron y la mandíbula se destensó, se dio la vuelta y regresó como derrotado sobre sus pasos.

Fue entonces que la opción que lo atormentó toda la noche tomó forma en su cabeza como una decisión.

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Sehun dio un largo sorbo a su bubble tea y Baekhyun suspiró por enésima vez. Sehun torció la boca y se reclinó en su silla.

-Baekhyun, no. Me arruinas la felicidad de mi bubble tea de chocolate-. Baekhyun levantó la mirada y le hizo un puchero.

-Lo siento, Sehun. Pero me siento muy triste-. Dijo antes de beber un corto trago a su té chai y reclinarse luego en su silla también. -Además tomamos esto todos los días, puedes ser feliz mañana-. Agregó y Sehun negó con la cabeza.

-Lo que yo digo, querido, es que no tienes motivos para estar así.

-Sí que los tengo-. El peliplata negó con la cabeza, pero Baekhyun continuó. -Chanyeol no me ha llamado ni buscado. Ayer él no trabajó y pensé que me buscaría, pero no... Yixing me ha abandonado porque Yifan ahora lo tiene todo para él. Y no lo culpo, está enamorado... Pero me siento solo.

-Vamos, Baekhyun. Me tienes a mi.

-No me malinterpretes, Sehun. Me divierto mucho contigo, pero extraño a Yixing... Y a Chanyeol. No dejo de pensarlo, me duele creer que ya no me ama y...- su discurso fue interrumpido por ese típico sonido al sorber de un popote cuando ya no queda casi líquido. -¡Sehun!-. Reprendió y el peliplata rió.

-Me estás deprimiendo, Byun Baekhyun-. Dijo con su típica sonrisa ladina y el mayor negó con la cabeza.

-Eres un pésimo amigo, Oh.

-Soy un grandioso amigo, pero la cosa es que no quiero ser TU amigo, y lo sabes-. Baekhyun rió un poco y negó con la cabeza.

-¿Ah, sí? Pues fíjate que tampoco quiero que seas mi amigo; pero no me queda otra opción que pasar mi tiempo contigo-. Dijo antes de sacarle la lengua.

El menor tronó los dientes y luego ambos rieron. Por supuesto que eran amigos, aunque aún les era raro reconocerlo.

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Chanyeol se mordió los labios ansioso mientras esperaba en el estudio de Byun JoonMin. Entrelazó sus manos sobre sus piernas y distrajo a su mente observando como avanzaba el segundero del reloj de pared sobre el escritorio de su jefe.

Learning LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora