Learning Love

IX

La luz en su cara lo despertó de una manera no muy agradable, abrió los ojos despacio y sintió como si la cabeza le fuera a estallar. Miró un poco a su alrededor, parpadeó y luego se sentó de golpe.

-¿Dónde rayos te metiste, Byun Baekhyun?-. Murmuró para sí y se frotó la cara, notando entonces lo grande que le quedaba la pijama que traía puesta. Trató de recordar lo que había sucedido y cómo es que había terminado con esa ropa puesta y mal tapado en un sofá. Echó un segundo vistazo al apartamento (bastante bonito, en realidad) en el que se encontraba y al mirar detrás de sí, pudo recordar en dónde estaba: Justo arriba del sofá en el que había pasado la noche, había un gran cuadro de Oh Sehun con el cabello negro, usando traje y, por lo visto, estaba modelando el gran reloj plateado en su muñeca. Era una foto bastante buena, tuvo que reconocer... Una nueva punzada en la cabeza lo hizo olvidarse de la foto, se masajeó las sienes y decidió ir a buscar un poco de agua.

Caminó sigiloso por la estancia y al llegar a la cocina, le tomó varios segundos poder dar con un vaso para llenarlo de agua, al conseguirlo, lo acabó de un trago y se limpió la comisura de los labios con la manga de la pijama. Mientras regresaba a "su" sofá, se encontró con una revista sobre la barra. En la portada estaba la misma fotografía de la pared, ladeó la cabeza y sin darse cuenta comenzó a hojearla. Sehun era muy buen modelo... Tenía que reconocerlo también.

-Es demasiado temprano para curiosear-. La voz lo hizo pegar un salto y en un instinto, cerró la revista y soltó un golpe ciego con esta a dónde provenía la voz. -¡Hey! ¡ten cuidado! ¡Es ejemplar de colección!-. Dijo el peliplata mientras se la arrebataba y la arreglaba un poco.

-Lo siento, ¡pero me asustaste en serio!-. Se excusó y el más alto rió.

-Es bueno ver que no has olvidado tutearme al despertar-. Baekhyun echó una mirada a Sehun y parpadeó. Éste estaba ya bañado, vestido, peinado y perfumado. Incluso despedía un suave olor a menta mientras hablaba.

-¿Por qué estás tan arreglado?-. Preguntó confundido y Sehun levantó la ceja.

-¿Qué hora te imaginas que es, Baekhyun? Tenemos que ir a clases-. Al heredero se le abrieron grandes los ojos, miró el reloj de pared y soltó un gritito ahogado.

-¡Demonios!-. Dicho esto comenzó a correr como loco por la estancia sin saber a donde ir. Sehun rió.

-La ducha está en la única puerta de mi pieza, que es la puerta de allá-. Al escucharlo, Baek detuvo si carrera sin sentido y se giró a verlo. -Ahí dentro hay toallas y tu ropa esta limpia y doblada ahí mismo. Puedes usar todo lo que está en el mueble del baño para arreglarte, ahí hay un cepillo de dientes nuevo... No uses el azul, ese es mío. Apresúrate o no te dará tiempo de desayunar.

-Gracias-. Dijo Baekhyun tímidamente tras escuchar todas esas instrucciones y volvió a correr a dónde le había indicado el menor.

Al estar dentro de la ducha, inevitablemente se puso a pensar: Sehun parecia no ser el niño mimado que creía, al contrario, parecía ser muy responsable y a juzgar por la apariencia del apartamento y su manera de hablar, era extremadamente ordenado también. Resultó que de los dos, él era el niño mimado... Hizo un puchero y continuó con su baño. Al salir, se tomó el tiempo de doblar la pijama que traía puesta, se vistió, peinó y perfumó con la misma loción que Sehun y luego salió.

Ya ni siquiera se sorprendió al hallar el sofá impecablemente ordenado, la manta doblada y un aroma como a madera en el ambiente. Lo que sí le sorprendió fue encontrar el desayuno servido para él y a Sehun comiendo con bastante decoro. Se sentó despacio frente a él y tomó sus cubiertos con timidez.

-Come rápido y ya-. Dijo Sehun ligeramente exasperado y Baekhyun se limitó a asentir, sintiéndose algo intimidado.

Comieron en silencio y el castaño empezaba a sentirse bastante incómodo, así que decidió hacer algo de plática.