VIII

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Baekhyun corrió por el silencioso pasillo hasta la angosta escalera de madera, corrió para bajar y atravesó todo el restaurante hasta la cocina. Al llegar, comenzó a golpear la puerta.

-¡Chanyeol!, ¡vamos, abre!-. Pidió a medio gritar sin importarle las miradas que poco a poco se posaban en él. -¡Tienes que escucharme!, ¡No puedes dejarlo asi!... ¡¡Abran la maldita puerta!!-. Suplicó y sintió entonces como su vista se empezaba a nublar por la capa de agua que los recubría. -Yeol... Por favor...- dijo esto último en un susurro, recargando su frente contra la madera de la puerta. Unos segundos después, esta se abrió.

-¿Byun Baekhyun?-. El castaño elevó la mirada y se sintió decepcionado al ver a Joonmyun.

-Déjame entrar-. Pidió tratando de internarse en la cocina, pero el sub chef le bloqueó la entrada con el brazo.

-Lo lamento, Baek. Pero mi jefe dice que no quiere ser interrumpido ahora...

-¡Oh vamos!, ¡se está portando como un...-

-Estás armando un escándalo...-. Susurró el sub chef interrumpiendo al heredero y éste echó un vistazo a su alrededor, notando las miradas curiosas de las personas.

-Necesito hablar con él... Por favor...- pidió el castaño con la voz baja y Joommyun negó con la cabeza.

-Lo lamento, Baekhyun... Pero tendrá que ser luego-. Tras decir esto, cerró la puerta despacio y el castaño se quedó varios segundos quieto frente a la puerta, sin hacer o decir nada.

Suspiró. Y al exhalar se le salieron un par de lágrimas que limpió en seguida. Su rostro pasó de uno triste a uno lleno de enojo y apretó los puños.

-¡¡Es mi maldito restaurante!!-. Gritó antes de patear la puerta, girar sobre sus talones y caminar furioso hasta la salida ignorando por completo todas las miradas curiosas y reprobatorias de las personas que estaban comiendo.

Estando afuera se alborotó el cabello con frustración, recordando que había llegado en el auto de Chanyeol y que el suyo tardaría mucho en llegar. Decidió tomar un taxi, así que caminó un poco sobre la acera hasta el semáforo donde pensaba tomarlo. En este pequeño tramo, un auto deportivo negro comenzó a seguirlo despacio. Baekhyun frunció el entrecejo al notarlo y giró de pronto la cabeza para mirar al piloto del auto.

-Lo que me faltaba...- dijo con fatiga y el piloto del auto sonrió ladino.

-Ya sé que soy justo lo que te hace falta, Byun Baekhyun...

El heredero rodó los ojos ante el comentario y suspiró.

-No estoy de humor, Oh Sehun. Le agradeceré que me deje en paz...- Baekhyun comenzó a acelerar el paso, el peliplata estacionó su auto y bajó para comenzar a seguirlo después, el castaño al notarlo detrás de sí, torció la boca y se giró de pronto sobresaltando al menor.

-¡Deje de seguirme, maldición!-. Casi gritó y algunas personas giraron a verlos. Sehun abrió los ojos sorprendido y trató de hablar, pero Baekhyun lo impidió tomando la palabra de nuevo. -No me salga con algún comentario impertinente porque hoy ya he tenido bastante de su impertinencia. ¡¡Es todo culpa suya!!-. Gritó y Sehun frunció el entrecejo, irritado.

-¿De qué rayos estás hablando?-. Preguntó, aunque él comenzaba a imaginarse de qué iba todo ese asunto.

-¡Como si no lo supiera!... ¿¡Por qué tenía que llamarme!? ¿Quería que él me odiara?, pues bien, lo consiguió. ¡Ahora déjeme en paz!-. Dicho esto retomó sus pasos; pero Sehun corrió tras él y lo tomó por la muñeca.

-Aunque quizá no vayas a creerme, esa no era mi intención. Al menos no hoy...- Baekhyun lo miró con el ceño fruncido mientras trataba de librarse del agarre del más alto. Pero éste continuó. -Quería ponerme de acuerdo contigo para la clase, sólo eso... Lamento haberte causado problemas con tu...

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