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NARRA NATSU:

Llegué a casa cansado de tanta caminata, tanto helado, tanta felicidad y tanta hermanita kawaii preguntona.

-Onii-chan -aquí viene otra vez- creo que a la chica de la floristería le gustas.

-Wendy...cariño...veamos...-le sonreí falsamente- ¡no nos conocemos! -grité- ¡¿Que te hace pensar que le gusto?! -pregunté histérico.

-Pues...la manera en la que te miraba, como te sonreía -la interrumpí.

-Eso se llama ser amable. En muchas tiendas te atienden de forma amigable y amistosa para que compres sus productos y así vuelvas.

-No se, no creo que fuera por eso... a mi me ha parecido amor a primera vista -puso los ojos con corazones.

-Deja de decir tonterías, eso no existe -rode los ojos.

-¡Claro que existe! -gritò.

-Pues sólo será en los cuentos mágicos...

-Mentira!

-Verdad!

-Eres...¡t-te odio Natsu! -un segundo, acaso me llamo...¿Natsu? no me dijo onii-chan...que demonios estoy haciendo, es una niña pequeña, es mi hermanita. Soy un completo idiota.

-¡Wendy espera! -la llamé pero fue inútil, solo oí un portazo proveniente del piso de arriba.

Subí las escaleras pesadamente para dirigirme a la puerta de su habitación. Toque varias veces sin recibir respuesta alguna. También grité su nombre y la llamé varias veces, pero igual no respondió. Puse la oreja contra la puerta y pude oír algunos sollozos. Juro, se me partió él alma al oírla así. Probé a abrir su puerta, pero no conseguí nada, había puesto él seguro. Tonta no es.

-¡Ya estoy aquí! -oí del salón a mi padre. Bajé las escaleras cansado y le saludé.

-¿Y esa cara hijo? ¿Mal de amores? -abrí los ojos y lo mire furioso.

-¿¡Que os pasa a todos hoy con él dichoso amor!?

-¿Que? -hizo una mueca de confundido- era una broma, no te lo tomes así.

-Lo siento... -fui hacia la nevera y tome una manzana.

-¿Y Wendy? -preguntó de la nada.

-Em shu habitashon (en su habitación) -continúe comiendo mi manzana.

-Resulta extraño que no este canturreando por aquí contigo... ¿Que le has echo? -preguntó curioso.

-N-nada -tartamudee nervioso.

-Natsu... -sonó su teléfono ¿Alo? Si...por supuesto que si, ahora voy -colgó y poso su mirada en mi- me tengo que ir a una reunión.

-Esta bien, que te vaya bien -me despedí de él.

-Gracias y...¡cuida de Wendy! -gritó por él pasillo.

-¡Que siii! -conteste volviendo a subir en dirección al cuarto de Wendy- Wendy... -sin respuesta- ¡enserio perdoname ya! ¡esto es una tontería! -seguí sin respuesta y sonó otra vez él timbre.

-Quien demonios... -Murmuré hasta abrir la puerta- ostia puta...

-¡Sorpresa!

CONTINUARÁ

Flores Para Luce ¡CANCELADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora