Capítulo 14

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¿¡Escorpio le pega a las mujeres!?

P.O.V Cáncer

-Buenos días.

Le dije a un Escorpio adormilado.

-Buenos días, ¿Como dormirte en el sofá?

Me preguntó burlón, yo solo suspiré dolorida y apenada ya que dormí muy mal.

-Bien, dormí como una princesa...¿Pues como crees que dormí? Pues mal, me duele mucho el cuello.

-Si quieres por la tarde te hago un masaje.

No me vendría mal pero seguro que se aprovecharía de mí.

-¿Y como se que no te quieres aprovechar de mí?

Él empezó a reír.

-¿Me crees a paz de hacer eso?

-Pues, me besaste a traición, te hiciste pasar por mi novio, te líaste con una tia y siempre te veo coqueteando con una chica diferente cada día ¿Qué puedo pensar de ti?

-Bueno yo me he ofrecido a hacerte un masaje, otra cosa es que quieras que te haga el masaje.

Dijo poniendo un trozo de pan en la tostadora.

-Está bien.

Pasamos el día hablando de tonterías mientras comíamos. Empezó a sonar el móvil de Escorpio y contestó.

-¿Sí?...emmmm, sí soy yo...hostias lo siento tío...sí, nos vemos allí, vale, venga, adiós.

-¿Quién era?

Le pregunté ya que se veía feliz.

-Un amigo, quiere que vaya a su casa.

¿No que había dicho que me haría un masaje? Este tío no se decide.

-Ah bueno, pues ya me quedo yo aquí con Ofiuco.

Le sonreí, creo que está celoso de él pero como me dijo Ofiuco él era gay y eso me encantó porque así puedo hablar con él de chicos y os preguntaréis ¿Por qué lo besaste? Pues eso tiene una explicación super sencilla. Él nunca besó a una mujer y quería saber como se sentía.

-¿Y por qué con él?

Estaba mosqueado y me encantaba verlo así, se le marcaba la vena del cuello mientras aprieta la mandíbula haciendo que se le marcase.

-Pues porque él es un gran amigo.

Suspiró frustrado y yo reí por el acto. Me duché y me vestí con algo sencillo. Salí de la habitación y me fui a casa de Ofiuco. Cuando llegué toqué la puerta tres veces y me abrió Ofiuco con una gran sonrisa.

-Cáncer.

Dijo alargando la "e" y después de eso me abrazó.

-Ofiuco te tengo que pedir un favor.

Le dije después de separarnos.

-Dime nena, para eso estoy.

Me dijo como la gran mariquita que es. Siempre le decía así y él se reía.

-Mi amigo me prometió que me haría un masaje pero me ha dejado plantada y como él te tiene celos quiero que vengas al hotel y que me hagas un masaje en el cuello.

-¿Qué te pasó?

Me preguntó un poco preocupado.

-Nada que ayer mi compañero de habitación lo hizo con una tía en mi cuarto y me quedé dormida en el sofá.

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