🔹Esconcer 🔹

Capítulo 9

La llamada

P.O.V Cáncer

Mi alarma me despertó de mi grandioso sueño. Estaba a punto de decirle al señor mayor llamado Cura el "Sí quiero" para que oficialmente Dylan y yo fuéramos un matrimonio. Apagué ese molesto sonido proveniente de mi móvil con  brusquedad y me fijé que no estaba sola. En mi cama había un Escorpio dormido, con la boca abierta y soltando uno que otro suspiro. Me dio tiempo de ducharme, después me fui a mi cuarto para despertar a Escorpio pero para mi sorpresa éste no estaba. Bajé y me dirigí a la cocina ya que mi estómago pedía a gritos ser alimentado y allí fue donde me lo encontré. Estaba sentado frente a la barra de la cocina comiendo una manzana.

—Hola.

Le dije ya que estaba de espaldas.
—Por fin te despiertas. ¿Sabes? Ayer no me soltaste ni un segundo.

Mierda, estaba acostumbrada a abrazar a alguien por las noches.

—Vaya, pues lo siento si te incomodé.

Dije cogiendo una nectarina de la cesta de frutas para darle un mordisco.

—Tranquila, bueno pues nos tenemos que ir.

—Sí pero ¿y tu mochila?

Escuché un "Fuck" departe de Escorpio y un sonido muy fuerte hizo que diéramos un salto en nuestro sitio. Cogí mi mochila y nos dirigimos a la puerta. Ahí estaba Libra y Capricornio en un coche y nos acercamos a ellos.

—¿Con que en casa de un amigo no?

Le dijo Libra para darle lo que parecía ser su mochila.

—¿Cómo sabias que estaba aquí?

—Porque te espío...nah es broma, es porque me lo dijo Cáncer.

Me miró y luego se subió al coche, yo imité su acto. Fuimos hablando por todo el camino hasta que llegamos. A mi me llamaron cosa que me extrañó ya que nadie me llama a estas horas.

*Llamada*

—Buenas ¿Hablo con la señorita Cáncer?

—Emmmm...sí soy yo.

—Llamamos de la empresa Lisicon, una empresa muy famosa aquí, en Londres, una empresa que ayuda y apoya a los boxeadores y a nosotros nos informaron que usted era una gran boxeadora y nos gustaría comtratarte para una competición. Usted no se preocupe, le pagaremos el viaje a Londres con un hotel y todos los gastos pagados.

—Verá señor, yo he dejado un tiempo el boxeo, estoy en la universidad y tengo que acabar mis estudios.

—Bueno pues por lo menos lo intentamos. Perdone las molestias

—No es nada, adiós.

—Adiós.

*Fin de la llamada*

—¿Quién era?

Me preguntó Escorpio mientras caminabamos por la entrada de la universidad.

—Era una empresa de Londres. Quieren que vaya.

—¿Y qué les dijiste?

Me preguntaron Libra, Escorpio y Capricornio al mismo tiempo.

—Que no iré.

—¿¡POR QUÉ!?

Gritaron haciendo llamar la atención de todo el mundo.

—Ah, bueno no sabía que queríais que me fuese.

Les dije un poco dolorida e indignada.

—No queremos eso boba, solo que nos sorprende de ti.

Me explico Capricornio.

—Pues porque tengo a mis amigos aquí, tengo un estudio pendiente y no lo dejaré por una simple competición.

Le explique a todos. Después de eso nos fuimos a nuestras respectivas clases. A mi me tocaba con Cancy. Estaba coqueteando con el maestro. Menuda puta era. Cuando me levanté me fui donde ellos pero en el camino alguien me puso una zancadilla y mire hacia atrás. Era Peter, el niño payaso lo llamo yo. Me levanté y le pegué un puñetazo sin mucha fuerza. Acabé expulsada durante 2 días, me llevaron a un aula donde pasaría el resto de la clase allí . Para mi sorpresa Escorpio estaba allí. Me senté junto a él y éste me miró sorprendido.

—¿Qué haces aquí?

Me preguntó. Yo sonreí y lo miré a los ojos.

—Nada, solo le pegué un puñetazo a uno ¿y tú?

—El maestro me agarró del cuello y yo le pegué.

Me explicó, yo reí y después vino Capricornio.

—Hola chicos.

Nos dijo muy alegre. Parecía que le importaba una mierda todo.

—¿Y tú qué haces aquí?

Le preguntó Escorpio.

—Tirarle una silla a un niño en la cabeza no creo que esté bien.

Nos dijo y reímos para que después se sentará junto a mí.

—DIOS QUE ABURRIDO ES ESTO.

Se quejó Capricornio y tocó el timbre que indicaba la siguiente clase. Nos tocaba gustos. Nos fuimos a nuestras taquillas y a nuestras aulas. De pues de tanto tiempo allí nos fuimos gustos pero en ese momento sabía que no iríamos solos.