Erase una vez una niña de cabellos dorados y una hermosa capa roja. Ella vivía con su madre en un pequeño pueblo en el bosque, y un día fue a llevarle comida a su anciana abuelita...
Bueno, adelantemos, mi nombre es María, aunque nadie me llama así, y tengo 16 años. Cuando la enorme bestia se comio a mi abuela y casi a mí, mi madre decidió alejarse de allí todo lo posible, así que ahora vivo en la ciudad.
Siempre visto de negro, con mi caperuza roja que impide que mis brillantes ojos esmeralda se vean, y lo que viene siendo el resto del cuerpo. Tengo mucho carácter y me considero bastante antisocial. Esto no quiere decir que sea la típica chica de 16 años que se pasa el día encerrada en su cuarto jugando a la play o leyendo libros como una rata de biblioteca, simplemente nunca me ha interesado tener amigos, no lo veo como algo imprescindible para sobrevivir. Si nací sola, puedo morir sola. Esto quire decir que en el tema de "chicos" tampoco estoy interesada. Nunca he tenido novio, ni tengo prisa por hacerlo. Todos los chicos me parecen unos descerebrados e inmaduros incapaces de hacer algo por sí solos.
En la escuela todos "me temen". Como se podría imaginar, no soy la chica amable que te deja un bolígrafo cuando olvidas tu estuche, ni la chica que cuando te la cruzas por los pasillos te saluda, yo no soy esa chica. Tengo un carácter de mierda, soy violenta y no tengo miedo de enfrentarme a quien se ponga en mi camino, lo cual asusta a las chicas y hace que los chicos me respeten. Y me gusta que sea así.
En el tema de profesores, todos quieren ayudarme. La mayoría conocen mi pasado, y la mala relación que tengo con todo el mundo, inclusive mi madre. Así que, gracias a esto y mis envidiables notas, se podría decir que tengo enchufe.
Como último dato importante sobre mi vida que la gente debería saber es que, todos me conocen como
Caperucita Negra....
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Caperucita Negra
RomanceErase una vez una niña de cabellos dorados y una hermosa capa roja. Ella vivia con su madre en un pequeño pueblo en el bosque, y un dia fue a llevarle comida a su anciana abuelita y... Bueno, adelantemos, mi nombre es María, aunque nadie me llama as...