Caperucita Negra

Reconciliaciones

Maria

-Te quiero... -Le dije abrazandole con fuerza-

Pero el no contesto.

Abri los ojos poco a poco y vi en su mirada tristeza. Preocupada por su actual estado me solte poco a poco de su agarre y le mire a los ojos.

-¿Que ocurre? -Este me miro sorprendido y luego nego sonriente-

-No es nada -Me cogio de la mano- Me alegra mucho que hayas vuelto -Sonrei y senti que mis mejillas se tornaban de un color rojo fuerte-

-Espera -Dije al ver que el queria volver a dentro-

-¿Que ocurre? -Pregunto confuso-

-Tu hermana... aun no le he pedido perdon... -Mire al suelo-

-Esta bien, ¿te vere mas tarde? -Sonrio-

-Por supuesto -Le devolvi la sonrisa y me encamine hacia el patio delantero, donde seguramente se encontraba Daniela recibiendo a los invitados-

Corri hacia donde pense que Daniela se encontraria y ¡bingo! acerte.

-Bienvenido, disfrute de la fiesta -Tanta formalidad salir de la boca de mi, pronto, amiga se me hacia bastante extraño-

-Dani, ven conmigo -Sin que le diese tiempo a reaccionar la agarre de la muñeca y la arrastre hacia el patio trasero, donde casi no habia gente-

-¿Que demonios quieres ahora? ¿Y quien te invito a la fiesta? -Dijo soltandose con brusquedad de mi agarre-

-Dani por favor, necesito hablar contigo -Le pedi-

-Ya, el problema es que yo no quiero hablar contigo -Escupio mirandome mal-

-Por favor... -Le rogue con ojos de cachorrito-

-¿De verdad crees que voy a escuchar a alguien que me insulto a mi y a mi hermano y nos cambio por alguien que ni si quiera fue sincero con quien queria? -Abri los ojos como platos, ¿Abdiel le conto que me mintio?-

-Lo siento... -Baje la vista al suelo- De verdad que lo siento... es que... senti furia en esos momentos... -Suspire- No recuerdo haber tenido nunca amigos y por lo tanto tampoco recuerdo como disculparme con ellos pero... de verdad que estoy muy arrepentida -Una lagrima cayo por mi mejilla- Lo siento de verdad... perdoname... -Le mire a los ojos- Amiga...

Ella me miro muy sorprendida y se quedo en silencio observandome, ¿no iba a decir nada?

-Te perdono -Sonrio mientras caian lagrimas por sus ojos-

De pronto yo tambien comence a llorar sin parar, es mas, las dos llorabamos como si no hubiese mañana y nos fundimos en un abrazo. Por fin habia recuperado a mis dos mejores amigos, ya no estaba sola, los tenia a los dos.

Tras varios minutos abrazadas llorando a moco tendido y balbuceando estupideces, que ni yo entendia, las dos entramos al salon donde iba a hacerse la cena. Todos los presentes iban con grandes sombreros que no dejaban ni que se les viera la cabeza, ¿menuda estupidez no?

La gente rica era bastante extraña.

-Bien -El padre de Tyler tosio para aclararse la voz- Primero, me alegra mucho que todos ustedes hayan podido venir a la fiesta de mi hijo y... bueno, no quiero enrrollarme mucho asi que... ¡disfruten de la cena! -Todos rieron-

En realidad el padre de Tyler parece alguien humilde y amable, no como la plastica que tiene como novia, o como todos los demas invitados de la fiesta que estaban riendo tan falsamente como las tetas de la mujer que se habia sentado a mi lado.