Caperucita Negra

Dejate llevar por tu corazon...

Maria

Llegue a la puerta de casa y saque las llaves, pero cuando iba a introducirlas en la cerradura un escalofrio me recorrio de arriba a abajo al recordar que mi madre podria haber llegado ya a casa. Cruce los dedos y rece por que no pasaran de las once y mi madre aun no hubiera llegado, pero al parecer mis ruegos no fueron lo suficientemente altos, porque, al segundo de abrir los ojos todas las luces del salon se encendieron de golpe.

-Mierda... -Gruñi-

Despues de varios segundos pensando en si entrar o no, decidi optar por la primera.

Engaje la llave en la cerradura y empuje la puerta suavemente. Pase dentro de la casa y mi madre me miro con el ceño fruncido. Intente no mirarle y fui directa a las escaleras

-¿A donde crees que vas? -Mi madre me miraba seriamente desde el sofa-

-¿A mi cuarto? -Dije burlonamente como si fuera obvio.Me volvi a mirarla-

-¿No quieres contarme donde has estado? -Me pregunto enfadada-

Sinceramente me encantaba ponerla de mal humor, porque, como e dicho muchas veces atras, no la soporto

-Pues si quiera decirtelo, ya te lo habria dicho ¿no crees? -Dije de forma mas que obvia-

-Bueno, la cosa es que vas a contarmelo si o si -Se cruzo de brazos y espero a que yo contestase-

Adopte la misma pose que ella, pero en vez de contestar me quede callada, ¿acaso ella me contaba donde iba?

-¿Y bien? -Insistio mi madre-

-Ya te e dicho que... -No pude acabar la frase cuando mi madre me interrumpio-

-¡¡Ahora!! -Grito hecha una furia-

-Que te importa -Mi tono era frio y estaba enpezando a mosquearme todo esto-

-Maria, contestame ahora mismo si no quieres que... -Ahora fui yo quien la interrumpio a ella-

-¿Vas a castigarme? -La mire desafiante-

Mi madre abrio la boca para regañarme de nuevo, pero yo fui mas rapida

-No quiero hablar contigo ¿no lo entiendes? Nunca me dedicaste un solo minuto de tu tiempo, nunca me preguntaste que tal las clases, ni si quiera como me encontraba. Nunca te preocupaste por mi, y no esperes que ahora, hiciese como si nada hubiese pasado. Eres la peor madre del mundo.

Eche a correr hacia las escaleras y subi a mi cuarto. Cerre la puerta de mi habitacion y me tire a la cama. Mi cabeza daba vueltas por la cantidad de preguntas que rondaban por ella en esos momentos. Solo queria dormir un rato, pero por alguna extraña razon la imagen de una madre gritando a sus hijos y diciendoles cosas tan crueles... 

No me lo permitia.

Decidi ponerme el pijama y tomar un vaso de leche antes de acostarme, ya que, cuando era pequeña, solia funcionarme

Baje a la cocina y para mi desgracia, mi madre seguia sentada en el sofa, de brazos cruzados, pero con la vista fija en el televisor

Fui de puntillas hasta la cocina, para no ser vista. Lo menos que queria ahora es discutir de nuevo. Saque un vaso de cristal del pequeño armarito, colgado en la pared, y despues abri la nevera para sacar la leche.

Servi la leche en el vaso y la bebi. Recogi el brick de leche en la nevera y meti el vaso al lavavajillas.

De nuevo, sin acer ruido, subi a mi habitacion. Al llegar me mire detenidamente en el espejo.