Caperucita Negra

Como dos niños pequeños...

Maria

Estaba muy nerviosa. El ascensor subia lentamente hasta la planta doce, y mis uñas lo estaban pagando caro.

¿Desde cuando me muerdo las uñas? Y mas importante aun... ¿Como es que me preocupo tanto por alguien? ¿¡Cuando demonios cambio tanto mi personalidad?!

Despues de varios interminables segundos encerrada en el ascensor llegue a la planta donde estaba Daniela. Corri por todo el pasillo buscando la habitacion correcta.

cuatrocientos ocho... cuatrocientos diez... cuatrocientos doce... cuatrocientos catorce... ¿¡que?! ¿¡Donde mierda esta la cuatrocientos trece?! 

Golpee fuerte el suelo con el pie izquierdo, haciendo asi que pegase un fuerte grito de furia y dolor

-Mierda... mi pie... -Empece a saltar a la pata coja agarrando mi pie derecho mientras daba vueltas en circulo como una tonta-

-¿Maria? -Oi detras de mi-

Me quede quieta un segundo y solte mi pie para quedarme rigida. Me voltee para encontrarme con aquellos ojos color avellana. Tristes y apagados ojos avellana.

-¿¡Que coño pasa contigo?! ¿¡Por que no me cojes el telefono?! -Le grite enfadada-

-No tengo ganas de discutir ahora... -Suspiro pesadamente- ¿Por que viniste? Te dije que avisases a tu madre para que nos recogiera, no que vinieras aqui

No hice caso a su contestacion

-¿Como esta Daniela? ¿Que le ha pasado? 

-Tyler suspiro de nuevo- Ella volvio a cortarse...

-¿¡Que?! -Grite sorprendida, pero inmediatamente me tape la boca al recordar que estabamos en un hospital- 

-Lo que oyes, ayer la ingresaron, y dijeron que habia perdido mucha sangre... que necesitaba quedarse unos dias en reposo -Dijo con la voz destrozada-

-¿Y tu madrastra? -Busque con la mirada a aquella mujer, pero no se encontraba aqui-

-Se fue de viaje, esta semana debiamos estar solos mi hermana y yo 

-¿Estas bien? -Le pregunte acariciando suavemente su brazo izquierdo-

-Si... solo que... no pude dormir mucho esta noche... -Se sento en una de las sillas del pasillo y apoyo la cabeza en la pared-

-Bueno... las clases ya terminaron y es... oficialmente verano... asi que me quedo a hacerte compañia -Le dije no muy convencida de mis amables palabras-

¿Desde cuando era tan amable con la gente? ¿por que me preocupada por ese idiota? 

-No hace falt...

-Entonces creo que pasare aqui la noche -Sonrei mostrando mis dientes-

Tyler sonrio negando con la cabeza mientras miraba a la puerta blanca que habia justo enfrente de nosotros, la cuatrocientos trece. ¿¡Como es que no la vi antes?!

Gire la cabeza para poder observar mejor a Tyler. Tenia ojeras, sus ojos rojos estaban fijos en aquella puerta blanca y su pelo estaba todo revuelto.

(..)

Eran cerca de las diez de la noche y ninguno de los dos nos habiamos movido de la silla, apesar de que mi culo me pedia a gritos sentarme en algo mas comodo. 

De pronto mi tripa comenzo a rugir, tenia que comer algo. Mire a Tyler, quien aun seguia mirando al mismo sitio que hace cinco horas.

-Tyler -Movi su hombro suavemente- Tyler -Se giro para mirarme- Voy a por algo de comer ¿quieres que te compre algo?