Esta mañana nunca me hubiera imaginado lo aburrido que sería el día, siempre lo era pero hoy rozaba la locura; Me desperté gracias a la alarma del móvil que nunca me olvidaba de ponerla, pues mi padre siempre se iba temprano al trabajo, dejándome la confianza de poder despertarme sola y lograr llevar una vida de estudiante.
Me vestí con el uniforme del colegio, que consistía en una camisa blanca y una falda negra con líneas blancas, algo bastante simple, sin embargo no me quejaba, sabía que quejarse del vestuario era un caso perdido, nadie lo cambiaria, la escuela en la que estudiaba conservaba el espíritu de la escuela tradicional, respetaban las nuevas normas sin embargo se negaban a cambiar cualquier cosa que tuviera que ver con el nombre, el escudo o el vestuario de la escuela.
Salí corriendo a donde me esperaba Alejandro, mi mejor amigo, el siempre me esperaba en la estación de autobús, donde éramos recogidos y llevados a la escuela, no era difícil llegar, además por el camino siempre me encantaba el olor del pan que provenía de la panadería más cercana a la estación, sin embargo hoy no tenía el tiempo para disfrutar de los regalos que la ciudad ofrecía a mis sentidos.
No tardé mucho en llegar y ver que era demasiado tarde, el autobús había partido sin mí, dejándome con una gran molestia y una mañana que odiaría.
Me sobresalté al oír esa familiar voz que provenía de detrás de mí.
-Buenos días, tan tarde y tan fabulosa como siempre. (menciono Alejandro con tono burlón)
Sin dudarlo dos veces le pegue un golpe en el brazo, algo típico entre nosotros, básicamente nuestra relación era de molestarnos el uno al otro pero en el fondo apoyarnos, después de esto me gire al cristal que se encontraba en la parada para ver a que se refería.
No encontré nada fuera de lo normal, mi pelo era largo, enrulado y castaño muy claro casi pareciéndose al fuego como el de mi padre, mi altura era normal, media aproximadamente 1 metro 60 lo que no me favorecía mucho pues era bastante flaca, lo único que resaltaba en mi eran unos ojos claros, verdes con muchos tonos azules, según mi padre los había heredado de mi madre, mis ojos siempre le recordaban el momento en que se enamoro, nunca le pregunte sobre ese momento o sobre mi madre, pues sabía que era difícil para el hablar sobre el tema pues ella falleció cuando yo tenía 3 años.
- ¿En que estas pensando?-su voz me saco de mis pensamientos y me volví sobre mi misma para observarlo.
Alejandro iba vestido con el uniforme también, el uniforme de los chicos consistía en una camisa blanca y un pantalón negro, algo simple, mi amigo era alto y fuerte, tenía el pelo algo largo, no mucho, de color negro, sus ojos también eran muy oscuros, a la sombra parecían negros, sin embargo tras mucho tiempo conviviendo con él sabía que en cierto ángulo con el sol se le pondrían castaños oscuros, mi amigo sabia atraer la atención de las chicas pero por algún extraño motivo nunca le veía hablar con ninguna de ellas.
-Tierra llamando a Skyler, ¿estás ahí?.
- Si perdona solo me preguntaba porque no te subiste al autobús, Ale.
-¿Y dejar a mi mejor amiga tirada?, ni hablar, pero mejor que nos pongamos en marcha o no llegaremos caminando a tiempo.
El paseo fue bastante cómodo, hacía tiempo que no paseaba por las calles de Londres, por suerte esta era una de esas milagrosas mañanas donde el calor reinaba sobre el frio, algo bueno tenía que tener el día ¿no?
Todo iba bien hasta que nos encontramos con una plaza, en medio de ella se encontraba un obelisco gigante, nunca lo había visto antes y por la reacción de mi compañero cuando vio mi cara debí verme bastante graciosa, en la cima del obelisco se encontraba un ángel sosteniendo una espada clavada en el propio obelisco y en la otra mano una balanza equilibrada.
Por alguna extraña razón no podía dejar de mirar al ángel que se encontraba en la cima y recorrer con la vista las extrañas líneas que recorrían los lados del obelisco, haciendo figuras y mas figuras, cruzándose unas con otras, realmente era una obra de arte.
-Skyler, sé que es muy bonito pero no llegaremos a tiempo a la escuela, si nos paramos cada 5 minutos
-Sí, perdona tienes razón, sigamos.
-Sky ¿Qué te parece una carrera hasta la escuela?, no esta tan lejos y nos ayudaría a llegar a tiempo...
- Siempre pierdes, eres de los más lentos del salón.
- Quizás pero solo porque me controlo y os dejo ganar a todos.
-No te lo crees ni tu- aseguré marcándole una mueca, la cual no le hizo mucha gracia.
-3...
-2...
-1...
Los dos salimos disparados a gran velocidad, tanta que no vi el objeto que se encontraba en medio del camino al cual me dirigía sin poder frenar ni esquivar...
Nota del escritor: Hola!!, está es mi primera obra, traerá mucha aventura y misterio, espero que os guste...
La historia como veis empieza con poca acción y misterio, pero ya veréis como va mejorando ;)
Saludos!!
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Exentriz
Teen FictionExentriz ¿Alguna vez has caminado por tu ciudad con el sentimiento de que algo ocurre a tu alrededor y no te das cuenta?, ¿Algo que solo tú puedes sentir en el ambiente?, ¿Algo extraño en el movimiento de los árboles y de la brisa como si trat...