Capítulo 7: ¿Lucas?
Mi mano ardía cada vez que me acercaba más al objeto, sin embargo no podía quitar la mano, solo podía avanzar, mi vista estaba fija en él como si de un encantamiento se tratara.
Mi mano izquierda se cerró sobre el objeto y con gracia lo levanté de su expositor.
El arco había comenzado a brillar fuertemente, todas y cada unas de sus runas parecían brillar al igual que la palma de mi mano - zona que había tocado el arco - el brillo era de un tono azulado pero daba la impresión de que su luz podría cegarte si mirabas durante un largo tiempo al lugar donde mi mano se unía al arco.
Repentinamente, dejó de brillar y en mi mano el ardor dejó de existir.
-Te ha elegido, su nombre es Engel, nadie sabe quién fue su creador ni a quién ha elegido anteriormente.
-¿Engel? -respondí con algo de temor en mi voz.
-Así es, las armas de los cazadores tienen nombre, un cazador siempre estará unido al arma que lo ha elegido. Las runas hacen que estas armas tengan características diferentes, sin embargo nunca había visto esas runas, así que no puedo decirte de que tratan. Un arma solo aparecerá si es llamada por su cazador y cuando este muere el arma elije a otro con el tiempo, sin embargo el arma siempre se adapta al cazador; mientras más se usa mas se conocerán el uno al otro y mejores los resultados...
-Entiendo...- miré con temor el arco y me lo colgué en la espalda.
-Extiende la palma de tu mano.
No sabía porque lo decía, sin embargo al hacerlo vi que mi mano izquierda tenía un nuevo signo justo en su palma.
-Ahora creo que estamos listos- lo dijo agarrando una especie de espada y varias dagas.
Salimos del apartamento y pedimos un taxi el cual nos llevo a la esquina más cercana de mi casa, tenía demasiados nervios, los cuales se dispararon al ver una pequeña columna de humo que provenía de mi propia casa.
Salí corriendo ignorando las advertencias que Ale me estaba dando, en poco tiempo estaba en frente a la puerta oyendo un extraño sonido que provenía del interior.
Ale estaba llegando, sin embargo cometí el mayor error de mi vida, entré en la casa sin esperarlo. A simple vista todo estaba oscuro, me fijé en el cuadro que siempre colgaba en el pasillo central de la casa, en una esquina había un símbolo el cual me recordaba mucho al collar.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta fue cerrada de golpe y una sombra se movió rápidamente a mi espalda. Me di la vuelta pero ya era muy tarde, la sombra había sido demasiado rápida y se había situado justo detrás de mí.
-No te muevas -susurró una voz a mi espalda, traté de moverme pero en cuanto sentí una presión en mi cuello decidí que no era la mejor idea.
Detrás de mi había un chico de más o menos mi edad o eso creía por la altura que sentía que tenía y por la piel sin años de sufrir molestias que tenía en su mano, tenía una daga en su mano y la apretaba sobre mi cuello.
Ruidos provenían de la puerta, Ale me llamaba desde el otro lado golpeando la puerta lo más fuerte que podía.
-Haz lo que te digo y no pasará nada - volvió a susurrar.
La puerta cedió y Ale entró en la casa junto con una gran cantidad de luz.
Ale ya no era Ale, había vuelto a cambiar de aspecto.
- William suéltala - Ale tenía un tono de voz serio como si nada le afectara.
-Creo que no estás en condición de darme órdenes Lucas - el chico que se debía llamar William sonreía y cedió un poco la presión.
-No entiendes, ¿verdad? Si ella muere serás expulsado de la corte y perderás las marcas de reconocimiento que tienes.- Ale trataba de convencerlo con una voz persuasiva.
-Tranquilo, pronto la corte ni si quiera existirá y la sociedad podrá ponerse por encima al fin. Y todo gracias a...
No logró acabar la frase, un golpe seco sonó en la habitación y William se desplomó. En cuanto vi que la presión desaparecía, corrí y me puse al lado de Ale.
-Lucas, así que nos volvemos a encontrar...- una nueva voz sonaba en la sala.
Ale parecía asustado en cuanto oyó esa voz.
-¿Porqué te llaman Lucas, Ale?- Ale pareció no oírme o me ignoró porque su mirada estaba fija en la silueta del chico la cual estaba muy oscurecida por la habitación.
-¿Da... Daemon?, ¡¿que demonios haces vivo?! Se suponía que habías muerto, tu pacto con la sociedad te mató...- respondió un asustado Ale.
Daemon subió el arco y apuntó a la cabeza de Ale...
Estaba asustada, cuando miré hacia Ale vi que parecía estar asustado. Todo se movía en cámara lenta, una flecha salía disparada del arco hacía la cabeza de Ale.
La flecha paso a escasos centímetros entre la cabeza de Ale y la mía.
Me giré rápidamente y vi a una especie de sombra que se desvanecía poco a poco con una flecha clavada en el pecho.
-Vámonos de aquí, no es seguro... -Daemon salió de la casa y salió al jardín, ni se molestó en ver si lo seguíamos o no. Tras un breve momento de shock, Ale lo siguió y yo no me separé de él al salir y ver lo que se encontraba fuera...
Nota del autor: cada vez que subo un capítulo os agradezco más por todo el apoyo que tiene, trataré de hacer los capítulos antes por el apoyo que tiene...
Muchas gracias, Luis
Pd: en el próximo capítulo se resolverá algún que otro misterio (Hype).
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Exentriz
Teen FictionExentriz ¿Alguna vez has caminado por tu ciudad con el sentimiento de que algo ocurre a tu alrededor y no te das cuenta?, ¿Algo que solo tú puedes sentir en el ambiente?, ¿Algo extraño en el movimiento de los árboles y de la brisa como si trat...