Capítulo 8: Misterio...

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Capítulo 8: Misterio...

Al salir de la casa no podía procesar todo lo que ocurría a su alrededor, un enorme monstruo con escamas de 2 metros de altura, mucha masa y algo que parecía una larga cola se encontraba en el patio golpeando a Daemon mientras este estaba inconsciente en el suelo. Ale empezó a correr alejándose de la escena y dejándome sola.

Esperaba que el monstruo no se percatara de mí pero al parecer no sirvió. En apenas un segundo me encontraba en el suelo; con un agudo dolor de cabeza me percaté que al lado mío se encontraba la cola del animal la cual me había logrado tirar al suelo, traté de levantarme pero la cabeza me empezó a doler como si de ella tratara de salir algo.

Abrí los ojos como pude, veía muy borroso y solo podía oír el latido de mi corazón en mi cabeza. Vi como el animal se acercaba poco a poco donde me encontraba.

-Úsame..., di mi nombre... -un susurro parecía atormentar mi ya adolorida cabeza.

El animal se acercaba cada vez más y mi vista había conseguido enfocarse pese al reciente golpe. Me encontré con una gran boca llena de pequeños dientes como sierras aproximándose.

De repente una luz inundó todo, era azulada y provocaba en mí algo inexplicable, era como una cálida sensación, como si de un abrazo de alguien al que nunca ves pero amas se tratase.

La luz iluminaba todo, consiguió cegarme y por unos instantes, oí ruidos y alaridos.

Cuando la luz paró, ya no me dolía la cabeza y mi cuerpo se sentía perfecto. Levanté mi vista que había sido desviada por la luz y me encontré con el animal convirtiéndose en pequeñas sombras. A pocos metros un asustado Ale me miraba con cara de no entender nada.

-¿Cómo demonios has hecho eso?- Ale exigía una explicación, en su mano había una espada ligera, parecía recién forjada y poseía un brillo.

-Siento molestarlos pero hay alguien aquí que necesita una ayuda- Daemon hablaba pausadamente.

Ale ayudó a levantarme, luego cuando se aseguró que estaba en el coche de Daemon ayudó a este último a acostarse en los asientos traseros.

En un día normal, subirse a un porsche negro hubiera sido un sueño, sin embargo hoy poco importaba.

Era curioso como las cosas que creemos que nunca nos pasarán, sean sueños o pesadillas puedan ocurrirte en un solo día y que en esas 24 horas el valor inalcanzable que les veías te parezca inferior al propio hecho de poder cenar una sola noche con tu familia.

Ale conducía de una forma un tanto brusca y veloz.

-No respondiste a mi pregunta...- sabía que era un mal momento para acusar pero necesitaba saber si algo era real en mi vida.

-¿Es en serio?, ¿acabas de salvarte sin saber ni si quiera como y me pides explicaciones?- Ale se veía un tanto enfadado y a la vez preocupado.

- Te fuiste..., te vi huyendo y dejándome sola.

-Sky, yo fui a por una espada, no podía defenderte sin armas.

- Aún así me dejaste a merced de la suerte.

Ale se veía impactado, trataba de procesar mis palabras pero yo sabía que no lograría dejar de pensar en ellas durante un tiempo.

-Lo siento parejita, odio interrumpir, pero ¿De dónde sacaste el collar? - Daemon se veía curioso y alarmado.

Me toqué el pecho buscándolo, lo había olvidado por completo, aún lo llevaba puesto por suerte.

-Apareció en un sobre en mi colegio - dije algo confundida

-Bueno, no todos los días me dicen que una de las marcas de alma aparece en un sobre en la escuela.

-¿Sabes qué es? -dije recordando cada momento que había pensado en el collar cuando mi vida aún era normal.

-Bueno, digamos que no, solo sé que se llaman así y que hay muy pocos, pues casi todas fueron destruidas por alguna extraña razón...

Daemon miraba el collar con desconfianza, la sensación de llevarlo que antes tenía había desaparecido por completo y se había transformado en misterio y desconcierto.

-¿No sabes cómo mataste al monstruo verdad?- Daemon parecía desconcertado también...


Nota del autor: 

Nuevo personaje entra en acción y Ale empieza a perder el control sobre la situación, creo que esto ha sido lo que demuestra este capítulo, traeré el próximo pronto, gracias por el apoyo!

Saludos, -Luis

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