Painful Love. [BTS]

Capítulo 11: Oscuridad.

...

<< Porque Hyung, eres importante para mí...>>

Yoongi abrió los ojos bruscamente, se sentó en el mullido colchón de su cama, quitándose las mantas de encima con un violento manotazo. Observó con temor alrededor de su habitación, con la boca ligeramente abierta y los ojos tan abiertos como nunca a aquellas horas de la mañana.

¿Pero qué demonios había sido aquello? En su mente se reprodujeron nuevamente los borrosos recuerdos de la madrugada. Él levantándose, yendo al salón, recibiendo una llamada de Jungkook, volviendo a su habitación... hablar... de...

<<Jungkook... Kookie... Gracias.>>

Sintió su rostro calentarse a una velocidad abrumadora, soltó su gran repertorio de palabrotas y se peinó el cabello hacia atrás antes de esconder su rostro entre sus manos.

Por dios, eso no podía ser nada bueno. Ante el sentimiento de pánico que crecía en su interior, Yoongi se limitó a lazar una inútil mirada de odio hacia su teléfono móvil antes de levantarse y dirigirse al cuarto de baño.

No estaba preparado para esto. Aún no. Sentía que habían cruzado una línea a la que no podían regresar, y demonios, tampoco es que hubieran hecho algo tan grande como para que de algún modo cambiase la relación que tenían en ese momento.

...¿Qué relación? ¿Colegas? ¿Conocidos? ¿Amigos? ¿Compañeros de penas? Realmente, ¿Qué era Jungkook para él?

Yoongi abrió la llave del agua, importándole poco lo fría que esta estaba, apenas notó algo. Mientras el agua iba calentándose con lentitud, relajó sus músculos y se echó el cabello húmedo hacia atrás. Trató de mantener un ritmo de respiración normal y apoyó ambas manos en la pared mientras fijaba la mirada en el suelo. El agua desaparecía por la cañería con un transparente remolino.

Eran amigos, decidió mientras la fuerza del agua volvía a echarle el cabello hacia delante, enturbiando su visión y lanzándole un pinchazo de fastidio. Eran amigos y Yoongi estaba volviéndose paranoico. Punto. Que Jungkook le hubiera dicho... "Eso", no cambiaba absolutamente nada.

De vuelta a su habitación, con tan solo una toalla alrededor de su cintura, la piel perlada de gotas de agua y el cabello tan humedecido que aún goteaba agua de él, volvió a acostarse en su cama bocarriba, empapándolo todo.

Puso ambas manos detrás de su cabeza y observó a la nada, decidido a desconectarse de la realidad, importándole poco el frío, la humedad o las palabras que aún seguían rondando en su mente.

Suspiró.

Definitivamente, estaba dándole demasiada importancia a algo que probablemente no había sido más que una trivialidad por parte de Jungkook, solo era eso.

Ese fue el último argumento que lanzó para tratar de tranquilizarse, así que cuando una parte de su mente se lo creyó, la decepción que inundó su pecho lo tomó desprevenido.

Soltó un quejido de frustración y cerró ambos ojos con fuerza. Necesitaba un baño, llenar la bañera con agua tibia, suave, aromática y tranquilizadora, apagar las luces, ponerse los auriculares y echar de su mente a patadas a todo y a todos. Era necesario para que su cuerpo dejase de ponerlo en ridículo con todas aquellas extrañas emociones.

Aquello era tan exasperante.

~*~

Ya era bien entrada la tarde, incluso el crepúsculo empezaba a otear en el horizonte. Hoseok jugueteaba con las llaves frente a la puerta de su casa, sin muchas ganas de entrar, se había separado de Jimin pensando que tal vez el malhumorado de Yoongi ya estuviese esperando frente a su casa, pero para su decepción, aún no estaba, así que dejar a Jimin solo en la tienda había sido un acto sin sentido del que estaba enormemente arrepentido. A pesar de todo, tenía una nota mental en la que le alarmaba que no estuviese en un lugar cerrado solo con Jimin, y si entraba y Jimin llegaba antes que nadie, estaría a solas con él, y eso no era una muy buena idea.