Capítulo 9: Debilidad.

874 83 45
                                    




<<Ya nada será igual, lo sabes.>>

Namjoon era consciente de eso, demonios, desde que aquellas palabras habían salido de su boca, no había hecho otra cosa que pensar en eso. Y tenía razón. Nada volvería a ser igual.

Lo había perdido.

Nada de consejos, nada de sonrisas, nada de atenciones, nada de bromas raras, nada de muestras de afecto. Nada.

Se había acabado.

Aún no se sentía capaz de abandonar aquel lugar, seguía sentado en la fría silla frente a la camilla en la que antes había estado Yoongi. No se sentía capaz de abandonar aquel lugar, aún no.

El momento en el que él se había acercado excesivamente a su rostro, volvió a perturbar su ya caótica mente, como si no tuviera suficiente con todo, una gran duda se abrió paso entre todo lo demás.

Debería haberse apartado. ¿Por qué no lo hizo? ¿De verdad hubiese dejado que sus labios se juntasen si Yoongi hubiera seguido hacia delante? ¿Acaso estaba perdiendo la cabeza?

Namjoon sabía que no le gustaba Yoongi, no de esa forma, entonces, ¿Por qué razón no se apartó? ¿Porque no quería hacerle daño? ¿Porque la expresión exhausta de Yoongi se lo había impedido? ¿Por qué fue consciente de que aquello era como una despedida para él? ¿O acaso... era por algo más?

- Namjoon - Susurró en voz alta para sí mismo, mientras una lejana y pequeña parte de su mente le decía que quizás, solo quizás, estuviese perdiendo la cabeza después de todo. - Sé sincero contigo mismo... En esta situación, si no puedes ser sincero ni contigo mismo, sería lo más estúpido que podrías hacer.

Sí, sería estúpido, absolutamente innecesario, absurdo e inútil.

Namjoon cogió aire profundamente mientras cerraba ambos ojos, esperando que eso le ayudase a evocar con mayor facilidad los cientos, quizás miles de recuerdos que tenía junto a Yoongi. Todas las conversaciones, todos los cuidados, cada roce, cada consejo, cada muestra de cariño... Abrió los ojos y soltó el aire que había retenido con lentitud.

Nada. Solo pudo encontrar el habitual cariño amistoso de siempre, nada más que eso. Y aun así, no se había apartado cuando Yoongi se había acercado... definitivamente o se estaba volviendo loco, o tan solo había sido un absoluto idiota.

Se sobresaltó cuando el timbre de su teléfono móvil le indicó que acababa de llegarle un mensaje.

Era de Jin. Era de Kim Seok Jin.

El nudo de culpa que lo invadió por completo hizo que las orejas se le calentasen, y que las palmas de sus manos se humedecieran de sudor.

Y en ese instante se sintió infinitamente agradecido hacia Yoongi por haberse detenido, porque casi había besado a su mejor amigo por un motivo que no tenía claro, ya que, cuando Yoongi se acercó, estaba tan concentrado en tratar de arreglar las cosas para que todo volviese a la normalidad, que no había tenido en cuenta que estaba saliendo con Jin y hubiera seguido hacia delante solo por temor a volver a hacerle daño.

Se sintió el peor ser vivo de todo el maldito universo existente o por existir, casi había engañado a Jin, a la persona a la que quería de verdad, a la persona que le gustaba desde hacía años. El sentimiento de culpabilidad se acentuó. ¿Debería decírselo? No, debía hacerlo, pero ¿Y qué le diría?

<<Oye Jin, casi beso a Yoongi porque, mi mente estaba tan nublada en tratar de hacer las paces con él y dejar de hacerle daño, que no recordé que estábamos saliendo, perdona... Pero no te preocupes, solo siento amistad hacia él, aunque casi lo haya besado>>

Painful Love. [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora