Taemin no dudo en prestarle sus escritos. Le gustaba cuando otras personas le decían cosas sobre lo que escribía o lo criticaban. Inclusive adoraba las sugerencias de los foros. Pero siempre había odiado una sugerencia que repetían mucho y ahora escuchaba de los labios de su amigo.
-No estaría mejor si le dieras a alguien con quien estar. Ya sabes algo así como una princesa o una doncella. Creo que tu héroe necesita una razón para seguir luchando – Onew lo dijo tranquilamente mientras hojeaba el cuento.
Taemin se detuvo, no dio una mordida más a su almuerzo.
-El no necesita a nadie – dijo con un tono bastante alto que sorprendió a Onew.-Pero ¿No crees que es triste que siempre esté solo? – dijo Onew volteando a ver a Taemin que se encontraba bastante alterado en este momento.
-El no está solo, mejor ya déjalo, si no puedes apreciar mi cuento como tal, mejor lee otra cosa –Taemin arrebató con fuerza las hojas a Onew.
– Pero la mayoría de lo que escribes es sobre este chico – dijo el con tristeza – solo lo comentaba por que sentí falta de compañía para el. Lo siento.
Taemin se calmó con la disculpa y agachó la cabeza.
-Perdóname hyung a veces me cuesta aceptar las críticas – dijo bastante arrepentido.
-Está bien, estoy contento de que estés orgulloso de tu trabajo – dijo el chico sonriente mientras revolvía el cabello en la cabeza del chico.
Al terminar las clases Taemin pasó al salón de maestros a recoger uno de los cuentos que se había quedado Onew a la hora del almuerzo. Ya llevaba varios días leyendo las historias de Taemin. A el le gustaba que Onew corrigiera la ortografía y la redacción de sus cuentos, además de que le dijera que estaba muy interesado en que pasaría después.
-Aquí está Taemin, gracias por prestármelo – dijo Onew mientras le daba un montón de hojas.
-Gracias a ti Onew-hyung – dijo Taemin mientras que guardaba todas las hojas en su mochila.
– Es bastante interesante, me pregunto cuánto tiempo dedicas para escribir tanto.
-Ya llevo varios años en esto hyung – dijo el joven estudiante con orgullo.
– Bien, ya no te quito más tiempo, tu amigo te está esperando.
-¿Mi amigo? – preguntó Taemin confundido viendo a su hyung ver por la ventana hacia la entrada del colegio.
-Si. El chico de cabello negro y bien vestido que se encuentra en la entrada. Te he visto con el en el parque.
– ¿Key? – preguntó asombrado Taemin al ver a Key en la puerta.
-Oh, se llama Key. Es un nombre bastante peculiar – dijo Onew mientras observaba al ser de la entrada sin saber que no era un humano como él o Taemin.
– ¿Puedes verlo Onew-hyung? – preguntó asombrado Taemin.
-Si, está junto a la reja, hoy viene vestido de rosa – aseguró Onew viéndolo como lo más normal del mundo.
Taemin salió del salón confundido. Bajo por las anchas escaleras hasta el patio que daba a la reja principal y ahí se reunió con Key. Luego saludo al segundo piso donde se encontraba Onew para despedirse y se fue con Key caminando por la acera del frente.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos permitió a Key flotar de nuevo.
-Key, Onew puede verte – dijo Taemin intentando aclarar sus pensamientos.
-Lo se –añadió Key – hasta he hablado con él, le gusta preguntar sobre ti.
– ¿Qué? – Taemin se congeló en el camino – Pero...
-Pues creo que el también quería verme y no lo culpo. Nadie se puede resistir a mis encantos.
– No comprendo por que Onew puede verte – dijo Taemin bastante confundido e ignorando el balbuceo de Key.
– Pues se puede decir que aquellos que tienen la mente abierta, pureza y buen corazón pueden verme si yo quiero que sea así – dijo intentando explicarle a Taemin. Pero el chico no comprendía aun, que Key no era parte de su mundo de fantasía. El ya había aceptado que se trataba de algún tipo de demencia o algo así.
-Ya déjalo Taemin, mejor vamos a seguir leyendo – Key arrastró a Taemin por todos lados hasta llegar al parque y estaba por dedicarse a reproducir las palabras escritas. Pero se vio abruptamente interrumpido.
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Entre mi Fantasía y mi Realidad
FanfictionEl mundo de fantasía de Taemin comenzó a volverse realidad poco a poco, hasta conseguir que el héroe de sus historias apareciera en carne y hueso frente a él. ¿Qué precio se debe pagar para que su mundo de fantasía y la realidad sigan coexistiendo?