-La media noche - sonó el viejo reloj de su abuela marcando la media noche. Mientras toda la casa se encontraba en penumbra la luz de una pantalla alumbraba el rostro de un joven chico con cabello rojizo. El silencio era quebrado por el sonido de las teclas escribiendo a gran velocidad. De un momento a otro el sonido se detuvo.
-Esto no está bien. Hace falta algo, así no se volverá interesante. - Decía mientras golpeaba con fuerza la tecla de borrado.
Volvió a escribir con entusiasmo de nuevo. - Creo que suena mejor, pero aun no estoy seguro.
Su nombre era Taemin, su mayor afición era escribir, aunque solo publicaba en páginas de fans y foros su talento era innato y su pluma, bueno su teclado, era ágil y agraciado.
-El chico recorrió la tela con su mano buscando el lugar dónde el portal pudiese estar oculto. Ante cada palpitación de la tela que parecía estar viva, sentía que se acercaba un poco más al portal que su padre había bordado. Una luz iluminó su rostro, sus grandes ojos de color marrón brillaron ante las expectación, una suave brisa movía su largo y desalineado cabello. El chico estaba listo para a travesar... - su lectura se vio interrumpida por los pasos de su madre. Rápidamente apago su computadora y se acostó cobijándose con tal velocidad para no ser descubierto.
La escuela para él no era nada interesante, aunque escribía historias en su cuaderno no encontraba una forma de entretenerse. El día pasaba lento mientras el esperaba para encontrarse de nuevo con el héroe de su mundo de fantasía.
Cuando las clases terminaron, como siempre, el mismo grupo de chicos lo esperaba en la salida. -Mira que bien, nuestra amiga vino a vernos - dijo un chico con cabello oscuro y lentes de sol.
-Crees que nos tenga un nuevo regalo, esta niña tan linda - dijo otro chico con grandes cejas mientras apagaba su cigarro.
Taemin solo pasaba intentando ignorarlos, no le gustaban para nada, siempre lo molestaban y golpeaban, pero había aprendido que entre menos cosas dijera o hiciera era mejor.
-Parece que nos está ignorando nuestra mariquita amiga ¿Qué podemos hacer para que nos escuche? - dijo uno frente a Taemin y luego lo empujó con fuerza. El chico de cabello rojizo calló al suelo y solo bajó la mirada. Las lagrimas no saldrían, el lo sabía, ya se había acostumbrado. Nadie lo iba a ayudar, todos los estudiantes pasaban intentando evadir o ignorar la escena. Muchas veces pensaba que si el héroe de sus cuentos existiera, su vida sería más sencilla, el llegaría sin problemas y lo defendería por que se trataba de alguien con un buen corazón que protegía a los demás. Pero sus expectativas no estaban en lo equivocado.
-Oigan ustedes ¿Qué están haciendo? - llegó un joven corriendo hasta el lugar.
Los chicos al verlo se alejaron y dejaron a Taemin tirado en el piso. El chico tropezó mientras corría hacía ellos por lo que no pudo ni verlos bien. Luego llegó jadeando al lugar donde estaba el chico sentado en el piso preguntándose que había sucedido. Por lo general ni los maestros se entrometían en este tipo de líos.
-Te encuentras bien - un chico mayor con traje y cabello un poco largo le ofrecía su mano.
- Si - dijo levantándose por si solo - y caminando hasta la salida, sin siquiera voltear a ver de nuevo a la persona que lo había ayudado.
Llegó a su casa aun pensando que podía que la realidad no fuese tan mala como había imaginado. Pero aun así prefería su mundo de fantasía, sin pensarlo dos veces encendió su computadora y comenzó a escribir de nuevo. El chico cruzaría el portal sin lugar a duda...
Escuchó pasos en el techo, se detuvo al instante, luego escuchó voces. Miro alrededor y no escucho nada. Se froto los ojos y cerró el computador. Decidió seguir escribiendo después. Por ahora tomaría una siesta.
Tan solo cuando se acostó no tardo en dormirse, no durmió mucho tiempo. Por que antes de empezar a soñar empezó a oír una voz.
-Pequeño ya despierta, quiero seguir leyendo, ahora no escribiste nada ¿Qué hay dentro de la cobija? - Alguien lo estaba moviendo - ¡DESPIERTAAAAAAA!El chico sorprendido al ver a otra persona frente a su rostro saltó y se calló de la cama. Se escondió debajo de una cobija y se decía constantemente que se encontraba soñando, que nada de eso podía ser real. Luego pensó un ladrón, un asesino, un enfermo mental, eso puede ser, pero aun así ninguna respuesta era buena.
-Disculpa ¿Podrías hacerme caso? - El chico seguía ahí, insistiendo. El miedo invadía a Taemin, pero se armo de valor y decidió quitarse la cobija del rostro lentamente para ver el chico que había quebrantado en su casa.
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Entre mi Fantasía y mi Realidad
Fiksi PenggemarEl mundo de fantasía de Taemin comenzó a volverse realidad poco a poco, hasta conseguir que el héroe de sus historias apareciera en carne y hueso frente a él. ¿Qué precio se debe pagar para que su mundo de fantasía y la realidad sigan coexistiendo?