Piropos [Jicheol]

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Jihoon había agarrado una de sus mejores camisetas para ir ese día al colegio para su salida con Seungcheol. Su camiseta verde con unos pantalones apretados negros muy simples pero hacían a Jihoon verse mejor.

Había estado todo el día ansioso, no se pudo concretar mucho en las clases por el pensamiento de que iba a salir con Choi, quién sabe qué haría ese chico y a dónde lo llevaría.

En ese momento estaba sentado debajo del árbol del instituto a la espera del rubio, ya habían terminado las clases y a esas hora era que habían acordado.

Lo vio salir del instituto con su amigo Mingyu y luego de que se despidieran se acercó a él.

Había mucha gente fuera del lugar a pesar de que las clases habían terminado, siempre había gente que se quedaba esperando a que los vinieran a buscar o simplemente hablando con sus amigos.

Y eso pareció ser una oportunidad perfecta para Seungcheol quien rápidamente echó una mirada por el lugar y luego se puso ambas manos en la boca recreando un megáfono con estas. Y dijo;- ¡El de verde me la muerde!

Jihoon se sonrojó y pensó –Trágame tierra. –Puesto que todos se le habían quedado viendo y se reían. Seungcheol trotó un poco más hacia él y cuando estuvo cerca le estiró la mano.

-¿Vamos? –Preguntó con una sonrisa, Jihoon lo fulminó con la mirada e ignorando la mano extendida se levantó.

-Vamos. –Susurró y empezó a caminar al lado de Seungcheol.

En el camino estaba todo silencioso, Seungcheol rozaba su mano intencionalmente la de Jihoon con la suya pero el pelirosa lo ignoraba. Llegaron frente a un automóvil.

Seungcheol le abrió la puerta y Jihoon se sentó, vio a Seungcheol recorrer el auto y se sentó en el asiento del piloto. Le dio una sonrisa de medio lado y emprendió camino hacia un lugar que Jihoon desconocía.

-Se siente bien salir contigo. –Le dijo Seungcheol rompiendo el silencio. Jihoon murmuró un ujum-. ¿Cómo estás? –Le preguntó insistiendo para salir del silencio pero el pelirosa sólo se encogió de hombros- ¿Qué te gustaría hacer? –Habló una vez más ganando la misma respuesta, una encogida de hombros;-. Te voy a violar. –Soltó de repente y Jihoon abrió los ojos.

-¿¡Qué!? –Chilló.

-Ahí si respondes, ¿verdad? –Seungcheol rodó los ojos y rió, Jihoon lo acompañó porque si admitía que estaba siendo un poco estúpido.

El auto frenó frente a unos edificios, el pelirosa le dirigió una mirada confusa al pelinegro y este lo ignoró. Salieron del automóvil y caminaron hasta adentrarse en esas construcciones. Pasaron unas puertas y luego un ascensor para después postrarse frente a una puerta de madera.

Seungcheol abrió esta puerta y Jihoon pasó;-. Bienvenido a mi casa, Jihoonie. –Le dijo.

Jihoon admiró el lugar, le gustó como estaba decorado;-. Muy lindo. –Halagó y recibió un 'gracias' de parte del mayor- ¿Qué haremos?

-Veremos una película. –Sonrió.

-¡Sí! ¿Cuál? –Preguntó entusiasmado.

-El entierro de la anaconda cabezona.

Jihoon lo miró confuso mientras el pelinegro carcajeaba. No entendía por qué se reía si la película se titulaba interesante.

-¡Oh! Ya quiero verla. –Le dijo haciendo que Seungcheol parara de reír y lo mirara.

-¿En serio?

-¡Claro!

-Bueno, luego no digas que no quieres. –Dijo acercándose a él.