Piropos [Jicheol]

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Al día siguiente en la mañana todo fue silencioso pero no incómodo, aunque Jihoon tenía una vergüenza de mil demonios no se sintió presionado para hablar del tema. Sabía lo que había pasado y tenía claro que tal vez habían ido más allá.

Pero no podía negar que la pasó muy bien y que dentro de él, muy a fondo –no tanto quizás- quería que eso volviera a ocurrir.

Choi llevó al pelirosa al instituto y Jihoon tuvo que llevar la ropa de Seungcheol ya que pues como se había quedado no tenía más y no iba a ir con la misma que el día anterior. Qué oso.

Cuando se encontraban frente al instituto no querían separarse y era muy evidente pero obviamente ninguno lo admitía.

-Bueno... -Habló Jihoon alargando la 'o'- ¡Adiós! –Sonrió y empezó a caminar lejos para ir a su clase. Quería quedarse, sí, pero también tenía que estudiar además de que tenía que hablar con su hermano para saber qué le había dicho Seungcheol ayer.

-¡Espera! –Exclamó Seungcheol agarrando su antebrazo, Jihoon se giró con una sonrisa que hizo al rubio sonreír también.

-¿Sí? –Preguntó emocionado, si el pelinegro le decía que se quedara lo haría sin dudar.

-¿Nos vemos esta noche otra vez?

-¿Qué? –Preguntó confundido el pelirosa- ¡No! Sólo íbamos a salir una vez y ya, además, no la pasamos muy bien como para que se repita. –Habló sin pensar, ¡claro que la habían pasado bien! Sobre todo él pero no lo iba a aceptar, primero su orgullo.

-Ah, ¿con que no las pasamos bien, eh? –Dijo Choi con un sonrisa y lo pegó a su cuerpo-, yo creo que sí la pasamos de maravilla, en especial tú. –Sonrió y le besó cortamente los labios, luego se separó- Ya en serio. Necesito que salgamos hoy porque después no podremos más. –Hizo un puchero.

Jihoon se preocupó, ¿por qué no? No es que quisiera salir en un futuro con Seungcheol otra vez, no, sólo que tal vez podría estar pasando algo que requería que el pelinegro se alejara de él. Y quizás eso no le gustaba.

-Necesito de tu ayuda pero no le digas a nadie de esto, ¿ok? –Habló en un susurro el pelinegro-. Mañana me meto en un convento para ser cura, ¿me ayudarías a disfrutar la última noche?

Y con eso que dijo mató el momento de preocupación de Jihoon, después dice que no se preocupan pero ¿quién se va a preocupar de alguien como Seungcheol si nunca se tomaba nada en serio?

-Vete a la Vernon. –Exclamó Jihoon molesto y alejándose mientras Seungcheol reía. Sabía que había preocupado a Jihoon por la expresión que este había puesto.

-¡Rosita! –Gritó y Jihoon volteó- ¡Necesitas señalación, que con tantas curvas uno se mata!

Jihoon lo fulminó con la mirada mientras se volteaba todo sonrojado, Seungcheol sonrió, pasaría por él a su casa en la noche.