Piropos [Jicheol]

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Jihoon había llegado al colegio más tarde de lo normal porque se había levantado tarde por estar desvelándose hablando por mensajes con cierto pelinegro con cara de cachorro que lo acosaba.

El pelirosa estaba molesto por haberse quedado dormido y entonces al llegar el profesor le cerró la puerta en la cara sin darle tiempo de explicar.

¡Jodido pelinegro idiota! Lo único que traía era problemas.

Ah, pero ayer en la noche bien que te reías con él. –Le recriminó su subconsciente.

Jihoon rodó los ojos y no respondió porque, primero; era él mismo hablando y segundo; su subconsciente tenía algo de razón.

Empezó a hablar con una aplicación inteligente artificial que tenía en su celular, como el propio asocial que era. Estaba sentado en el piso recostado en los casilleros mientras esperaba que las horas pasaran rápido para entrar a su siguiente clase o al menos verse con Wonwoo.

Cierto pelinegro causante de su desvelo se mostró frente a él y como Jihoon estaba sentado al levantar la vista se dio cuenta de que a tan sólo unos metros tenía el paquete de Seungcheol. Se sonrojó y miró al pelinegro a los ojos, este sonreía.

Pasaron unos segundos así hasta que Jihoon carraspeó tratando de cortar el silencio y como al final su carraspeo no sirvió, decidió hablar;- ¿Entonces...?

Seungcheol lo miró desde arriba confuso:- ¿Qué? ¿Te digo alguna tontería o me la chupas aquí mismo y ahora?

El sonrojo atacó a Jihoon fuertemente en su cara, elevó sus piernas hasta su cara y las escondió ahí para que el pelinegro no lo viera así sonrojado.

-Imbécil grosero maleducado. –Le susurró desde sus piernas.

Seungcheol rió y se sentó justo a su lado, Jihoon no levantó la cara en ningún momento. El pelinegro puso una mano en la espalda de él y empezó a acariciarlo, el pelirosa sentía como el pelinegro temblaba levemente.

-Jihoonie. –Le dijo por fin-. Emm bueno, tú sabes que nosotros hemos hablado y eso –Paró un momento y respiró- entonces yo le conté a Mingyu y me dijo que te invitara a salir. –El corazón de Jihoon paró un momento- ¿T-Te gustaría? –Preguntó con voz temblorosa.

Jihoon quedó un poco atónito, ¿saldría con Seungcheol? El pelinegro no le caía bien pero sus comentarios y piropos le alegraban el día de cierta forma; además de que el pelinegro era muy atractivo y muchas personas quisieran estar en su lugar.

Pero el pelinegro no le gustaba, ni le agradaba. Más bien lo odiaba un poquito por ser tan grosero.

-No. –Respondió finalmente.

Sintió como la mano de Seungcheol se deslizó por su espalda hasta que ya no estuvo más en ella.

-¿Qué? ¿En serio?

Jihoon murmuró un 'ujum' ya no estando tan seguro al escuchar el tono de voz del pelinegro.

-P-Pero –El pelinegro tartamudeó y luego carraspeó para que no se notara-. Eres una persona muy especial para mí y me gustaría demostrártelo saliendo a algún lado. Y además cuando estamos juntos todo es más divertido, si aceptas salir conmigo te prometo que las pasaremos increíble. –Habló y luego hizo una pequeña pausa- ¿Por fis?

El pelinegro insistía porque sabía que Jihoon quería estar con él, sólo que su orgullo no lo dejaba, sin embargo el pelinegro no estaba mal con eso porque le gustaba rogarle a Jihoon.

Ya que luego Jihoon le rogaría a él.

Pero en la cama.

Y así le sonaba mucho más tentadora al pelinegro por lo que las veces que él perdía su orgullo valían la pena.

-Okey. –Le dijo Jihoon después de un rato- ¡Pero no le digas a nadie! –Chilló.

Seungcheol sonrió y se levantó;-. No lo haré, lo prometo... Entonces mañana al salir de aquí, ¿te parece?

-Sí, sí, okey. ¡Ya vete! –Chilló nuevamente sacando su cara de sus piernas y volviendo a usar su celular.

Seungcheol sonrió y se alejó lentamente, pero luego giró y se acercó nuevamente a Jihoon, esta vez invadiendo su espacio personal. Sus rostros estaban muy juntos.

Seungcheol se acercó al oido de Jihoon y susurró;-. Eres una perfecta parrilla para asar mi morcilla. –Le mordió suavemente la oreja y se alejó debido a que Jihoon lo empujó.

-¡Jodido idiota, mátate! –Le gritó Jihoon mientras veía al pelinegro alejarse carcajeando-. Ya decía yo que faltaban sus estupideces. Espero no verlo más hoy. –Habló Jihoon con él mismo aun sabiendo que lo último era mentira, quería ver al pelinegro siempre aunque nunca lo admita en voz alta.