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Pasó su mano por su cabello peinándolo hacia atrás, una simple acción que mostraba el nerviosismo que el pelinegro tenía en esos momentos. A lo lejos pudo observar a Jihoon recostado en los casilleros del instituto, tenía rato mirándolo pero no se había acercado a él por el simple hecho de que estaba hablando con Yoongi.

Y él, sinceramente, no quería otra golpiza.

Alrededor de su ojo tenía un hematoma de color morado reflejando el puño que el hermano mayor de los Lee le había dado apenas lo vio, para ser sinceros había subestimado al chico pensando que golpearía como nena. ¿Qué más se le va a hacer? Si tiene ese cuerpo que parece de anoréxica.

Sintió un fuerte golpe en su espalda que lo sacó de sus pensamientos, volteó dispuesto a gritar a quien sea que lo había golpeado pero cuando vio que era Mingyu simplemente sus ganas se fueron, no quería gritarle sino que también quería golpearlo.

-¿Y a ti que te pasa? –Le pregunta frunciendo el ceño.

-Que estabas embobada con el chiquillo este amigo de Wonwoo y quería que salieras de tu trance. –Se rió en su cara- Te trae mal, por lo que veo.

-Y que lo digas –Susurró-, si me he ganado un bueno golpe de su hermano por haberle dicho a él que era una zorra.

-Tsk, no para ligar sirves, cachorro inútil –Se burló su amigo ganándose una mirada de odio-. Nunca debes decirle a alguien que es una zorra, ¡incluso si lo es! ¿Me has visto a mí diciéndole zorra a Wonwoo sólo porque me lo mamó la primera vez que le hable? ¡No! Sin embargo, eso no significa que piense que no es una zorra porque lo es, más yo no lo digo. No sé si me explico. –Hizo una mueca después de hablar, se había enredado.

-Te explicaste a la perfección –Dijo una tercera voz por atrás, cuando voltearon era Wonwoo con una cara muy seria, más de lo normal-. Eres un imbécil, vete a la mierda. –Le habló y le sacó el dedo del medio en señal de ofensa.

-Ese tal dedo del medio parece que es una seña de pasiva porque Jihoon también te lo ha sacado bastante. –Se rió fuertemente- ¡Adiós! –Gritó para empezar a correr detrás de su mayor que se fue furioso.

Seungcheol negó con la cabeza, su amigo no era más idiota porque no había nacido más temprano. Giró su cabeza nuevamente y se exaltó un poco al darse cuenta de que tenía enfrente a Jihoon.

El rosita lucía pálido, como si tuviera un resfriado y tenía unas grandes ojeras negras bajo los ojos, la culpa llegó al pelinegro sabiendo que eso lo había ocasionado él. El pobre chico no había podido dormir bien y se le reflejaba en la cara.

-¿Qué tanto me estás viendo? –Le pregunta de manera brusca y sólo ahí el pelinegro se da cuenta de que se le quedó observando embobado.

-Eh... y-yo –Tartamudeó nervioso, no sabía qué decir. Por acto de reflejo llevo su mano al bolsillo delantero derecho donde tenía un pequeño obsequio que había querido darle unos días atrás pero por sus estupideces había terminado él mismo botándolo para decirle una estupidez al chico. Lo sacó rápidamente y lo guardó en su puño extendiéndolo hacia él-. Para ti.

El pelirosa lo miró seriamente con una mirada gélida que hizo al pelinegro estremecerse. Extendió su mano hacia arriba debido a la gran diferencia de altura y luego lo agarró.

Bajó la mirada hasta el pequeño collar de lo que parecía ser de plata, sonrió un poco al ver que el dije era una pequeña guitarra y un algodón de azúcar rosa y se sonrojó un poco pero permaneció fuerte en la idea de no mostrar ningún tipo de sentimiento. Lo que el pelinegro le había dicho ayer lo lastimó mucho.

-¿Crees que con esto te perdonaré? –Dijo seriamente y de manera fría después de observar el dije.

-N-N, pero... -Se quedó un rato en el aire- quería disculparme contigo por lo de ayer, comenzando por la mala cita y terminando con tu ida de mi casa, eres una de las mejores personas que conozco y obviamente no creo que seas una zorra. –Explicó hablando pausadamente con miedo de decir algo que la cagara.

A Jihoon se le cristalizaron los ojos recordando cómo se había sentido la noche anterior, tenía vergüenza de él mismo por haberse comportado como una zorra y eso era lo que le dolía, que el mayor tenía razón.

-Yo me sentí muy mal porque –hipó un poco queriendo aguantar su llanto- me mostré ante ti como Dios me trajo al mundo y te dejé hacerme lo que quisieras porque confío en ti y... -Paró un momento suspirando fuerte- No pensé que me dirías eso que me hizo sentir mal porque sé que es verdad, soy una zorra y todo lo que quieras, tienes razón –Empezó a derramar lágrimas-. Pero nunca había tenido nada con nadie, nadie nunca quiso tener algo conmigo así que no sabía cómo actuar y por eso dejé que me hicieras lo que quisieras; perdóname por actuar así y entiendo si no quieres seguir intentando nada conmigo porque obviamente nadie quiera a un fácil. –Habló bajito debido al llanto que ya estaba soltando.

A Seungcheol se le partió el corazón al verlo así por lo que inclinándose para estar a su altura le agarró de ambas mejillas y unió sus labios en un pequeño y simple beso que para los dos fue maravilloso.

-Aunque me encantaría ser una lágrimas tuya para acariciar tu rostro y proyectar un arcoíris –Susurró diciendo un piropo que quizás era el más decente y romántico que jamás había dicho-, justo en este momento me siento mal por hacerte llorar, yo debo pedirte disculpas por haber dicho todo, ¿sí? Tú no eres el culpable; yo lo soy, siempre meto la pata en todo y cuando no la cago la embarro –Dijo con un cierto aire de burla que hizo a Jihoon soltar una pequeña risa-. Perdóname. –Rogó.

El menor lo abrazó, se sintió en la necesidad de hacerlo aparte de que tenía ganas desde ayer pero no lo hizo por obvias razones que estaba intentando borrar, acercó su boca al oído contrario;- Ter perdono, y creo que me toca a mí invitar, ¿no? –Se separó hasta tenerlo frente a frente- ¿Quieres salir conmigo mañana? –Preguntó con temor.

-Me encantaría. –Le respondió rápidamente Seungcheol y luego lo besó lento y con pasión, ambos sonrieron en medio del beso hasta que las manos traviesas del pelinegro fueron al trasero del contrario apretando, se ganó un empujón y una mala cara.

-Imbécil, tampoco creas que tienes derecho a tocarme así. –Lo encaró Jihoon.

-Ayer no decías eso. –Contraatacó y el rosita lo fulminó.

-¿Sabes qué? Mejor no salgamos a ningún lado y te vas a donde tu tía la del pueblo. –Habló rápidamente alejándose, no estaba molesto, solo estaba haciendo un poco de drama.

-¿No me vas a preguntar por qué estoy golpeado? –Gritó Seungcheol cuando veía a Jihoon alejarse.

-¡No! ¡Sea quien te haya golpeado lo apoyo porque lo tienes bien merecido! –Le gritó de vuelta y cruzó hacia la derecha en su pasillo perdiéndose de la vista del mayor.

Este último sonrió cuando le contestaron y negó con la cabeza mientras se iba a su clase, Jihoon lo traía loco.

Piropos [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora