10. Luces y sombras

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"Un no definitivo y cerrado a otras posibilidades, puede hacer que te quedes en el agujero para siempre"

-Hesper-

Un disparo resonó en el silencio del bosque despues de las palabras de Gloria. En cuestión de microsegundos Elliot pudo ver una diminuta esfera de luz amarilla que penetró el aparentemente incorpóreo cuerpo del ente de sombras. En lugar de pasar a través de ella se quedó en medio y explotó en una poderosa ráfaga luminosa que la eliminó casi al instante, dejando un rastro de pequeñas partículas que parecían luciérnagas revoloteando en el aire. Ambos chicos se giraron para ver quién había disparado.

-¡Boom bitch! - Una voz arrogante sonó a unos metros de distancia. Al enfocar con la luz de la linterna se encontraron con dos personas totalmente desconocidas. Ennio y Elsa habían dado con su objetivo, estaban armados hasta los dientes y listos para eliminar cualquier amenaza que se presentara.

Él tenia el cabello hecho un desastre, vestía una camisa negra con la inscripción "Jodete" en letras fluorescentes y tenía un cigarrillo encendido en los labios. Llevaba el arma homicida de sombras en la mano, una especie de revolver. Por su parte ella lucía mucho más amigable pero igual de peligrosa, su cabello rojizo brillaba bajo la luz de la lámpara con un destello cautivador que atrapó la atención de Elliot al instante.

-Y luego dicen que una es la histérica. ¿Listos para irnos, panquecitos? - La chica habló con la cara llena de alegría. Parecía estarse divirtiendo con la situación.

-Pues si lo eres, solo no tanto como la gorda que acabo de explotar - Ennio respondió con su voz rasposa para después darle una calada a su cigarro y expulsar el humo con toda calma.

-Idiota- Ella contestó.

Hesper, que aún seguía en el suelo, los miró totalmente desconcertado con una ceja levantada. No sabia que era lo que acababa de pasar pero se alegraba de que estuviera sucediendo.

-Pero... ¿Qué demonios? - Elliot al fin pudo hablar. Estaba muy sorprendido por lo que había presenciado, es decir, el y Hesper habían tenido muchas dificultades con Rosco y Gloria, casi habían muerto en el intento de escapar y ese par de extraños habían evaporado a uno de ellos como si nada. Encima estaban tan calmados como si se tratara de un juego.

-Demonios dice... ¡Hay cosa! - La pelirroja volvió a hablar dirigiéndose a Elliot como si se tratara de un perrito chihuahua recién nacido.

-No son demonios, esos son más difíciles de cazar. Esta cosa es un miembro honorario de la gente sombra - Ennio respondió como si los términos de los que hablaban fueran lo más normal del mundo y hacer estallar a una criatura paranormal fuera algo de todos los días.

-¿Gente sombra?... espera, ¿Dijiste es? - Hesper preguntó cuando su cuerpo le autorizó a hacerlo. Tenía miles de preguntas en la cabeza al igual que su compañero pero estaba tan atónito que vagamente podía formularlas.

-Si, es. No puedes eliminarlos solamente con una bengala, tontito - Elsa respondió casi de inmediato.

-¿Quienes son ustedes? - Elliot interrumpió de golpe. Estaba tan confundido que creía que todo comenzaría a dar vueltas de nuevo y volvería a quedar inconsciente como cuando fue golpeado por Rosco.

-Yo soy Ennio, ella es mi hermana Elsa. ¿Qué es esto?, ¿Un concurso de preguntas? - El fumador contestó en tono agresivo -, Ahora muevan el culo, tenemos que largarnos antes de que "Nalga grande" regrese-.

-No podemos escapar, es imposible, ya lo intente muchas veces - Hesper habló con las palabras cargadas de preocupación que le caracterizaban. Solo pensaba en que jamás lograrían salir de ese lugar. Ahora no solo eran él y Elliot, dos víctimas más se habían sumado al repertorio de juguetes de Rosco y Gloria.

Riptide: Noches de sueño tardío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora