11 La puerta del bosque.

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"No puede existir el bien sin el mal. Siempre debe haber un equilibrio entre ambos y es nuestro deber jugar del lado del gran espíritu para que esto se cumpla"

-Shaquoya-

Malik se encontraba frente a su cabaña sacándole filo a su majestuosa lanza que brillaba con el resplandor de la luna en el cielo. De pronto su pequeña hermana pasó corriendo junto a él a toda velocidad, supo que algo no andaba bien cuando miró su rostro con lágrimas y expresión de preocupación. Se puso de pie y la siguió al interior.

Su padre se encontraba realizando sus plegarias como todos los días a esa hora. Al notar que la pequeña se acercaba, se giró para mirarla y avanzó hasta ella para darle un abrazo antes de preguntar qué era lo que le sucedía.

-¿Qué pasa Nevaeh?, ¿Volviste a caerte en el bosque? - Shaquoya preguntó analizandola de pies a cabeza en busca de lesiones pero no encontró nada que indicara un accidente. Sus dos hijos eran lo más importante en su vida. Vivían en el bosque dentro de la cabaña que antes había pertenecido a su propio padre. Eran los herederos de una tradición casi perdida, protegían a bosque de muchas amenazas y este los recompensaba con todo lo que necesitaban para sobrevivir.

-Padre, he visto a los monstruos llevarse a un chico. No quería decir nada porque sé no te gusta que cruce la puerta, pero tengo miedo de que le hagan algo malo – Nevaeh confesó al fin. Por la mañana se había adentrado en una zona donde no le permitían ir a jugar alimentada por su curiosidad, solo para encontrarse con algo que no quería ver.

-¡Sabes que no puedes cruzar la puerta!, ¡Es peligroso! - Malik comenzó a reprenderla. Era joven pero muy fuerte y experimentado con los peligros del bosque, conocía a la perfección todas las amenazas que acechaban al otro lado de la puerta.

-Tranquilo Malik. Creo que Nevaeh aprendió su lección – Shaquoya se había convertido en un hombre sabio con el paso del tiempo. Había llegadoa apreciar más los errores sin consecuencias que sus causas -, Cuéntame pequeña, ¿Qué fue lo que viste? - Finalizó con tranquilidad.

-Los de la cabaña. Estaba jugando con un zorro cuando escuché su camioneta. Fui para mirar y tenían a un chico en el asiento de atrás. Creo que lo engañaron para ir con ellos, ¡Van a matarlo! - Nevaeh no dejaba de llorar, se sentía mal por no haber hablado del tema antes.

-¿Para qué necesitan a un humano?, No tiene sentido – Malik se sentó en el suelo intentando atar cabos y llegar a una conclusión pero nada se cruzó por su mente.

-No lo sé pero no podemos dejar que le hagan daño. Debemos mantener el equilibrio en el bosque y sus tierras no pueden volver a mancharse de sangre. No nos habíamos encargado de ellos hasta ahora por que esperaba instrucciones del gran espíritu, sin embargo acaban de convertirse en nuestra prioridad – Shaquoya caminó entonces hasta una pared llena de armas, tomó su arco favorito y un carcaj cargado de flechas -, Malik, voy a necesitar de tu ayuda, no sabemos que tan fuertes puedan ser. Nevaeh, necesito que prometas que no vas a salir de la cabaña hasta que regresemos. Aquí estarás bajo la protección de nuestros ancestros y nada podrá hacerte daño -.

La pequeña asintió con prisa aún un poco alterada. Luego fue hasta el altar frente a ellos y se arrodilló juntando sus manos para pedir que su padre y su hermano tuvieran suerte rescatando al pobre chico. No conocía a nadie más fuerte que ellos dos, los había visto salir de situaciones mortíferas con el triunfo entre las manos. De todas formas seguía preocupándose cada que tenían que salir a cazar.

Hombre e hijo terminaron de alistarse y una vez que terminaron, fueron juntos en busca de una amenaza más. Malik sintió el viento soplar en su rostro al salir de la cabaña. Como siempre el bosque los bendecía antes de enfrentarse al peligro, dándoles animo para seguir protegiéndolo de toda maldad que amenazara su existencia.

Caminaron por un largo tiempo entre el oscuro y nebuloso bosque. Ninguno de los dos dijo una palabra pero ambos sabían lo que el otro estaba haciendo en su mente. Oraban al gran espíritu y a sus ancestros porque su misión fuera exitosa y les dieran la bendición de volver a casa para encontrarse con la pequeña Nevaeh.

Al cabo de un rato se encontraron frente a un gran marco curvo hecho de enredaderas. Era la puerta sagrada del bosque, el vinculo que unía su mundo con el de la oscuridad. Una especie de portal que utilizaban cada vez que necesitaban cruzar al otro lado para ejercer justicia divina a todas las aberraciones malignas que eran atraídas con frecuencia al sagrado lugar.

-¿Estas listo Malik? - Shaquoya tomó su arco y una flecha preparándose para lo que fuese que encontrarán al otro lado. Sabía por experiencia propia que no debía subestimar a sus enemigos.

-Nací listo padre. El bosque es mi casa y sus vientos mis guardianes – Malik habló con seriedad. Sujetó con fuerza su lanza y luego asintió con la cabeza a su progenitor en señal de estar preparado.

Ambos cruzaron la puerta al mismo tiempo, desapareciendo del plano ordinario.

Riptide: Noches de sueño tardío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora