El 7° Año (Parte 2)

Buena Suerte (Final Parte 1)

Las tres semanas que faltaban, pasaron volando. Estaban a 1 maldito día de la boda. ¡PREPAREN SUS MEJORES TRAPOS, LA GRAN BODA YA ESTÁ AQUÍ!

Ron se había pasado las últimas semanas yendo a quien sabe que lugar y siempre regresaba con una sonrisa. Hermione había estado pensando en cómo escapar, tal vez el día de la boda o antes, pero los días la atacaron, y ya estaba a un infernal día de la boda. El vestido había llegado unos tres días antes, perfectamente pulcro y elegante.

Un blanco perla era su color, con escote en corazón y una caída en cascada y cierre con corsé. La joyería la llevaba en el borde del escote y algunos detalles en la falda, el velo era de una tela encantada, tejido por arañas.
Era hermoso, pero aun mas la chica que lo llevaría puesto el día siguiente. Un ramo de rosas rojas se encontraba guardado en una caja de cristal bajo llave. Las rosas estaban frescas y llamativas, cubiertas por finas gotas de agua.

En el preciso instante en que Hermione observaba la caja de cristal, cuando una pequeña garra empezó a rasguñar en la ventana. Era Crookshanks. La castaña, fue hacia el alfeizar de la ventana para poder abrir y dejar entrar al animal.

Lo cargo en brazos, y lo comenzó a acariciar, mientras el cielo de afuera se tornaba gris, amenazando tormenta. Tal vez su querido gato, sería el único recuerdo de sus días mas felices. Volvió a posar su mirada Chocolate, en el vestido que estaba en una de las esquinas de la habitación, y sintió el acto de tomar su varita y quemadlo o algo peor.

Dejo al gato en el suelo y se dirigió a la puerta, pero antes de salir, pinto en su rostro la sonrisa falsa que le presentaba a los Weasley. Y ese mismo día, la sonrisa debía ser perfectamente falsa.

Bajo las escaleras y se encontró a la mitad de la Familia (excepto Ron) de un lado a otro, preparando cosas.

-¡GEORGE! ¡DEJA DE COMERTE LAS MANZANAS!-gritaba Molly

-¡FRED Y YO HACÍAMOS ESTO EN CADA FIESTA!.-grito como respuesta Geroge, guardando dos o tres manzanas mas en sus bolsillos.

Hermione río un poco, y fue a donde Molly, que estaba limpiando varias copas de cristal y platos de porcelana.

-¿La puedo ayudar en algo, Molly?-pregunto Hermione, tomando una copa, que tenia grabada en letras plateadas "R&H", como todas las otras.

-Hermione, querida.-contesto Molly al alzar la vista.-...no hace falta, ya casi esta todo listo, en un momento Arthur con los chicos llevaran las cosas, al salón. Ademas, tu eres la chica especial, no tienes porque ayudar.-Molly tenia una sonrisa de oreja a oreja.

-¡MAMÁ! ¡El VESTIDO NO CIERRA!-grito desde arriba Ginny.

-No se preocupe, yo la ayudo.-dijo Hermione, dándole la sonrisa falsa y volviendo por las escaleras.

Al llegar arriba, entro en el cuarto de la pelirroja, notando que trataba de abrochar un vestido, de corte imperio, color violeta.

-Hermione, gracias al cielo. Si no me cierra este bendito vestido, mañana no tendré nada que ponerme.

La castaña, se fue acercando a Ginny y frente al espejo forzo un poco el cierre atascado a mitad de la espalda, y lo fue subiendo. Noto que en el espejo, ya no estaba su pequeña amiga de hace años, ahora se encontraba con el reflejo de una linda mujer.

-Te ves muy bello, Ginevra Weasley.-le dijo, recargando su barbilla en el hombro de Ginny.

-No tanto como te veras tu mañana.-Ginny se giro y la tomo de las manos.-...¿Ya te probaste el vestido?

-Si. Me gusta mi figura.-contesto ella, de nuevo sintiendo ese malestar en el estomago.-...es lindo.

-¿Lindo? Es Hermoso. Literalmente, seras la novia mas bella que jamas voy a ver. Mas hermosa que Fleur.-dijo en susurro lo ultimo y río.