Pueden irse al infierno.

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Pov _______

Cuando Jimin me llevó a la compañía pensé que la prensa descubrió que estaba de vuelta y comenzaban a acosarme por esa misma razón.

Hubiera dado mi alma al diablo para que así fuera, pero resultó que no.

TN: ¿Qué ocurre aquí? -me miraron como si hubieran matado a mi preciada mascota. El ambiente era pesado, lleno de culpabilidad y arrepentimiento-.

Miré a Jimin pero se encontraba con la cabeza gacha sin decir ni una sola palabra.

¿Qué demonios ocurre aquí?

Que alguien me explique antes de que me desespere y tire las sillas como una maniática.

Miré nuevamente a los sujetos que se encontraban frente a mi pero nada, Tae había abierto la boca pero no provocó ni un solo sonido, a su segundo intento solo se entendieron balbuceos.

CEO: Siéntate, por favor. -apuntó con su mano un asiento al lado de Tae y Jimin se sentó enfrente-.

Ok, algo está muy, pero muy mal.

¿Por qué siento que luego de ésta reunión nada será igual? Quizás solo exagero pero el ambiente aquí no me agrada para nada.

CEO: Bueno, ______... creo que ya sabrás la razón del porqué te encuentras aquí... -juntó sus manos con nerviosismo con su vista fija a la mesa de roble-.

Claro, sé perfectamente la razón, por eso estoy apunto de golpearme la cabeza desesperada...

CEO: Pues... -suspiró y se dignó a mirar mis ojos por primera vez-. Hoy hubo una conferencia de prensa con los chicos y saliste en la última pregunta...

TN: Okay... ¿y lo malo de eso es...?

CEO: Hemos anunciado tu noviazgo con Tae.

Esperen... creo haber escuchado mal. ¿anunciar mi noviazgo...?, ¿y con quién?

Lo miré con gracia pensando en la estupidez que acaba de decir. Es imposible que anunciará algo que no era cierto, ¿verdad?

¿Verdad?

Al ver su ensamble serio comencé a preocuparme y miré a Jimin quien seguía teniendo la mirada al suelo con su mandíbula fruncida. La vena de su cuello comenzaba a sobresalir y lentamente mi pulso se aceleraba por la desesperación.

TN: Imposible... Tae, dime que es mentira lo que esta diciendo Bang-nim.

Éste dio un pequeño suspiro temeroso y apretó sus puños sobre su regazo. Levantó la mirada y vio fijamente mis ojos. Negó lentamente con su cabeza y antes de que dijera una sola palabra me levanté del asiento.

TN: ¡Es imposible! ¿¡Cómo aparecí YO en esa entrevista!? -grité con desesperación-.

CEO: _______, ten calma... la entrevista había terminado y uno de los periodistas preguntó de la nada y no supieron qué contestar. -habló en un tono calmado pero cansado. Acarició sus sienes y dio un leve suspiro-. Habían visto que Tae te besó antes de irte y es por eso que todo esto se descontroló.

Yo sabía que tarde o temprano sucedería algo así por la estúpida acción que había hecho mi viejo gran amigo.

Gracias Tae, como siempre terminas agravando más las cosas de lo que ya estaban...

Pasé con desesperación mis manos sobre mi cabello dando un pequeño gruñido.

TN: ¿Quién dijo que era su novia? ¿Él? -apunte con rabia al involucrado y lo miré esperando a que su cabeza explotará en cualquier momento por la presión. Me acerqué a el de forma amenazante y él rápidamente se alejó aún sentado en la silla con temor-.

TH: No, no, no. No fui yo. Yo había dicho que eras una amiga. -levantó ambas manos en forma de paz-.

TN: ¿Entonces quién dijo que yo era tu...

Me interrumpieron antes de terminar mi pregunta y sentí como estrujaban mi corazón al escuchar aquella voz a mis espaldas.

JM: Yo. -se levantó del asiento y metió ambas manos dentro de sus bolsillos-. Yo dije que eras su novia.

Imposible...

Sentí como mis ojos comenzaban a cristalizarse y junto a él se creó un doloroso nudo dentro de mi garganta.

¿Realmente quiere que esté con alguien más?

¿Ya no le importo, ya no siente nada por mi?

TN: No tiene sentido... -la voz apenas me salió gracias a la presión dentro de mi cuello, apreté fuertemente mis puños y levanté la mirada-.

Era como si le diera repulsión mirar mi rostro. Estaba mirando con desinterés la ventana dentro de la oficina evitando mi mirada.

Asi que así es como serán las cosas...

Tragué intentado calmar la presión dentro de mi garganta y respiré profundo.

TN: Pueden irse al infierno. -abrí la puerta y la cerré de un portazo-.

Debía salir lo antes posible de ése lugar.

Mi cabeza daba vueltas sin lograr comprender las palabras de Jimin.

Decía que me amaba pero en estos momentos me esta lanzando al aire en los brazos de alguien más.

No tenía ganas de ir al restaurante y fingir una sonrisa frente a los clientes, ellos no tienen la culpa de que mi vida amorosa sea un verdadero desastre. Por eso opté por tomar el autobús y alejarme lo suficiente de todo el mundo por un tiempo o perderme si era necesario.

Quizás si tengo suerte alguien me robe el corazón y termine con este estúpido sentimiento de agonía. Ni siquiera podré hacer feliz a mi ladrón por el simple hecho de encontrarlo echo añicos e inservible como para venderlo.

Lo lamento, ladrón de órganos.

Sentí como movian con brusquedad mis hombros y supuse que ya había llegado la hora de mi partida, pero no. Al abrir los ojos vi al conductor del autobús avisando que era su última parada y debía bajarme. Me levanté del asiento rápidamente e hice una reverencia mientras pedía disculpas. Bajé del autobús y vi a mis alrededores.

Ya era de noche y no había ni una sola señal de vida, mi único acompañante era el letrero de buses rallado por pintura fluorescente junto a un horrible olor a orina.

Toque mis bolsillos y sólo traía conmigo mi celular junto a un par de won's.

Luego de caminar varios kilómetros, encontré un pequeño bar con un letrero de luces dañadas. Sin pensarlo dos veces, entre a este y me senté en la barra junto a un par de sujetos robustos de vestimenta negra y pedí a la señora de gran busto frente a mi un trago.

TN: Un vodka, por favor.

Son Mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora