EXCHANGE #PGP2018

IV

                  

-¿Signo zodiacal?-Preguntó Ian bebiendo la tercera cerveza.

Llevábamos jugando al juego de las veinte preguntas dos horas por lo que esas veinte se habían convertido en más de cincuenta.

Alex me había mandado un mensaje diciendo que no podía venir, que su hermano se encontraba mal y tenía que llevarlo al médico, ya que sus padres tuvieron un viaje urgente de trabajo.

Así que me quedaba la opción de pasar la tarde con Ian y en ese momento me parecía una de las mejores opciones.

-Escorpio-contesté quitándole la cerveza de la mano.

Como nos encontrábamos tan cómodos el uno en compañía del otro y parecía que esa visita iba para largo, Ian había decidido ir al supermercado a comprar algunas cosas para picar.

-Géminis-Contestó él.

Estuvimos hasta casi las diez de la noche preguntándonos cosas tontas y absurdas pero que a la vez dejaban que nos conociésemos mutuamente.

Por la ventana pude ver cómo la noche se hacía cada vez más oscura por la tormenta que se avecinaba.

-¿Te parece que veamos una película?-Me preguntó Ian cuando terminó su octava lata de cerveza.

-Está bien-respondí algo nerviosa.

Y sí, estaba nerviosa. Solo conocía a este chico de un día, y aunque en parte me transmitiera confianza, me ponía nerviosa el hecho de ver una película junto a él. En mi sala. En mi sofá. De dos plazas. Conclusión, estaríamos juntos.

-¿Valerie?-Ian me llamó un tanto preocupado.

Lo fulminé con la mirada por haber pronunciado mi nombre completo y seguido contesté a su llamada.

-¿Decías?

Él sonrió.

-Decía que si te parece que veamos una película de miedo. No pienso ver una de amor cursi y no tienes mucho repertorio más-Me dijo alzando las pocas películas que tenía mientras sonreía.

-Eh, sí, sí, claro, de miedo entonces.

¿Había límite de nerviosismo? Porque estaba empezando a alcanzarlo. Las películas de miedo no hacían una buena combinación conmigo. Es decir, gritaba hasta por el simple sonido de un teléfono móvil. Además fuera la tormenta había empezado. Pero claro, no podía decirle que era una miedosa frente a ese género de películas. ¿Qué pensaría él? No quería que creyese que era una miedica. Que en parte era así.

Ian eligió una película cualquiera y le dio al play. Se sentó a mi lado y apoyó los pies sobre la mesa cogiendo la lata de cerveza sobre su regazo. Así como las gominolas que antes había comprado.

Por mi parte, me acomodé en mi lado del sofá, con los pies sobre éste y la manta tapándome entera, ya que tenía algo de frío.

La película comenzó y a los diez minutos ya me había asustado más de tres veces. Una de ellas fue por el ruido que hizo un árbol fuera de mi casa que había chocado contra la ventana.

Según la cinta iba su curso, yo estaba cada vez más asustada, por no decir que tenía todavía más frío. La calefacción no funcionaba, porque el viento que acompañaba al mal tiempo había destrozado los cables que conectaban la casa con la calefacción. Sólo quedaba quedarnos sin luz.

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-¿Ian?-Pregunté temerosa abrazando la manta más cerca de mí.

No obtuve ningún tipo de respuesta.