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En su abrazo me sentía más segura que en cualquier otro lugar. El calor que emanaban sus brazos sobre mi cuerpo hacía que me sintiera como en casa. Sin decir nada, fue aflojando la presión hasta que uno de sus brazos cayó hacia un lado, pero el otro se mantuvo en mi espalda, sujetándome aún cerca suyo.

Nos miramos fijamente a los ojos durante unos segundos que parecieron horas.

-Eh tío, ¿me puedes explicar qué cojones ha pasado en el ring para que se dé esta situación?-Exigió saber Logan acercándose a nosotros. Su expresión dejaba ver que no estaba contento y que quería una buena explicación sobre lo que acababa de pasar.

Ian me dio la espalda, encarándose a su amigo. En esa situación pude darme cuenta de que era bastante más alto que yo y mucho más fornido. Me sentía una niña pequeña comparándome a su lado.

Alex se encontraba al lado de Logan, sujetando su brazo, pues este estaba cabreado.

-Tranquilízate, ¿quieres?-Dijo Ian en un tono más serio de lo que esperaba.

-No, no me tranquilizo Ian. No sé qué cojones se traen esa panda de gilipollas entre manos, pero no voy a dejar que vuelvas de donde saliste. Tienes que arreglarlo, no podemos dejar que jueguen de esta manera. Además, ya no sólo se trata de ti. ¿No has escuchado cómo ha amenazado a Valerie?

En mis adentros, un gruñido fue propuesto junto al pensamiento "solo Vale", pero antes de que pudiera exteriorizarlo, dirigí mi mirada a Logan, quien en ese momento tenía su vista fijada en mí.

Pude notar como el cuerpo que se encontraba frente a mí se contraía y como sus puños se cerraban, dejando ver sus nudillos blancos por la presión que ejercía. Ian apretó la mandíbula, tan fuerte que podría desencajársele en cualquier momento.

-Lo sé, ¿vale?-Contraatacó Ian levantando un poco la voz-¿Te crees que me importa una mierda lo que acaba de pasar? ¡Yo soy el primero que no quiere volver a ese puto mundo!

"¿A qué mundo te refieres?" Quise preguntar, pero viendo la tensión que comenzaba a formarse, preferí guardarme para mí, por segunda vez, mis pensamientos.

Ian comenzó a andar nervioso, levantando los brazos y tapándose la cara con las manos, en señal de frustración.

-Sé que Trenton es un hijo de puta que no juega limpio y sé que se trae algo entre manos. Pero no podía hacer nada, ¿vale? Me intentaron sobornar. Me dijeron que, o me dejaba ganar en la pelea, o el daño que no sufriera yo ahí arriba lo sufriría Valerie por mí-.

Esto último lo dijo mirando directamente en mi dirección. Noté cómo su mirada profunda se sumergía en mis pupilas hasta tal punto, que inconscientemente, dirigí mi mirada al suelo, incapaz de soportarlo.

-Pero no podía perder-.

Esas últimas palabras fueron pronunciadas en un susurro. Sin querer darme cuenta, me vi con los ojos húmedos. "No podía dejarse perder". ¿Eso quería decir que prefería ganar a que cumplieran la promesa de hacerme daño?.

-¿¡Pero a ti qué te pasa!?-Gritó mi mejor amiga, andando hacia el chico lleno de tatuajes-¡Por tu puta avaricia de ganar han amenazado a mi mejor amiga, y no una, sino dos veces! ¡Dos!

-No ha sido mi culpa-Comenzó a decir Ian, gruñendo y apretando los dientes-Mira Vale, no voy a dejar que te pongan una mano encima, ¿está bien? Ya te lo he dicho.

No fui capaz de levantar la mirada. Ahora me prometía seguridad y defensa, pero la amenaza seguía en el aire y todo porque no había querido dejarse perder.

EXCHANGE #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora