Deseos Prohibidos

CAPÍTULO 8

CAPÍTULO 8: PUBLICIDAD

A la mañana siguiente, Akemi no sabía qué era peor, si el dolor palpitante en su cabeza o que todos estuvieran molestos con ella. Recordaba muy pocas cosas, lo único que se le venía a la mente con algo de claridad era su pequeño discurso para los novios.

Jamás volvería a beber.

Suspiró, escondida entre sus sábanas. No tenía a nadie con quién hablar, ni quiera a Sumiko. Su mejor amiga estaba enojada porque según no la había notado en la fiesta y solo se había dedicado a estar con el pelirrojo falso.

Su teléfono sonó con la notificación de un nuevo mensaje, pensó que probablemente sería Sumiko pero cuando se estiró a cogerlo vió que se trataba de un número desconocido. Rápidamente revisó la foto de perfil y se encontró con el rostro sonriente de Shun.

《¿Te duele la cabeza tanto como a mí?》

Decía el mensaje que éste le había mandado.

《¿Cómo conseguiste mi número?》
《Me duele un montón, sí. No creo que vuelva a beber de nuevo en esta vida.》

Ella dejó su teléfono aún lado y se tapó la cara con una almohada, ya no tenía ánimos de escribir. Después de varias notificaciones de mensajes llegó una nueva pero esta se vez se trataba del tono de llamada, que le provocó más dolor.

Contestó de mala gana, sabiendo que se trataría de Shun.

—¿Qué pasa?

—Estoy aburrido, ¿cómo te va con tu familia?

—Es un asco, todos están enojados.

Como forma de castigo su padre tomó la decisión de quitarle todas las tarjetas de créditos y le prohibió las salidas por un largo tiempo, como si fuera una niña. Ella ya tenía diecinueve años, y sí, había actuado mal pero el alcohol a veces hacía eso.

—Me quitaron las tarjetas y las salidas. Su único excusa es que mientras viva en esta casa tengo qué hacer lo que se me pida—agregó quejándose—. Y lo peor es que me quieren obligar a disculparme, ¡se les olvida que soy mayor de edad! ¡No pueden obligarme a nada!

Se imaginó disculpándose con Yami y se estremeció, nunca lo haría.

—¿Y no has pensando en irte de casa? ¿Ser independiente?

—¿Irme de casa?—Repitió lentamente.

Ciertamente nunca lo había pensado. Su vida era bastante cómoda dentro de los condomios Uchiha e irse de casa significaría tener muchas responsabilidades, conseguir un empleo, un lugar donde quedarse... Y significaría alejarse de Itachi.

Pensó en él, podía recordar su mirada de decepción.

—No lo había pensado pero no creo que sea posible en estos momentos. No dispongo de dinero, necesitaría buscar un trabajo primero.

—Ya veo. Te puedo sugerir que busques trabajo como modelo o algo parecido, eres atractiva y con lo de anoche tienes bastante publicidad gratuita, aprovecha—le sugirió.

—¿A qué te refieres con publicidad?—le preguntó frunciendo el ceño.

—¿No has revisado? Se han publicado varios artículos al respecto, incluso un vídeo.

—Espera, ¿qué?—Se levantó y tomó su laptop para luego devolverse a su cama—. Te llamo luego, ¿vale?

En cuanto le colgó se dispuso a escribir su nombre en Google e inmediatamente varios títulos aparecieron.