Deseos Prohibidos

CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 18: PENSAMIENTOS

Akemi miró en silencio a Shun conducir, era una persona extraña pero amable aunque algo le decía que no se podía confiar del todo. Suspiró y dirigió su vista a la ventana, observando como las calles y casas se desvanecía con rapidez a medida que avanzaban.

Cuando el auto se detuvo en el semáforo, peatones pasaron delante. Una familia compuesta por tres niños y dos adultos cruzaron, riéndose. Se sintió nostálgica de pronto, extrañaba un poco estar en casa.

Extrañaba a su mamá, que siempre la recibía cuando regresaba de clases con una sonrisa en la cara y su comida preferida; A Sasuke, con el que más discutía pero también su mayor cómplice; a Itachi, que a pesar de todo, siempre habían sido como uña y mugre y la distancia que estaban creando le afectaba; y finalmente, extrañaba a su padre.

Pensar en su papá eran sentimientos encontrados, Fugaku era estricto y duro pero también, a veces, mostraba un lado diferente. Usualmente recibía constantes regaños pero también recordaba haber sido bastante consentida de su parte.

—¿Estás bien?—La voz de Shun la atrajo a la realidad. Estaba tan exhorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el auto estaba en marcha nuevamente.

Lo miró, asintiendo.

—Sí, solo pensaba.

—¿En qué pensabas? Parecías un poco triste—le preguntó con la vista fija en la carretera.

—Pensaba en mi familia.

—¿Por qué te fuiste de tu casa?

—Las cosas estaban demasiado tensas, así que decidí irme por unos días aunque—sonrió—ya me siento nostálgica. No es la primera vez que estoy fuera, pero por alguna razón esta vez se siente diferente.

Se sentía como si no fuera a regresar.

—Bueno, sí te sientes así quizás deberías volver—sugirió él.

Se recostó de la puerta, pensando en sus palabras. Regresar estaría bien pero no podría sentirse cómoda, no con Itachi siendo un constante recuerdo de sus sentimientos.

—Quizás...—contestó en un murmullo.

Se mantuvieron en silencio hasta que llegaron a su destino. Se sorprendió al ver a Shisui y a Sasuke en la entrada del edificio manteniendo una conversación.

¿Qué estaba haciendo su hermanito en ese lugar? Aunque de cualquier forma se alegraba.

Fijó su vista en su primo, que parecía comentar algo alegremente. Se sonrojó al recordar todo lo sucedido en la madrugada, se habían besado y hasta compartido la misma cama.

Ahogó un gemido, por primera vez se dio cuenta de lo mal que estaba. Primero Itachi y ahora Shisui, ¿qué problema había con ella?

—Ahora parece que te lanzarás de un puente en cualquier momento—señaló el pelirrojo un poco preocupado—. Dime en qué piensas, es más fácil manejar las cosas cuando tienes a quien contarlas.

Se quedó mirándolo, se sentía dudosa de contarle ya que se trataba de su cuñado aunque a él parecía no importarle ese hecho al haber dicho que Shisui y ella hacían una bonita pareja.

—Shisui y yo nos besamos—confesó con el rostro caliente.

Se vieron a los ojos y notó por primera vez que los ojos de Shun se veían ligeramente de color ámbar gracias a la luz del sol que se filtraba.

—Bueno—comenzó a decir sin sonar sorprendido—, era cuestión de tiempo.

—¿Cuestión de tiempo?—repitió.

Él se inclinó y la tomó de la mano, dándole un ligero apretón.

—Te sientes confundida, ¿verdad? Es normal.

—Sí, aunque es difícil porque realmente no sé cómo me siento. Quizás no tengan sentido para ti porque para mí tampoco—respondió mientras se acomodaba un mechón de cabello—. A una parte de mí le agrada esa atención romántica de Shisui y le encantaría intentar corresponderle pero la otra parte solo piensa que en lo mal que está y en lo que dirán los demás si se enteran. Él es mi primo y está casado. En su momento no le di importancia pero ahora...

No dejaba de pensar en eso.

Shun alzó una ceja.

—Akemi, no desaproveches una oportunidad por solo pensar en lo que dirán los demás. Es tu vida y que se vayan a la mierda los que intenten opinar sobre ella—dijo luciendo mortalmente serio—. Está casado pero ambos sabemos que ni Shisui ni Yami se aman. Es tu primo, sí, pero como te dije no hay leyes que lo prohíban. No hay nada que te impida darle una oportunidad. Es mejor arrepentirse por lo que hiciste, que por lo que no.

Vivir su vida sin importar lo que digan los demás, tenía razón con sus palabras. Nunca imaginó que Shun pudiera llegar a ser tan buen consejero, de repente se sentía mejor.

Tal vez él sí era alguien de confianza.

—Tenes razón, muchas gracias—le agradeció dándole un abrazo—. Me has ayudado bastante.

Se separó, acomodándose nuevamente en su asiento. Él le guiñó un ojo.

—No es nada, dulzura. Además, solo tienes que verlo del lado positivo, al menos resultó ser tu primo y no tu hermano—se rió sin notar que la había sorprendido.

Tragó saliva al notar que sus palabras parecían tener doble intención, ¿acaso él sospechaba? Imposible, solo los había visto juntos en dos ocasiones. Yami pudo haberle contado algo pero aún así había escucha la conversación del Hospital donde lo había negado.

—S-sí, es el lado positivo—susurró nerviosa—. Bueno, creo que ya es hora de que entre.

—El que acompaña a Shisui es tu hermano menor, ¿no?—preguntó él mirando a los dos Uchiha que seguían hablando.

Asintió.

—Sí, es mi hermanito.

Shun sonrió tristemente.

—Bueno, supongo que es hora de que me vaya a mi triste y solitario hogar.

Esas palabras definitivamente tenían una segunda intención. Suspiró, todavía se sentía intranquila pero era mejor tenerlo cerca.

—¿Quieres entrar?

Él esbozó una resplandeciente sonrisa.

—¡Seguro!

Ella entrecerró los ojos.

—Eres demasiado extraño, ¿sabes?

—Y tú demasiado ordinaria, ¿sabes?

Seguidamente ambos se bajaron del auto. Shisui y Sasuke los notaron con rapidez.

—Hola, pequeña—la saludó el mayor con una ligera sonrisa.

Ella se la devolvió sintiéndose tímida.

—Hey—le dijo para luego dirigirse a su hermano, que masticaba un chicle con notable aburrimiento—. Hola, Sasuke.

—¡Hola, cuñado! ¡Hola, hermano de Akemi!—Saludó el pelirrojo alegremente.

Sasuke apretó los labios, haciendo una mueca.

—Tsk. Me llamo Sasuke, idiota. Apréndetelo.

Ella se rió, había extrañado su humor.