CAPÍTULO 16

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CAPÍTULO 16: ¿TE GUSTO?

Nunca en su vida se había imaginado que se besaría con Shisui pero era algo que estaba disfrutando. Él le acarició los labios con suavidad, mordiendo un poco en el proceso. Ella suspiró internamente, se sentía en el cielo con su cu corazón retumbando contra su pecho con gran velocidad.

Movió con inseguridad sus labios al ritmo de los de él, abriendo la boca lentamente. Éste rozó un poco su lengua con sus labios, antes de empujar un poco más hacia dentro de su boca. Gimió contra sus labios cuando sus lenguas se entrelazaron.

Pronto se separaron por la falta de aire y se miraron en silencio con la respiración agitada. Ella se preguntó cómo serían las cosas a partir de ese momento, todo había cambiado y no había marcha atrás.

Comenzaba a sentirse un poco en pánico, ¿qué había hecho?

Él pareció notarlo.

—Lo siento, se que no debí haberlo hecho—sonrió tristemente—. No tienes que culparte, soy yo el culpable.

No, eso no era cierto pero en dado caso de que hubieran culpables ella lo sería por no negarse y por no haber notado antes lo que sucedía entre ambos.

—Sé que te gusta alguien más y yo estoy casado, estuvo muy mal de mi parte—continuó alejándose de ella. Se estaba comenzando a sentir culpable por sus votos matrimoniales. Sonrió internamente, él era un buen hombre.

—No tienes que disculparte por eso, yo no me negué. Me gustó ser besada por ti—confesó con las mejillas enrojecidas. Tomó asiento a su lado—. Sinceramente en estos momentos me siento bastante confusa.

Se mordió los labios, bajando la mirada. Ella lo adoraba, amaba pasar tiempo con él y definitivamente le encantaría enamorarse de él pero aún así, había algo que no se lo permitía.

—Sí, lo entiendo, era de esperarse.

Se quedaron en silencio hasta que ella decidió romperlo con una pregunta.

—¿Yo te gusto?

Recibió una mirada divertida.

—He sido bastante obvio, ¿no te parece?

Pensó en todas las últimas situaciones que en su momento le parecieron normales. Sí, quizás había sido bastante obvio.

—Supongo...—susurró mirándolo.

—¿Crees poder enamorarte de mí algún día?—preguntó él sin mirarla, su vista fija en un punto desconocido.

—No lo sé—contestó un poco agobiada. Todo sería complicado y extraño de ahora en adelante. Eran muchas cosas en un solo día y cada una debía ser considerada con cuidado.

Él no pareció verse afectado negativamente por su respuesta.

—Bueno, será mejor que vayamos a dormir—dijo levantándose y la tomó de las manos para que hiciera lo mismo—. Dentro de un par de horas amanecerá.

—Tienes razón—concordó viéndolo apagar las luces y colocando cada cosa en su sitio. Con la punta de los dedos se tocó los labios. Eso no volvería a pasar pero quería sentir sus labios contra los de ella nuevamente. No comprendía a Shisui pero tampoco así misma—. ¿Puedo preguntarte algo?

Él asintió mirándola expectante.

—¿Puedo besarte?—Se sentía muy nerviosa y había un ligero cosquilleo molesto en su estómago.

—No me molestaría—respondió con suavidad.

Humedeciendo los labios se acercó y cerrando los ojos lo besó. Él le rodeó la cintura con los brazos, atrayéndola más cerca. Gimió cuando sintió su lengua suave y caliente introducirse en su cavidad, acariciando la suya de forma lenta, seductora. Ella imitó esos movimientos, consiguiendo un roce que nada tenía de inocente. Levantó sus brazos y los pasó por encima de los hombros de Shisui, hundiendo sus dedos en su cabellera negra.

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora