Y ahí estaba, dentro de la sala de estar, esperando al detective que había contratado para investigar la vida de aquel chico que había visto en ese pequeño local.
Luego de su último concierto en Pekín, China, mantuvo una rutina que no había seguido desde hace mucho: ejercicios por las mañanas, desayunos livianos, mantener en orden la casa, almorzar lo que le viniera en gana y dormir su siesta antes de recibir al investigador, quien todos los días le llevaba información que notablemente hacia que se convenciera más y más de que aquel chico que había visto antes, era su querido y amado panda.
- No puedo creer que ese chico haya sido Tao y peor aún que no lo reconociera de inmediato - Comentó mientras veía unas fotos de él entrando y saliendo de su lugar de trabajo. - ¿Ha averiguado quien es el chico alto que siempre está con él? - inquirió bastante curioso en espera de una respuesta que no lo desencajara de su sospecha.
- Ese joven, es un compañero de trabajo pero su relación parece ser algo más íntima, debido a que en algunas ocasiones vi como éste joven intentaba tomarle la mano y los abrazos parecían muy reconfortantes para él -
Aquello, sin duda, logró consternarlo dejándolo sin palabras por algunos segundos ya que sus peores temores se volvían reales. - Quiero que siga investigando y me informe tan pronto sepa algo más - solicitó con una fingida sonrisa antes de dar por concluida la cita con el detective.
Esas reuniones, luego de unos meses fueron más frecuentes, haciéndose habituales y mucho mas intensas, ya que cada cosa que descubría lo hacía sentir mucho más lejos de su antiguo amor. Había perdido tiempo valiosísimo en la vida de Tao.
En la mañana, luego de haber despertado, una gran idea vino hacia él impulsándolo a convencerse por sí mismo si era verdad o no aquello que el detective le había mencionado, tenía fotos pero necesitaba verlo con sus propios ojos.
Tomo sus llaves y celular antes de salir, subió a su automóvil que había estacionado frente a la casa y se dirigió al restaurante donde el menor trabajaba, oyendo en su cabeza las palabras del detective una y otra vez.
- no es posible - se negaba a aceptarlo. Se estacionó en un espacio disponible, detuvo el motor tras colocar el freno de mano, sacando así la llave para luego bajar del automóvil y cruzar la calle.Al entrar al restaurante, fue el centro de atención. Hizo caso omiso de aquel molesto cuchicheo de parte de los presentes y buscó al menor sin éxito.
Sin perder las esperanzas, se sentó en un lugar individual esperando que algún mozo lo atienda. No pasaron más de cinco minutos cuando uno de ellos se acercó.
- Buenos días, ¿Desea servirse algo? - se dirigió al más alto con serenidad.
- Buenos días, en realidad no, vine a hablar con el gerente, si es posible - Comenta tras hacer una ligera reverencia.
- Espere un momento, preguntare si puede atenderlo - se inclina con levedad y camina hacia una puerta al costado de la caja de pago.
La espera le parecía eterna, movía su pierna derecha cada vez mas rápido, sintiendo el sudor en sus manos y el nerviosismo ahogarlo por algunos minutos.
- Buenas tardes, ¿En que lo puedo ayudar? - comenta con tranquilidad un hombre bajo, de cabello castaño y contextura rechoncha.
- Me gustaría conversar con usted, pero no sé si éste sea un lugar apropiado para ello - explicó con la mirada fija en el más bajo.
- Bien, entonces sígame por aquí - Responde y guía al artista a una pequeña oficina. El más alto no dudo en sentarse luego de que aquel señor lo autorizara a hacerlo.
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Aún Te Amo
FanfictionEste es mi primer fic, quise escribir algo que fuese mas pegado a la realidad, referente a lo cotidiano, a base del Taoris, ya que no hay muchos fic relacionados con ellos. Espero les guste y disfruten de cada capítulo, al igual como lo he hecho yo...