Capitulo Nueve

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El departamento estaba destrozado, los muebles tirados como si por aquí hubiera pasado un huracán. Porque mi departamento estaba asi y las ventanas y la puerta estaban en perfecto estado, una pequeña televisión y cosas de valor se encontraban en su lugar, esto obviamente no fue un robo. ¿Entonces qué diablos querían? Lo primero que pude imaginar fue que el imbécil de Andel ese ángel del demonio había entrado. Me las pagara. Acaso traba de ¿matarme? Si no era eso quizá buscaba información, pero no tengo nada salvo el escrito donde los arcángeles dictan que soy y seré el ángel protector de jazmín hasta que uno de los dos muera o ellos dicten lo contrario. Mierda, corri al buro que se encontraba tirado a un lado de la cama, lo tome y acomode para abrir el primer cajón...estaba vacío. Todo esto no lo podía procesar. Entonces trate de acomodar mis pensamientos por orden de importancia

1.-Andel sabe dónde vive Jazmín.

2.-Andel me odia después de la paliza de la otra noche.

3.-Necesitare ayuda si es que trata de atacarme. Estefanía me ayudara... o al menos eso espero. Si no solo tengo a Scott.

Tome mi motocicleta, Salí del departamento con la misma vestimenta me cerré la chaqueta y me coloque el casco, era un casco negro completamente entonces hacia buena combinación conmigo y con la motocicleta, salí a máxima velocidad para el colegio de Jazmín, su colegio estaba cerca tardaría cinco o siete minutos si es que no hay tráfico.

Ya en marcha podía ver cómo la gente me observaba desde sus vehículos o desde las aceras. Tal vez debería llamar a Jazmin, pero sería algo muy precipitado y quizá aún este un poco molesta.

Baje de la motocicleta, me retire el casco dejando al aire un cabello alborotado, era un poco fastidioso pero no soy de los tipos con cabello corto.

Ahora como mierda voy a encontrar a jazmín entre toda esta gente. Mientras caminaba por los pasillos de la institución podía sentir las miradas de grupos de cuatro o más adolecentes despistadas.

Entonces recordé que hace unas semanas había anotado el número de jazmín en el móvil. Con el corazón en el cuello marque su número...

-bueno.-contesto con una voz dudosa-.

-Jazmín! ¿Dónde estás?

-¿Quién eres?

-rayos Jazmín!! Soy Emmet, ¿me recuerdas? Posiblemente estés en peligro entiendes? Necesito verte ahora.

-estás loco tengo álgebra y no puedo salir ahora. Además como que en peligro ¿que no eres mi ángel? Haz tu trabajo.

Segundos después me colgó el celular.

Si no piensa salir de su clase la esperare afuera.

A ver...donde esta esa aula... una chica de cabello hasta los hombros, de piel blanca y de piernas largas se acerco a donde yo.

-hola.- dijo con una sonrisa que hacia relucir sus dientes blancos.

-hola. Le dije mientras guardaba el celular en el bolsillo del pantalón.

Me miro como esperando algo...después de casi 4 segundos hablo.

-pues... ¿me puedes dar permiso? bloqueas mi casillero.

Ooh mierda que pena...

-claro perdón, sabes es que estoy un poco perdido, literal ¿me puedes ayudar? Y le Sonreí.

Saco un par de libros de su bolso y los guardo dentro de dicho casillero.

-que no eres de aquí?

-no, vengo a buscar a una amiga.

-ooh, y ¿en qué te puedo ayudar?

-decirme donde se encuentra algebra sería de gran ayuda.

-claro, sígueme.

Mientras caminamos por un par de pasillos no podía dejar de pensar en lo que había sucedido y si es que Jazmín de verdad corría peligro.

-y como se llama tu amiga a todo esto? –pregunto esta chica.

-Jazmín. Y ¿tu?, ¿cuál es tu nombre?

No tenía ganas de entablar conversación con nadie pero ella me había ayudado entonces. De acuerdo que más da.

-Me llamo Laura, mucho gusto...mmm

-Emmet, dime Emmet.

-muy bien Emmet ahí es el salón. Solo que la ingeniera es muy, muy recia respecto a su trabajo.

Eso explica porque Jazmín no pudo salir o al menos eso quiero creer.

-Gracias Laura, mucho gusto ojala y nos veamos pronto.

-igual, ¿es mucho atrevimiento si quiero ir a tomar un café contigo?-sus ojos brillaban, eran de un color azul claro.

Apenas y se su nombre y no parecía buena idea...bueno que más da.

-por mi está bien. ¿Dónde nos vemos?

-Hay una cafetería a una calle de aquí, su nombre es Dulce pasión. Te veo a las... ¿siete?

Vaya nombre para una cafetería.

-Me parece perfecto, hasta entonces.

Había algo extraño en esa chica, no sabía que era, pero no estaba bien...

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora