Capitulo Siete

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El departamento de Estefanía era grande y las paredes estaban teñidas de un color rojo vino, tenía todo ordenado, el piso brillaba de limpio. Como es posible mi departamento, ni aunque contratara a una sirvienta estaría así.

-siéntate.-dijo ella mientras se bajaba el vestido de una manera muy sensual, casi parecía una actriz sacada de una película de mafiosos.

-oh vamos, no tengo tiempo para esto. ¿Qué carajos hacías en el cementerio esta noche?

Con una ropa más comoda, tomo asiento frente a mí. Su mirada era penetrante y su ropa era negra como la noche allá afuera.

-solo quería saber que harías, después de dejarme ahí sentada.-replico enojada

-¿esperas que te crea? Sabias algo de este tipo... ¿cuál era su nombre? El tal ¿Mortu?

-solo sé que es un ángel muy peligroso y que si quieres continuar con tu vida de una forma NORMAL deberías marcharte de este pueblo, mejor aún matarlo.

No podía concebir la idea de dejar a Jazmín sola, no, no lo hare aunque eso implique matar a ese sujeto.

-me dices que lo mate, como si fuera tan fácil!!! Viste lo que paso hace rato, de no ser por ti no sé qué hubiera pasado. El punto es que no pienso dejar a Jazmín sin un ángel custodio y no le tengo miedo a ese maldito.

-¿Ya vas a empezar con esa tipa!? ¿Qué demonios tiene de especial ella? Solo es una simple mortal. Mierda puedes pedir que le asignen otro angel. Ella no se dará cuenta de nada!

Lo que Estefanía no sabe es que ya no es tan fácil, me estaba enamorado de ella y hace poco me presente formalmente. Como demonios me iría dejándola sola. Imposible. No.

-pues no lo hare, peleare a muerte con ese sujeto si es necesario. Me tengo que ir, ya es tarde.

Me levante del sofá y Estefanía se levantó enseguida. Se me acerco de una manera rápida, me quito la chaqueta de una forma endemoniadamente rápida y me beso. Sus labios estaban tibios y sentirlos en los míos me volvía loco. La tome de la cintura y el beso se tornó más apasionado, ahora yo le saque la camisa obscura que llevaba puesta... entonces la sonrisa de Jazmín apareció en mi mente...

-Vasta, no puedo hacer esto, lo siento tengo que irme.

Me observo un momento y me lanzo la chaqueta directo al pecho

-Lárgate angelito, nos veremos pronto.

Sus palabras tenían un tono escalofriante.

Subí a la motocicleta y me fui rumbo a la casa de Jazmín, durante todo el camino no deje de pensar en Estefanía y lo que paso en el cementerio mi mente aun no procesaba lo que había pasado con Scott.

Cuando el fin llegue las luces de la casa de Jazmín estaban apagadas y el silencio reinaba el lugar, su casa era de un color crema y de dos pisos, ella dormía en el segundo piso en el cuarto que contaba con la única ventana de la planta alta y aun lado estaba un árbol grande.

Por un momento pensé que si yo fuera mortal y me encerraran escaparía por el árbol, pero bueno gracias al cielo no lo fui.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora