Capítulo Cuatro

70 4 0
                                        

Seguí avanzando por las calles solitarias de un extraño vecindario, el lugar era frío, había montones de basura en ciertas casas y grupos de jóvenes reunidos en un par de esquinas.

Al final llegue al punto de reunión con Scott. Estacione la moto al lado de otras 4 y entre al bar. Me dirigía a la barra cuando escuché la voz dulce de Estefania.
-Hey Emmet, Por acá!

Ahí estaba..

Me gire y camine lento hacia donde ella se encontraba, se veía demasiado bien para ser sincero. Su cabello rizado y esos ojos cafés... Rayos no!

-¡¡Sal de mi mente demonios!!
Le grite eufórica mente.

-Ya, ya no te molestes!

Me senté a su lado con desesperación, y ella comenzó a jugar con mi cabello.

-Y dime, ¿Que tal tu nueva chica?

Me dijo en tono burlón.

-No es de tu incumbencia, dime ¿has visto a Scott?

-disculpa! Si lo he visto. Estaba charlando con dos ángeles de la muerte.

-¿Que? Como es eso posible! El no es un ángel no puede hacerlo .

Si esto era cierto seguro está en peligro.

-Tu eres un ángel protector y te puede ver y hablar, entonces ¿por qué no podría hacerlo con ellos?!
Es verdad! Maldición.

-¿A donde fue? Le pregunte levantando la voz.

-Eso yo no lo se quizá el tipo de la barra escucho algo. Tengo alas no un oído supersonico.

Me pare de el sillón y me encamine a toda prisa a la barra. A mi alrededor había todo tipo de personas, ya desde Borrachos, drogadictos y prostitutas. Nunca había tenido problemas con estas personas hasta ahora...
-Oye imbecil!!
Grito un tipo alto y con grandes músculos traía una chaqueta negra y botas como de militar negras también.

-¿¡no escuchas idiota!? Te estoy hablando a ti Pelos de niña!

De acuerdo, era suficiente. Me acerqué a donde el.
-¿Que quieres?

-A ti marica! Este no es lugar para maricas!

-ah? No lo sabía entonces puedes irte idiota.

El tipo se molesto cuando dos de sus amigos empezaron a reír.
El estaba rojo de coraje y oh oh..
Me tiro un golpe pero no logro dar en el blanco. Sin embargo yo lo tome de la camisa y lo estampe en la mesa.
-Mira idiota, no quiero lastimarte. Eso no lo hago, pero si de verdad quieres pelear adelante. Te mataré.
No dijo nada...
Entonces lo solté y me encamine con el tipo detrás de la barra.

La música estaba a todo volumen y las luces incandescentes y de todo tipo de colores provocaban un ambiente hostil pero interesante.

-Disculpa, has visto aquí a Scott?

- Claro que lo vi Emmet, dijo que te estaba esperando y después dos tipos extraños empezaron a platicar con el. A los cinco minutos lo sacaron.

Demonios ya me estaba cansando de estos ángeles de la muerte. Parece que hacen todo por molestar.

-¿Escuchaste a donde se dirigían?
-Dijeron algo de un cementerio.

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora