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La tarde de Kels había sido agitada, tuvo demasiados problemas al elegir que ponerse y que pijama llevar. Finalmente, se había decidido a ir a la pijama de esa chica... Shannon. Se sentía bien.

Observó por unos instantes el vestido que su mejor amiga le acababa de regalar y se lo puso, caminó hasta el espejo y se idolatró... Kelsey pensaba que el vestido se le veía mucho mejor sin toda esa grasa de antes, dibujó una gran sonrisa en su rostro y se encaminó a la casa de Shannon.

Después de haber caminado unos veinte minutos, Kelsey al fin se encontraba en la entrada de la casa de Shannon cuando sintió algo fallar dentro de ella. De repente, comenzó a sentirse débil y cayó al suelo.

Shannon escuchó unos ruidos afuera de su casa y decidió ir a revisar que era. La encontró, Kelsey estaba en el suelo, desmayada. A penas podía respirar.

Shannon sacó su teléfono y marcó a emergencias.

-Hola? Si.. Tengo a una persona desmayada.

-Usted sabe alguna enfermedad que padezca la persona?

-Sí. Anorexia nervosa.

Shannon hacía todo lo posible para que su amiga aguantara. Revisaba su respiración para verificar si se hacía más lenta y débil o lo contrario. Escuchó la sirena de la ambulancia y se puso de pie de inmediato.

Shannon observó como ponían a su amiga en la camilla y luego la subían. No la podía dejar en un hospital sola.

-Puedo subir?-preguntó Shannon.

-Claro.

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