∆∆°°°°°°°°

8 3 0
                                    

Lu estaba en el edificio en donde su padre trabaja, le había pedido de favor que le prestara dinero para comprar unas películas y así llevarlas a la pijamada de Shannon.

Lu se cansó de esperar y se encaminó a la oficina de su papá pero se detuvo en la puerta a escuchar.

—No... Ella es extraña, tiene esta actitud y actúa como si el mundo no la mereciera! En realidad no comprendo a esa niña. Nos saca de quicio a todos... La otra noche se agarró a insultarnos a todos cuando solo queríamos ayudarla—dijo su padre.

—Y qué harás?—su secretaria.

—La enviaré a uno de esos lugares mentales... Manicomio, yo que sé! No le quiero que se me acerque a mi ni a mi familia.

Lu soltó un sollozo y se fue corriendo.
Subía y subía escaleras hasta que llegó a la azotea.

Se dirigió a la orilla y miró hacia abajo.

"Piensalo bien, Lu"
Ya lo escuchaste... No te quiere cerca de su familia, lo que significa que no eres su familia. Él te ve de esa manera, Lu.

Lu estaba en un debate mental.

—Lu! Cariño... No lo hagas!—dijo su padre llegando a la azotea.

—O por dios, Lu... Baja de ahí!—gritó la secretaria.

Lu los miró y comenzó a hablar.

—Nunca quise llamar la atención... No quise lastimarlos ni hacerlos pensar que estaba loca. No, no pienso que soy un ángel caído y que si salto voy a volar—las lágrimas recorrían sus mejillas—. Estoy rota. No tengo una razón concreta, tengo una muy bonita familia y los amo a cada uno de ustedes. Pero no me siento feliz, estoy consciente de que si salto... Moriré y no habrá vuelta atrás. Papá—la miró por varios instantes —. Dile a Shannon, la vecina de enfrente, que fue la mejor persona que pude haber conocido y que lamento perderme su pijamada... Y dile que la quiero.

—Lucía no!

Lu se dejó caer y sintió a la gravedad haciendo su efecto, su corazón latía mil por hora; aun así cerró los ojos y vio su vida entera pasar como si fuera un vídeo y de repente todo se esfumó.

When Stories CollideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora