When Stories Collide

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Shannon se encontraba en su cuarto rojo. Su lugar favorito en todo el mundo, estaba algo distraída pensando en las fotos que había tomado.

Dos chicas que de vista eran demasiado diferentes.

- Me pregunto cual será su historia -dijo Shannon en un susurro mientras colgaba una de las fotos.

De un momento a otro el celular de Shannon sonó.

- Aló?

- Shannon, ¿nos quieres explicar la razón por la cual no fuiste a tu primer periodo de clases?-dijo la madre de la chica con un tono de voz quedante.

- Ma, respira hondo... Se me hizo tarde, papá lo sabe - dijo riendo -. A parte solo fue la clase de fotografía, el profesor Smith aceptó mi proyecto cuando se lo entregué en mi descanso.

- De acuerdo, quiero que salgas de ese cuarto para que puedas venir a comer con nosotros.

- Claro, ma. Deja que las fotos se revelen e iré a comer un poco.

"Que vida la mía" pensó

Al terminar de secarse las fotos las tomó y las guardó en un estuche. Shannon salió de la habitación para dirigirse a su casa.

- Hija, puedes ir a la tienda por té? No me di cuenta de que ya no temíamos té helado.

- Claro.

Antes de salir de su casa Shannon fue corriendo a su habitación por su cámara. Al ir bajando por los escalones del umbral de su puerta escuchó un portazo que la hizo saltar del susto.

- ¡Como sea, no necesito tu permiso para salir a una fiesta! -gritó la chica que al voltearse miró a Shannon con una expresión vacía para después llevarse el dedo índice a los labios.

- ¿Estás bien? -le dijo Shannon a su vecina que para ser demasiada coincidencia era la chica del parque. La de muchos amigos.

- Excelente -dijo con una sonrisa para después dirigir su mirada al coche que se había aparcado cerca de su casa-. Ese es mi aventón, lindo conocerte, bye.

-Huh-dijo Shannon para después dirigirse a la tienda.

Cuál será SU historia?, pensó.