Habíamos quedado en irnos a hablar a la plaza principal después de clases. Me encontraba algo nerviosa, debía admitir. No tenía idea de qué esperaba él de aquella charla. Pero yo tenía mis ideas claras.
─¿Estás segura de ir sola? ─ preguntó la castaña cuando el timbre que indicaba el final de clases sonó─ podemos ir detrás de ustedes, por si ocurre algo. El no se dará cuenta.
Reí ante esa idea, no sé qué haría sin ellas. Siempre eran tan indispensables.
─Yo podré, tranquilas─ les di mi mejor intento de sonrisa convencedora a ambas, tome mi mochila y me dirigí hacia la salida donde estaba el esperándome en la salida.
Al verme sonrió y me saludo. La chusma alrededor nos veía totalmente asombradas. Y es que si, él solía hablarme y jugar conmigo pero lo ocultaba, menos los rechazos, esos si eran públicos.
El camino desde la plaza principal hasta mi escuela no era más que 4 cuadras. Aun así, en silencio, esas cuadras se hacían interminables.
─¿Te importa si primero vamos a buscar a mi hermanita a su escuela? ─ preguntó con una gran sonrisa.
─Pensé que íbamos a hablar, no tengo mucho tiempo─ contesté a lo que él me miró extrañado. Antes, siempre tenía tiempo para él.
Antes.
El se acercó a mí y sonrió en cuanto lo miré a los ojos sonrió burlonamente. Eso ya lo conocía, nos habíamos juntado en varias ocasiones antes y él nunca desaprovechaba la oportunidad de hacer tal cosa. Solía acercarse a mí, lo suficiente como para ponerme nerviosa, una vez que lo miraba a los ojos, ansiosa e ilusionada porque me bese el hacía esa sonrisa burlona y se alejaba. Dejándome en una nube de desconcierto.
Pero ya no quería darle el gusto de burlarse de mí nuevamente.
─Pará─ le pedí, el se detuvo y miró hacían atrás. Una vez que obtuve su mirada me animé, por primera vez en mi vida rechazarle una propuesta─ tu me dijiste que vendríamos a hablar sobre algo. Ahora, si no tienes nada que decir, me iré porque tengo cosas que hacer.
El solo frunció el ceño y se avanzo los pocos pasos que nos separaban para mirarme bien el rostro, como si tuviese algo raro.
─¿Te encuentras bien? ─preguntó─ solo quería estar contigo un rato, has estado muy desaparecida.
¡JA! Querrás decir que ya no estoy pendiente de ti.
─Me encuentro bien y gracias pero me tengo que ir.
Me di media vuelta y me fui de allí dejándolo con algunas palabras en la boca. Era mi pobre y en parte cobarde forma de explicarle que no lo quería ver más. Pero puesto que no le importaba dudaba que le fuera a afectar.
─tuviste que decirle a ese canalla que no lo querías ver ni en figuritas─ dijo la castaña en cuanto termine de contarle como había salido la gran charla que tuve con él.
─De todas formas, ya está. Pásame la Nutella─ dije estirando mi mano hacia el tarro.
Todos los viernes soliamos juntarnos en la casa de la castaña a comer y ver películas. Esta tarde estábamos las 3 tiradas sobre el sillón del cuarto de la castaña mientras atacábamos el tarro de Nutella que la castaña dijo era "para ahogar las penas".
─Yo desde un comienzo le hubiera dicho que no, imagínate si alguien del círculo del dios de griego de ingles te veía con él y se lo contaba. ─ dijo mi amiga mientras le quitaba el pote de Nutella a la castaña.
Me quedé helada, no había tenido en cuenta aquello y ahora la posibilidad de que pensara que ando con otros y el miedo de ser considerada una cualquiera me asustaba.
─ay nena, no me digas que no pensaste en aquella posibilidad─ dijo ella.
Yo negué lentamente con la cabeza.
Agarré mi celular e inmediatamente abrí el chat desde allí y le mandé un mensaje. Tenía que comprobar que todo estuviera bien.
─Hola linda─respondió después de unos minutos.
Suspiré totalmente aliviada.
Intenté responderle preguntándole como estaba pero el wi-fi de la castaña andaba terriblemente mal. Después de 10 minutos se pudo enviar. Empezamos a charlar pero cada mensaje tardaba como 5 minutos en volver y otros 5 en enviarse.
─En un rato tengo que irme a un partido, estaba pensando que la próxima semana podríamos juntarnos.
Cuando me llegó ese mensaje grité de la emoción. Mis amigas no tardaron en llegar a mi lado y cuando leyeron el mensaje gritaron conmigo.
Quise responderle que estaba totalmente de acuerdo pero el mensaje no se enviaba, si calculaba que tardó 5 minutos en llegar probablemente el ya se había ido y me impacientaba no poder responderle a tiempo y forma.
Caminé por toda la casa con el brazo hacía arriba y mi celular en la mano. Como si fuera a agarrar wi-fi del cielo. Lo deje al lado de router y nada. Finalmente para cuando el mensaje se pudo enviar ya figuraba como desconectado.
Me dejé caer en el sillón
─¿Nutella? ─ preguntó la castaña.
─Por favor.
"No hay de que alterarse" repetía una y otra vez en mi cabeza. Cuando llegue del partido vería mi mensaje, lo sabía. Pero realmente quería confirmar todo en ese momento. Estaba tan ansiosa como nerviosa.
─Yo creo que alguien le dijo que te vio con otro chico, entonces se puso celoso y luego recordó que no tiene derecho a reclamar nada y es por eso que ahora pidió verte. ─dijo mi amiga.
─Es que ya venían hablándose con otro término hace un tiempo, eventualmente se iban a tener que ver fuera de Inglés─ dijo la castaña mientras me tendía el pote de Nutella. ─ no sé, quiero pensar que la quiere ver porque realmente quiere y no porque se sintió celoso.
─Ay no importa, lo importante es que se van a ver─ grito mi amiga mientras me abrazaba y me empujaba de un lado al otro dejándose llevar por la emoción.
Yo en cambio seguía sin poder creer que él quería verme, todo lo que había programado para la muestra por fin pasaría ¡verlo fuera del ámbito del instituto de ingles! Se me erizaba la piel de solo pensarlo.
--------------------------------------------
VOTEN!!!
En el capitulo que viene estará la junta. Les quería comunicar que se acerca el final.
besos y voten.
ESTÁS LEYENDO
La primera decepción. #EscribeloYa
Short StoryTal vez estén escritas aquí las palabras que nunca me anime a decirle. #HistoriaReal #EscribeloYa #JustWriteIt