Capítulo 7: "Los primeros problemas"

452 43 1
                                    


Una bella pelinegra se encontraba terminando de arreglarse para asistir a la boda de su amiga peli azul, mientras su joven esposo la esperaba en la sala mirando un programa de luchas.

Ya estoy lista, ¡vámonos¡ dijo la bella pelinegra haciendo girar a verla al joven de cabello alborotado que quedo embelesado viéndola y se acerco a ella para abrazarla.

Cada día haces que me enamore más de ti, dijo Gokú muy cerca de su oído antes de darle un dulce beso.

Luego que rompieron el beso, Milk dijo: Es hora de irnos, la ceremonia empezara en media hora.

Si, ¡vamos princesa¡ dijo Gokú tomando su mano y saliendo con ella de su departamento.

Horas después:

Un par de jóvenes salían de una hermosa iglesia del brazo, siendo recibidos por aplausos y pétalos de rosa.

¡Felicidades amiga¡ decía la pelinegra abrazando a su amiga peli azul.

¡Gracias Milk¡ dijo Bulma correspondiendo el abrazo.

¡Felicidades amigo¡ dijo Gokú estrechando la mano de Vegueta.

¡Gracias¡ dijo el joven cabello de flama.

Ahora ¡vamos a disfrutar de la fiesta¡ dijo Bulma, minutos después los novio e invitados se encontraban en lujosísimo local compartiendo una deliciosa cena, mientras algunos platicaban, otros preferían brindar y otros bailar.

Al día siguiente:

Una bella pelinegra se encontraba caminando por los pasadizos de la universidad, cuando topo con alguien que venía corriendo a toda prisa.

¡Ox! ¡qué casualidad! dijo una rubia que llevaba en sus manos unos fólderes.

¡Hola Lunch¡ dijo Milk y continuo su andar.

Gokú ya te dijo que trabajo con él, dijo la rubia con una sonrisa irónica haciendo que la pelinegra girase para responderle.

Por supuesto, mi esposo y yo no nos guardamos ningún secreto, dijo la pelinegra sonriendo.

Qué bueno, y ¿Aún no estás embarazada? ¿Por qué aún no han tenido hijos', ¿no?, ¿o eres de las personas que les importa más su trabajo que tener una familia?, porque de ser así Gokú se puede aburrir de ti, sigue tan apuesto como antes, es más me atrevería a decir que se ha vuelto más guapo, dijo con descaro la rubia sonriendo.

No te permito que te expreses así de mi esposo y en cuanto a tener hijos eso es asuntos nuestro no tuyo y no tengo porque darte ninguna explicación, dijo la pelinegra.

No te esponjes Milk, yo solo te daba un consejo, en la oficina donde trabajamos más de una está dispuesta a darle un hijo si tú no puedes hacerlo, dijo la rubia riendo antes de retirarse, dejando  molesta pero a la vez entristecida pelinegra.

Un mes después: "Restaurante"

Bulma, que gusto ya hayas vuelto, decía una rubia abrazando a su amiga peli azul.

Si amiga bienvenida, dijo la pelinegra sonriendo.

¿Y qué es eso tan importante que tenías que contarnos?, dijo la rubia.

Chicas ¡Estoy embarazada!, dijo Bulma feliz, mientras sus amigas la abrazaban para felicitarla, aunque muy en el fondo la bella pelinegra sentía tristeza, ya que ella llevaba meses intentando tener un hijo y no podía lograrlo.

Una vez que rompieron el abrazo la rubia dijo: ¿Y cuánto tiempo tienes?.

6 semanas, dijo Bulma sonriendo.

¡Qué alegría amiga! Yo también tengo una noticia que darles, dijo la rubia.

¿Qué?, dijeron a coro la pelinegra y peli azul.

Krilin me pidió matrimonio, me caso en 3 meses, dijo la rubia.

No ves y tú que no creías lo del ramo, dijo la peli azul sonriendo.

Si, pues, ahora sé que si funciona, ¡gracias Bulma¡ por arrojármelo, dijo la rubia sonriendo.

¿Qué pasa Milk, por qué esa carita?, dijo Bulma.

No es nada chicas, dijo la pelinegra.

¿Tienes algún problema con Gokú?, dijo la rubia.

No como crees él es muy lindo conmigo, dijo la pelinegra.

¿Entonces?, dijo la rubia.

Es que no entiendo ¿por qué hasta ahora no he podido quedar embarazada?, he estado consultado libros y la enfermedad que padecí no tiene nada que ver con esto, dijo la pelinegra.

Milk ¿ya lo has platicado con Gokú?, dijo Bulma.

No, tengo miedo a qué el me deje de amar si no puedo darle un hijo, dijo la pelinegra sollozando.

No llores Milk, ¿Qué te parece si vamos con mi ginecólogo?, él podría orientarnos más en esto, dijo Bulma.

Está bien, pero no lo comenten con nadie más, no quiero que Gokú aún se entere dijo la pelinegra.

Está bien Milk, déjame llamarle a mi médico y sacarte una cita para el fin de semana, dijo la peli azul.

Horas más tarde:

La pelinegra esperaba sentada en el mueble de su sala la llegada de su esposo, miraba una y otra vez el reloj, mientras cambiaba impacientemente los canales de televisión.

Ya es muy tarde, ¿por qué no llegas?, y para colmo el celular se quedó sin batería y están arreglando las redes del teléfono, pensaba la bella jovencita.

Oficina:

Esto déjemelo para mañana Lunch, ya estoy muy cansado dijo Gokú acomodando unas carpetas, cuando en eso sintió unas manos colocándose sobre sus hombros.

Relájate, te daré un buen masaje dijo la rubia mientras roseaba un poco de su fragancia sobre la camisa del joven de cabello alborotado.

¡Gracias Lunch¡ pero no es necesario, Milk debe estar preocupada esperándome y para mala suerte, no sé porque no respondió mis llamadas, dijo Gokú.

Debe estar ocupada, estudiar medicina es muy cansado y aparte entrenar, dijo la rubia.

Si, ni yo mismo sé como mi princesa se da tiempo para hacer todo eso y encima prepararme tan deliciosa comida, dijo Gokú retirando las manos de Lunch de su encima y parándose del sillón.

Está bien ve con tu mujercita, no la preocupes más mañana continuamos, dijo la rubia sonriendo.

Minutos después:

Gokú entro a su departamento y encontró a su bella esposa dormida con el televisor prendido, apago el artefacto, tomo a su esposa en brazos y la llevo a su dormitorio donde la arropo y luego de cambiarse el se acostó junto a ella.

Al día siguiente:

Milk recogía la ropa de su esposo para llevarla a la lavadora cuando un perfume desconocido por ella que emanaba de la camisa del joven llamo su atención.

¿De quién es este perfume?, pensó la pelinegra, mientras las palabras de Lunch vinieron a su mente.


En la oficina donde trabajamos más de una está dispuesta a darle un hijo si tú no puedes hacerlo.


Mi amor, hoy iremos a entrenar juntos en la tarde, pronunciaba Gokú mientras se acercaba su esposa. ¿Sucede algo princesa?, agrego al ver el rostro entristecido de la joven.

¿De quién es este perfume?, dijo en tono celoso la pelinegra dejando sorprendido al joven de cabello alborotado.

MI GRAN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora