Capítulo 2: "Nuestros primeros meses juntos"

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2 semanas después:

Un par de pelinegros se encontraban abrazados bajo un árbol de cerezo:

Ya tenemos que volver, decía con tristeza una bella pelinegra.

Si, princesa a mí también me gustaría quedarme más tiempo contigo aquí pero mis patrocinadores ya me andan buscando, eso me dijo el maestro, decía el joven de cabello alborotado con molestia.

¿Para eso te llamo el maestro?, dijo la pelinegra.

Sí princesa, pero no preocupes así volvamos a la ciudad nuestro amor siempre será el mismo y más ahora que ya eres mi esposa y mi mujer, dijo Gokú, besándola apasionadamente.

Luego que se separaron la pelinegra dijo: ¿y te dijo algo de mis patrocinadores?.

¡Eh, si¡ que te quieren para otro comercial, dijo en tono celoso el joven de cabello alborotado.

Si gustas les digo que ya no hago más comerciales, aunque por ellos me dan un buen dinerito que nos sirve de ayuda en algo, dijo la pelinegra.

No princesa. No es necesario, pero si voy a ir contigo a las grabaciones. El hijo de uno de tus patrocinadores no me cae nada bien, no me gusta para nada la forma como te mira, dijo Gokú en tono celoso.

Gokú, yo soy tú esposa, dijo la pelinegra dándole un beso en la mejilla.

Lo sé, pero si sabiendo que lo ibas a ser no dejaba de mirarte de esa forma, dijo Gokú.

Ya cariño, no seas celosito, dijo Milk besándolo dulcemente.

Horas más tarde:

Un par de pelinegros se encontraban de regreso a la ciudad.

Antes de ir a casa pasaremos por el gimnasio, dijo Gokú sonriendo mientras manejaba su auto color negro.

Me parece buena idea, quiero saludar al maestro, dijo Milk con una bella sonrisa.

Gimnasio:
Hoy vuelven, decía Ten.

Sí eso me dijo el maestro, los patrocinadores de Gokú y Milk los mandaron llamar, dijo Piccolo.

A los pobres ni siquiera los dejaron disfrutar como se debe su luna de miel, dijo Krilin.

Si, ese es el precio de ser tan buenos dijo Vegueta.

¿Y a qué hora llegan?, dijo Yamcha.

Creo que por la tarde, dijo Piccolo.

Entonces hay tiempo para prepararles una fiesta de bienvenida, dijo Yamcha.

Me parece buena idea, le dirá a Dieciocho para que nos ayude con eso, dijo Krilin.

Y yo le diré a Bulma, dijo Vegueta.

Por la tarde:

El joven de cabello alborotado estacionaba su auto frente al gimnasio. El joven bajo y abrió la puerta de su auto para que su joven esposa bajara.

Gokú tomo la mano de Milk y así ingresaron dentro del gimnasio.

¡Buenas tardes chicos¡ dijeron ambos a coro con unas amplias sonrisas en sus rostros.

Sus amigos al escuchar sus voces dejaron de entrenaran y fueron a saludarlos.

¡Bienvenidos¡ dijeron a coro.

Gracias chicos por el recibimiento dijo Gokú.

¿El maestro se encontrara?, dijo Milk.

Sí está en la oficina, dijo Krilin.

Entonces vamos con él, dijo Gokú.

Chicos, dijo Yamcha.

Sí, dijeron los pelinegros a la vez.

Por la noche en mi departamento les hemos organizado una fiesta de bienvenida, dijo Yamcha.

¡Gracias amigo¡ allí estaremos, dijo Gokú tomando la mano de su esposa para ir con el maestro.

Ambos jóvenes entraron a la oficina del maestro para saludarlo y ponerse al tanto de lo que sus patrocinadores querían.

Por la noche: "Departamento de Yamcha"

Milk, dijeron la rubia y peli azul abrazándola.

Chicas las extrañe, dijo la pelinegra.

Se te ve radiante, dijo la peli azul.

Si, es que soy muy feliz, dijo la pelinegra sonriendo.

Qué bueno amiga lo mereces, dijo la rubia.

Mientras la pelinegra platicaba con sus amigas, el joven de cabello alborotado hacía lo mismo con sus amigos y así entre platicas y risas pasaron una linda velada.

3 meses después:

Un joven de cabello alborotado miraba a su bella esposa pelinegra mientras grababa un comercial de ropa deportiva femenina.

Listo, dijo el camarógrafo.

Muy bien preciosa, decía un joven de cabello rosa acercándose a la pelinegra, entregándole una copa con una bebida.

¡Gracias Freezer¡ decía la pelinegra recibiendo la copa.

Gokú al ver al joven acercarse a su esposa camino hacia ellos. 

¿Ya acabaron princesa?, dijo el joven de cabello alborotado en tono celoso.

Si mi amor, ya podemos irnos, dijo la pelinegra tomando la mano de su esposo, mientras dejaba la copa sobre una mesa.

¡Gracias por tu apoyo Freezer¡ dijo la pelinegra.

No agradezcas preciosa, hasta pronto, dijo el joven acercándose a darle un beso en la mejilla a la bella jovencita, mientras el joven de cabello alborotado, controlaba sus celos para no armarle una escenita injustificada a su esposa que no tenía la culpa de nada.

Minutos después:

Un par de pelinegros iban en un auto. Gokú iba manejando con la mirada seria, mientras la pelinegra lo miraba por momentos con preocupación. El joven de cabello alborotado estaciono su auto frente al gimnasio al que ambos pertenecían y a donde diariamente iban a entrenar.

¿Estás molesto?, dijo la pelinegra con tristeza tomando la mano de su esposo antes de que saliera del auto.

No, ¿porqué?, dijo calmadamente el joven de cabello alborotado.

Es que todo el trayecto no hablaste para nada, dijo la pelinegra.

¡Ah es por eso¡ dijo Gokú como si nada.

¿Estás así por Freezer, verdad?, dijo la pelinegra con tristeza.

Gokú miro a su esposa y luego respondió: Sí ya te he dicho que no me gusta cómo te mira, como te................, el joven no pudo terminar de hablar ya que la bella jovencita pelinegra tomo su rostro con sus manos y lo acerco al suyo para darle un dulce beso, que el joven de cabello alborotado correspondía gustoso.

Luego de unos minutos la pelinegra se separo de su esposo y dijo: ya no firmare más comerciales para él, este ha sido el último, no quiero que tengamos problemas, yo solo ¡te amo a ti¡ y así será siempre.

Lo sé princesa, perdóname por ser tan celoso, dijo Gokú.

No te preocupes yo me sentiría igual si estuviera en tu lugar, dijo la pelinegra sonriéndole.

¡Gracias por entenderme¡ dijo Gokú.

Siempre estaremos juntos, en las buenas y en las malas, dijo la pelinegra.

En la salud y en la enfermedad, dijo Gokú.

Hasta que la .......iba a decir la pelinegra, pero Gokú la callo colocando sus dedos en su labios.

No digas eso, siempre estaremos juntos y ahora ¡vamos a entrenar¡ si no queremos ganarnos una regañadiza del maestro dijo Gokú riendo.

Si vamos, dijo la pelinegra.


MI GRAN AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora